
NUESTRA HISTORIA
Campo de Marte en Zamora
En la antigua Roma llamaban CAMPO DE MARTE a un terreno que se extendía al Norte de la muralla serviana edificada por el sexto rey de Roma Servio Tulio. El terreno estaba limitado al sur por el Capitolio y al Este por la colina Pinciana o monte Pincio. El resto estaba rodeado por el rio Tiber que en esta zona describía un gran meandro. Se llamaba Campo de Marte porque desde época muy antigua existía allí un altar dedicado al dios Marte, mencionado en las leyes atribuidas a Numa Pompilio, segundo rey de Roma después de Rómulo. En la época de la República, el CAMPO DE MARTE servía como lugar de esparcimiento y de usos militares. Allí acampaban los ejércitos en espera de que los Generales pudieran celebrar el triunfo. Hasta este momento, tenían que aguardar sin poder traspasar la muralla serviana.
El Campo era aprovechado para efectuar ejercicios militares y de instrucción y para hacer ejercicio físico de cualquier índole. Los muchachos jóvenes acudían allí casi a diario para hacer su gimnasia. Se celebraban también carreras de caballos, de manera informal, como entrenamiento. Allí estaban ubicadas las cuadras de los caballos que corrían en las competiciones. Había mercado de plantas y parques públicos para solaz de las gentes. Además se celebraban en aquel lugar las asambleas de comitia Centuriata, que convocaban a la gente por clases, determinadas por la certificación de sus medios económicos.
Plinio el Viejo, en su Historia Natural relata la historia del reloj solar en forma de obelisco que el emperador Augusto hizo construir en el Campo de Marte, el denominado Reloj Solar de Augusto.
En Zamora, también existió el CAMPO DE MARTE, al Norte de la Ciudad, de él tenemos noticias, no solamente por el nombre que tiene la calle Campo de Marte, en la inmediaciones de la Plaza de Toros, sino porque es allí donde existió el CAMPO DE MARTE zamorano cuando eran un terreno alejado del centro de la ciudad y que en tiempos todavía remotos conocimos como “Explanada del Matadero”, más tarde, como “Explanada de la Plaza de Toros” donde se celebraban los mercados de ganados, y en la actualidad es la Calle donde se ubica el Parque de Bomberos.
Pero veamos el uso que se daba al CAMPO DE MARTE en febrero de 1823: “El diácono Rafael Hernández sirvió en la guerra contra el invasor y después de servir estudió la carrera eclesiástica obteniendo la sagrada orden del diaconado. Su espíritu bélico y el odio que profesaba a las doctrinas y obras de los invasores, le impulsaron a volver a empuñar las armas, lo efectuó en el mes de julio de 1822. Su mala suerte hizo que cayera en manos de los revolucionarios los cuales le dieron muerte en garrote vil. Como todas las ejecuciones, la de este clérigo fue presenciada por una gran multitud entre los que se encontraban numerosos vecinos de los pueblos limítrofes. La ejecución se llevó a cabo en el Campo de Marte de esta ciudad ."
"En 1825, dos años más tarde, se concedió licencia para instalar una cruz de piedra en el sitio donde fue ejecutado, en cuyo basamento se leía la siguiente inscripción: " AQUÍ, POR SOSTENER ALTAR Y TRONO, MURIÓ EN EL PATÍBULO EL DIÁCONO DON RAFAEL HJERNÁNDEZ EN 8 DE ENERO DE 1823. ROGAD A DIOS PIOR ÉL." El monumento, triste y mezquino monumento, se inauguró un día en el que se cumplían años de su ejecución. Hace muchos años que desapareció la cruz, sin que quede recuerdo del patriota ejecutado."
El CAMPO DE MARTE, destinado un día a la ejecución del diácono Rafael Hernández, tampoco existe, solo queda el recuerdo de lo que fue una explanada donde se realizaban mercados de ganados y de una fuente que había en el lugar, de estilo rústico, caía el agua entre rocas colocadas dentro de un pilón circular que servía de abrevadero del ganado. Hoy todo son calles y edificios en el entorno de la Plaza de Toros.
