El Zamora CF de Juan Sabas, un equipo de play-off

Quizá la afición rojiblanca no ha valorado todavía que su equipo le demostró a la Cultural, que, en breve, será club de Segunda, poseer tanta calidad y potencial en los dos partidos disputados en esta temporada 2024-2025. Aquí, en el Ruta de la Plata, ganó la escuadra blanca en el minuto 88, después de estar a merced de los hombres de Sabas durante toda la segunda mitad. Ayer, si exceptuamos unos minutos de la segunda entrega, el Zamora CF marcó el ritmo del choque, jugándose a lo que quiso su centro del campo, Ramos, Clavería y Márquez. El empate culturalista llegó en el minuto 92. Traduzco: el líder le ha marcado dos goles a los rojiblancos, ambos en los tramos postreros. Quizá Juan Sabas, al que habrá que valorar con nota altísima por su trabajo, que diseñó un partido perfecto, debió haber dado paso a Carlos en los últimos diez minutos, previendo que el cuadro de Ramsés intentase empatar el choque con balones al área, para aprovechar el juego aéreo de sus defensas, arietes en esos instantes finales.

He escuchado, cuando el Zamora atravesó, no ha mucho tiempo, que los rojiblancos evidenciaban una baja forma física. Craso error. Opiniones ligeras, sin fundamento. Un equipo, cuando, como ayer, presiona la salida del balón del rival, demuestra encontrarse en un nivel extraordinario. Sabas conoce a sus hombres y, por supuesto, a la Cultural. Sabía que, para romper el fútbol del líder, había que impedirle jugar a gusto desde la puesta de la pelota en juego por su portero. Y así se hizo. Sumemos, como comenté anteriormente, que el inteligente y destajista trabajo de Ramos y Clavería en la medular inclinó el partido a favor del Zamora.

La mejor oportunidad de la primera mitad fue del Zamora. Tresaco robó en la medular leonesa, para, por velocidad, plantarse ante el cancerbero local y disparar fuerte, pero la pelota chocó contra sus piernas. Una pena.

La defensa, todos, laterales y centrales, cuajaron un encuentro descomunal. No hubo posibilidad de derribar el juego aéreo rojiblanco, con dos colosos como Bolo y José Carlos.

Y, en ataque, la velocidad de Tresaco y Joel condicionó el potencial ofensivo de los laterales blancos.

El tanto anulado, por fuera de juego, a Roni me pareció justo. Pero dudo de que la colegiada hubiera obrado de idéntica manera si hubiese marcado un jugador culturalista. Hay que tener vista de águila para apreciar que el ariete rojiblanco se hallaba dos falanges del pie derecho por delante del zaguero local. No obró con el mismo criterio doña María Eugenia en los envíos largos a los exteriores de la Cultural.

Creo que han sido ocho partidos en los que el Zamora perdió puntos en los añadidos, en los instantes finales. Cierto que también se vio favorecido en cuatro encuentros al marcar en tiempo añadido.

Matrícula de honor para los más de mil aficionados rojiblancos que apoyaron a su equipo en el estadio Reino de León. No recuerdo tal comunión entre seguidores y club desde hace muchísimos años.

Y, con melancolía, recuerdo las cinco primeras jornadas, cuando el Zamora, jugando mejor que sus rivales, solo sumó un punto. De haberse hecho justicia, los rojiblancos estarían ahora en puestos de ascenso. Pero eso sería una ucronía futbolística, lo que pudo haber sido y no fue.

Lamentar la lesión de Márquez, la poesía futbolística de este Zamora de Sabas. Ojalá volvamos a ver al gaditano muy pronto sobre los terrenos de juego.

Corolario: tras disputarse 27 jornadas, después de construirse una plantilla contracorriente, y un inicio de excelente fútbol y horribles resultados, el Zamora CF no ha sido inferior a ningún equipo del grupo, ni tan si quiera a la Cultural, que la próxima Liga jugará en Seguda A.

E. Navascués de Zubiría

Fotografías: Zamora Club de Fútbol