1ª RFEF
Un golpe franco magistral de Ramos rubrica la permanencia en San Sebastián (0-1)
La escuadra rojiblanca libra una batalla extraordinaria ante el filial de la Real Sociedad, equipo con calidad y, además, agresividad y dureza
Un gol de absoluto genio, del capitán Carlos Ramos, al ejecutar un libre directo a cinco metros del área donostiarra, en el minuto 65, pasará a la historia del Zamora CF porque ha podido significar la permanencia en 1ª RFEF en esta temporada 2024-2025 y quizá, si la escuadra rojiblanca sigue tuteando a los equipos de elite del grupo, a jugar la fase de ascenso a 2ª División.
Victoria de enorme mérito, ante un filial que se diferencia de otros equipos nodrizas por su dureza y agresividad además del talento de su pequeño extremo diestro Díaz, Goti y Carbonell. Sabas decidió que la posición de Márquez la ocupara Álvaro Romero, un jugador fichado en el mercado de invierno que apenas había jugado minutos desde que firmó por el club. Hoy, más en la primera mitad, demostró su clase para ejercer la labor del gaditano.
En el minuto 6, una llegada de Tresaco pudo haber sido penalti, pero el árbitro no lo consideró de tanta gravedad, pero un defensa donostiarra agarró de la camiseta, durante unos segundos, hasta que le propinó un empujón que lo lanzó fuera de los límites del campo. Para mí, penalti de libro.
El propio exterior zurdo rojiblanco lanzó un tremendo disparo poco después, que se fue casi besando el larguero. En el 16, otra posible pena máxima del meta Arana a Romero, que tampoco se sancionó.
Un minuto después, a la salida de un córner, Bolo, de cabeza, remataba a las manos del cancerbero vasco.
A partir del minuto 20, la Real gana la batalla en el medular, pero con un fútbol lento, salvo cuando abrió el juego por la banda derecha, donde Díaz libraba una feroz batalla con Rincón y José Carlos.
Fermín y los centrales rojiblancos carecieron de graves problemas para evitar el juego donostiarra. El Sanse solo tuvo una clara oportunidad al despejar Bolo una pelota que salió rebotada a favor de un delantero local que centró al área chica rojiblanca, sin que Díaz concretase su remate.
En el minuto 37, Carbonell, excelente jugador, realizó una entrada de roja sobre Álvaro Romero, que solo se sancionó con amarilla.
Tampoco el Zamora se encerró en su área para detener el juego vasco, sino que, cuando pudo intentó poner nervioso a la zaga vasca, muy lenta en su zona central.
Fermín Sobrón realizó una excelente intervención a disparo raso de Goti cuando finalizaba la primera entrega.
En esos primeros 45 minutos, el filial demostró ser un buen equipo, agresivo, quizá demasiado, pero también el Zamora asumió que se podía sacar una buena cosecha en ese verde campo.
El primer disparo tras pasar por vestuarios fue obra de Rufo, fácil para el meta Arana. Esta segunda parte se caracterizó por una batalla tremenda en cada metro cuadrado de césped. El Zamora ya no le consintió a la Real llevar el peso del partido. La ocasión más clara otra vez en poder de Tresaco, después de un centro por la izquierda de Nieto, pero su cabezazo no lo conecto en la mejor posición.
Se protesto un agarrón de Tresaco, en tareas defensivas, a un delantero local, en el minuto 58. Pero el árbitro, casero, pasó de sancionar a los rojiblancos con la pena máxima.
Sabas realizó el primer cambio en el minuto 62, después de que Pito Camacho dejase su última gota de sudor sobre el césped. Roni salía para ocupar la posición más avanzada del ejército rojiblanco.
Tresaco llevó, de nuevo, el peligro a la portería donostiarra, pero se fue escorando hasta quedarse sin ángulo, no obstante, Arana tuvo que desviar a córner su tiro.
Sergio Francisco, técnico rojiblanco, realizó sus primeros dos cambios en el minuto 63. Y dos después, Carlos Ramos, el gran capitán, lanzaba una falta directa por una falta sobre él mismo que entró por la escuadra derecha de Arana. Una obra de arte.
Con ventaja en el marcador, Sabas introdujo fuerza nueva en el campo. Joel Priego y Romero dejaron sus puestos a Campabadal y Macho.
