Deplorable estado de las aceras y calzada de la Plaza del Mercado

Las obras de remodelación de la Plaza del Mercado han comenzado y, con ellas, el necesario vallado perimetral que permite el desarrollo de los trabajos con normalidad, ocupando un espacio excesivo, que dificulta el paso, perjudicando a los establecimientos asentados en la zona. Hasta ahora, en la zona existían plazas de aparcamiento que, al menos, disimulaban en parte el deterioro del pavimento. Sin embargo, con la eliminación del estacionamiento, el espacio ha quedado completamente libre para la circulación de vehículos y peatones, dejando en evidencia el lamentable estado del firme, con baches de gran tamaño y capas de asfalto desgastadas.

El problema radica en el estado del suelo de esta área liberada. Donde antes se encontraba un espacio de aparcamiento, ahora se extiende un terreno plagado de baches de gran tamaño, tan profundos que en muchos puntos ya aflora la capa de asfalto anterior. Además del impacto visual negativo que genera esta degradación, la situación representa un serio peligro tanto para los vehículos que transitan por allí como para los peatones que, debido al mal estado de las aceras, se ven obligados a caminar por la calzada.

Si bien está previsto que, tras la finalización de las obras del edificio en construcción, la plaza sea urbanizada en su totalidad, no podemos ignorar que esta remodelación tiene un horizonte de, al menos dos años, y que los antecedentes en Zamora nos obligan a desconfiar de cualquier plazo oficial. Ahí están las interminables obras del Banco de España, que llevan una década sin finalizar, o las del Puente de Piedra, otro ejemplo de retrasos injustificados. Por todo ello, es urgente que se actúe ya sobre estos desperfectos. No es aceptable que durante años este espacio, que sigue siendo de uso diario para comerciantes, clientes y vecinos, permanezca en un estado deplorable. Desde el consistorio y por ser su responsabilidad, deben intervenir cuanto antes para garantizar unas condiciones mínimas de seguridad y accesibilidad, sin esperar a la finalización de un proyecto que, visto lo visto, bien podría demorarse más de lo previsto.