El Zamora gana a Osasuna B sobre el hielo y observa la Liga desde otra perspectiva:(1-0)

Cuando una de las áreas del Estadio Ruta de la Plata amanece césped con hielo, como aconteció en esta mañana del 19 de enero, el partido se desarrolla en condiciones muy especiales. El Zamora defendió, durante la primera parte, en la zona Ártica, mientras en la segunda atacó en espacios propios del oso polar. A esas circunstancias se adaptó el equipo de Sabas. De tal manera, ofreció su mejor fútbol en la primera entrega del partido, cuando atacó sobre el área más templada, aunque la banda izquierda tampoco mostrase el mejor de los estados. Y en ese periodo gozó de buenas oportunidades, pero que no fueron bendecidas con el hisopo del gol. Y en la segunda parte, surgió la escuadra rojiblanca más inteligente: había que tirar desde fuera del área y olvidarse de acciones preciosistas y pasecitos en el área. Y ahí Campabadal encontró la fortuna con un disparo desde fuera del área para que el balón acelerase como un Fórmula 1 y batir a Valencia (minuto 81), cuando olía a empate.

Pero vayamos con el génesis del encuentro, que se presentaba como esencial para que el cuadro rojiblanco contemplase la segunda vuelta desde otra perspectiva más positiva. Sabas solo introdujo un cambio respecto a Irún: entraba Joel en lugar de Rufo, quizá sancionado por el tonto penalti cometido en Stadium Gal. Tardó el Zamora en desperezarse, porque Osasuna, por medio de Sixtus, un jugador de enorme envergadura y calidad técnica, disparó sobre el marco rojiblanco, lejos de los tres palos, a los 20 segundos. El propio ariete africano tuvo una oportunidad más clara en el minuto 20, pero tampoco acertó con el punto de mira. Antes el Zamora también había demostrado su potencial atacante, tanto por la derecha, con Priego, como por la izquierda, Tresaco, en comunión con los envíos de Márquez.

En el tramo final de la primera entrega, el cuadro rojiblanco confeccionó sus mejores jugadas, como una de Márquez con Tresaco dentro del área navarra, que evitó un zaguero en último instante, y otra de José Carlos, también en combinación con el gaditano.

Tras el descanso, Juan Sabas ordenó “bombardear” la portería contraria desde lejos, porque adentrarse en la zona helada suponía todo un riesgo de lesiones. De hecho, el cuadro rojiblanco solo tiró dos veces a puerta en la segunda entrega, una de ellas, el gol, obra de Campabadal.

El único peligro del filial llegaría en faltas ejecutadas desde la medular, porque la impresionante estatura de cuatro de sus jugadores, podría superar a la zaga rojiblanca. Otro árbitro gallego enfadó, por enésima vez a la grada zamorana con decisiones parciales, siempre contra el Zamora, como en varios empujones y agarrones a Álvaro Romero, que debutó en el minuto 73. Con anterioridad también entraron en el campo Rufo y Macho, que sustituyeron a Priego y Clavería.

Tras tanto rojiblanco, Sabas decidió meter más altura en la zaga, dando entrada a Bolo por Márquez.

El tal Figueiredo Comesaña prolongó cuatro minutos el tiempo reglamentario, pero decidió enojar más a la grada añadiendo más minutos. Pero no hubo opciones para Osasuna de empatar.

Después de un inicio de Liga desgraciado, con un punto en cinco partidos, aunque con un buen fútbol sobre el césped, el Zamora inicia la segunda, con tres puntos y con esa calidad que nadie le negó en los malos tiempos. Punto de inflexión para un equipo que ha merecido ser premiado por el fútbol.

Fotografías: Zamora Club de Fútbol