Balbino Lozano
En la antigua Roma llamaban CAMPO DE MARTE a un terreno que se extendía al Norte de la muralla serviana edificada por el sexto rey de Roma Servio Tulio. El terreno estaba limitado al sur por el Capitolio y al Este por la colina Pinciana o monte Pincio. El resto estaba rodeado por el rio Tiber que en esta zona describía un gran meandro. Se llamaba Campo de Marte porque desde época muy antigua existía allí un altar dedicado al dios Marte, mencionado en las leyes atribuidas a Numa Pompilio, segundo rey de Roma después de Rómulo. En la época de la República, el CAMPO DE MARTE servía como lugar de esparcimiento y de usos militares. Allí acampaban los ejércitos en espera de que los Generales pudieran celebrar el triunfo. Hasta este momento, tenían que aguardar sin poder traspasar la muralla serviana.
El Campo era aprovechado para efectuar ejercicios militares y de instrucción y para hacer ejercicio físico de cualquier índole. Los muchachos jóvenes acudían allí casi a diario para hacer su gimnasia. Se celebraban también carreras de caballos, de manera informal, como entrenamiento. Allí estaban ubicadas las cuadras de los caballos que corrían en las competiciones. Había mercado de plantas y parques públicos para solaz de las gentes. Además se celebraban en aquel lugar las asambleas de comitia Centuriata, que convocaban a la gente por clases, determinadas por la certificación de sus medios económicos.
Plinio el Viejo, en su Historia Natural relata la historia del reloj solar en forma de obelisco que el emperador Augusto hizo construir en el Campo de Marte, el denominado Reloj Solar de Augusto.
En Zamora, también existió el CAMPO DE MARTE, al Norte de la Ciudad, de él tenemos noticias, no solamente por el nombre que tiene la calle Campo de Marte, en la inmediaciones de la Plaza de Toros, sino porque es allí donde existió el CAMPO DE MARTE zamorano cuando eran un terreno alejado del centro de la ciudad y que en tiempos todavía remotos conocimos como “Explanada del Matadero”, más tarde, como “Explanada de la Plaza de Toros” donde se celebraban los mercados de ganados, y en la actualidad es la Calle donde se ubica el Parque de Bomberos.
Pero veamos el uso que se daba al CAMPO DE MARTE en febrero de 1823: “El diácono Rafael Hernández sirvió en la guerra contra el invasor y después de servir estudió la carrera eclesiástica obteniendo la sagrada orden del diaconado. Su espíritu bélico y el odio que profesaba a las doctrinas y obras de los invasores, le impulsaron a volver a empuñar las armas, lo efectuó en el mes de julio de 1822. Su mala suerte hizo que cayera en manos de los revolucionarios los cuales le dieron muerte en garrote vil. Como todas las ejecuciones, la de este clérigo fue presenciada por una gran multitud entre los que se encontraban numerosos vecinos de los pueblos limítrofes. La ejecución se llevó a cabo en el Campo de Marte de esta ciudad ."
"En 1825, dos años más tarde, se concedió licencia para instalar una cruz de piedra en el sitio donde fue ejecutado, en cuyo basamento se leía la siguiente inscripción: " AQUÍ, POR SOSTENER ALTAR Y TRONO, MURIÓ EN EL PATÍBULO EL DIÁCONO DON RAFAEL HJERNÁNDEZ EN 8 DE ENERO DE 1823. ROGAD A DIOS PIOR ÉL." El monumento, triste y mezquino monumento, se inauguró un día en el que se cumplían años de su ejecución. Hace muchos años que desapareció la cruz, sin que quede recuerdo del patriota ejecutado."
El CAMPO DE MARTE, destinado un día a la ejecución del diácono Rafael Hernández, tampoco existe, solo queda el recuerdo de lo que fue una explanada donde se realizaban mercados de ganados y de una fuente que había en el lugar, de estilo rústico, caía el agua entre rocas colocadas dentro de un pilón circular que servía de abrevadero del ganado. Hoy todo son calles y edificios en el entorno de la Plaza de Toros.
Balbino Lozano
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