
NUESTRA HISTORIA
Los delfines de Francia, presos en Zamora
Su Majestad el rey Carlos I se acordó de Zamora cuando redujo a prisión a los delfines de Francia, Francisco y Enrique, todavía niños, de 11 y 10 años respectivamente, con el fin de exigir a su padre Francisco I de Francia un rescate.
Privó a los delfines de sus servidores que habían traído con ellos y los envió a la fortaleza de la ciudad, recomendando al conde de Alba de Aliste que los tuviera incomunicados sin permitir que escribieran ni recibieran cartas.
Más adelante, en 1529, los trasladó al Castillo de Villalpando bajo la custodia del Alcaide don Pedro de Peralta; con este motivo encargó al ingeniero Micer Benedito que reconociera el castillo y formara proyecto de mejora de sus fortificaciones.
Tras el fallecimiento de su abuelo Maximiliano I de Hasburgo,, Carlos I de España, el 12 de enero de 1519 reunió en su persona los territorios procedentes del Sacro Imperio Romano Germánico, aunque años después renunciara en su hermano Fernando a los territorios de Austria.
En competencia con el rey de Francia, Francisco I, el 23 de octubre de 1520 fue coronado como Rey de Romanos y tres días después fue reconocido Emperador electo del Sacro Imperio Romano Germánico.
Frente a estos ideales universalistas mostraron su desacuerdo el rey francés Francisco I y el Papa. De ahí que estuviera constantemente en lucha con ambos durante su imperio.
Carlos I sostuvo cuatro guerras con Francisco I de Francia, que también aspiraba a la corona imperial, y el que exigía la devolución de Borgoña. En la primera guerra (1521-1526) Francia se apoderó del Milanesado y ayudó a Enrique II a recuperar el Reino de Navarra, tras su conquista en 1512.
Sin embargo, el monarca francés fue derrotado y hecho prisionero, junto al monarca navarro en la Batalla de Pavía (1525). Francisco fue llevado a Madrid, donde se firmó el Tratado de 1,526.
En la segunda guerra, de 1526 a 1529, las tropas imperiales asaltaron y saquearon Roma, obligando al Papa Clemente VII, aliado de Francisco I, a refugiarse en el castillo de Sant Angelo.
Mediante la Paz de Cambrai, Carlos I renunció a Borgoña a cambio de que Francisco I renunciara a Italia, Flandes y el Artrois, además de entregar la ciudad de Tournay.
Reconocido y coronado por el Papa Clemente VII, el 20 de febrero de 1530 como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos I continuó sus luchas contra Francia.
Balbino Lozano
Su Majestad el rey Carlos I se acordó de Zamora cuando redujo a prisión a los delfines de Francia, Francisco y Enrique, todavía niños, de 11 y 10 años respectivamente, con el fin de exigir a su padre Francisco I de Francia un rescate.
Privó a los delfines de sus servidores que habían traído con ellos y los envió a la fortaleza de la ciudad, recomendando al conde de Alba de Aliste que los tuviera incomunicados sin permitir que escribieran ni recibieran cartas.
Más adelante, en 1529, los trasladó al Castillo de Villalpando bajo la custodia del Alcaide don Pedro de Peralta; con este motivo encargó al ingeniero Micer Benedito que reconociera el castillo y formara proyecto de mejora de sus fortificaciones.
Tras el fallecimiento de su abuelo Maximiliano I de Hasburgo,, Carlos I de España, el 12 de enero de 1519 reunió en su persona los territorios procedentes del Sacro Imperio Romano Germánico, aunque años después renunciara en su hermano Fernando a los territorios de Austria.
En competencia con el rey de Francia, Francisco I, el 23 de octubre de 1520 fue coronado como Rey de Romanos y tres días después fue reconocido Emperador electo del Sacro Imperio Romano Germánico.
Frente a estos ideales universalistas mostraron su desacuerdo el rey francés Francisco I y el Papa. De ahí que estuviera constantemente en lucha con ambos durante su imperio.
Carlos I sostuvo cuatro guerras con Francisco I de Francia, que también aspiraba a la corona imperial, y el que exigía la devolución de Borgoña. En la primera guerra (1521-1526) Francia se apoderó del Milanesado y ayudó a Enrique II a recuperar el Reino de Navarra, tras su conquista en 1512.
Sin embargo, el monarca francés fue derrotado y hecho prisionero, junto al monarca navarro en la Batalla de Pavía (1525). Francisco fue llevado a Madrid, donde se firmó el Tratado de 1,526.
En la segunda guerra, de 1526 a 1529, las tropas imperiales asaltaron y saquearon Roma, obligando al Papa Clemente VII, aliado de Francisco I, a refugiarse en el castillo de Sant Angelo.
Mediante la Paz de Cambrai, Carlos I renunció a Borgoña a cambio de que Francisco I renunciara a Italia, Flandes y el Artrois, además de entregar la ciudad de Tournay.
Reconocido y coronado por el Papa Clemente VII, el 20 de febrero de 1530 como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos I continuó sus luchas contra Francia.
Balbino Lozano
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