La Real no era capaz de superar al Zamora CF, que continuó planteando nuevas dificultades a los vascos que solo encontraron soluciones en fútbol estático y balones al área, donde los rojiblancos libraron una batalla aérea portentosa, mientras Fermín blocaba o despejaba todo objeto con forma esférica. Para defender más la victoria, saltaron al césped Gorjón y Dani Hernández por Rufo y Tresaco, para enfrentarse durante 12 minutos a las acometidas blanquiazules. Y, en esta ocasión, no hubo gafe, ni mal fario, que evitase este gran triunfo rojiblanco, un equipo que ha aprendido más de los errores que de los éxitos.
La permanencia se ha rubricado en este ocaso cantábrico sobre el césped de Zubieta. Ahora, si se quiere soñar, el Zamora se halla a tres puntos del quinto clasificado, Baracaldo. Por cierto, el presidente rojiblanco, Javier Páez, padre del presidente ejecutivo del club rojiblanco, presenció el partido.
E. Navascués de Zubiría
Fotos: Zamora CF
Un gol de absoluto genio, del capitán Carlos Ramos, al ejecutar un libre directo a cinco metros del área donostiarra, en el minuto 65, pasará a la historia del Zamora CF porque ha podido significar la permanencia en 1ª RFEF en esta temporada 2024-2025 y quizá, si la escuadra rojiblanca sigue tuteando a los equipos de elite del grupo, a jugar la fase de ascenso a 2ª División.
Victoria de enorme mérito, ante un filial que se diferencia de otros equipos nodrizas por su dureza y agresividad además del talento de su pequeño extremo diestro Díaz, Goti y Carbonell. Sabas decidió que la posición de Márquez la ocupara Álvaro Romero, un jugador fichado en el mercado de invierno que apenas había jugado minutos desde que firmó por el club. Hoy, más en la primera mitad, demostró su clase para ejercer la labor del gaditano.
En el minuto 6, una llegada de Tresaco pudo haber sido penalti, pero el árbitro no lo consideró de tanta gravedad, pero un defensa donostiarra agarró de la camiseta, durante unos segundos, hasta que le propinó un empujón que lo lanzó fuera de los límites del campo. Para mí, penalti de libro.
El propio exterior zurdo rojiblanco lanzó un tremendo disparo poco después, que se fue casi besando el larguero. En el 16, otra posible pena máxima del meta Arana a Romero, que tampoco se sancionó.
Un minuto después, a la salida de un córner, Bolo, de cabeza, remataba a las manos del cancerbero vasco.
A partir del minuto 20, la Real gana la batalla en el medular, pero con un fútbol lento, salvo cuando abrió el juego por la banda derecha, donde Díaz libraba una feroz batalla con Rincón y José Carlos.
Fermín y los centrales rojiblancos carecieron de graves problemas para evitar el juego donostiarra. El Sanse solo tuvo una clara oportunidad al despejar Bolo una pelota que salió rebotada a favor de un delantero local que centró al área chica rojiblanca, sin que Díaz concretase su remate.
En el minuto 37, Carbonell, excelente jugador, realizó una entrada de roja sobre Álvaro Romero, que solo se sancionó con amarilla.
Tampoco el Zamora se encerró en su área para detener el juego vasco, sino que, cuando pudo intentó poner nervioso a la zaga vasca, muy lenta en su zona central.
Fermín Sobrón realizó una excelente intervención a disparo raso de Goti cuando finalizaba la primera entrega.
En esos primeros 45 minutos, el filial demostró ser un buen equipo, agresivo, quizá demasiado, pero también el Zamora asumió que se podía sacar una buena cosecha en ese verde campo.
El primer disparo tras pasar por vestuarios fue obra de Rufo, fácil para el meta Arana. Esta segunda parte se caracterizó por una batalla tremenda en cada metro cuadrado de césped. El Zamora ya no le consintió a la Real llevar el peso del partido. La ocasión más clara otra vez en poder de Tresaco, después de un centro por la izquierda de Nieto, pero su cabezazo no lo conecto en la mejor posición.
Se protesto un agarrón de Tresaco, en tareas defensivas, a un delantero local, en el minuto 58. Pero el árbitro, casero, pasó de sancionar a los rojiblancos con la pena máxima.
Sabas realizó el primer cambio en el minuto 62, después de que Pito Camacho dejase su última gota de sudor sobre el césped. Roni salía para ocupar la posición más avanzada del ejército rojiblanco.
Tresaco llevó, de nuevo, el peligro a la portería donostiarra, pero se fue escorando hasta quedarse sin ángulo, no obstante, Arana tuvo que desviar a córner su tiro.
Sergio Francisco, técnico rojiblanco, realizó sus primeros dos cambios en el minuto 63. Y dos después, Carlos Ramos, el gran capitán, lanzaba una falta directa por una falta sobre él mismo que entró por la escuadra derecha de Arana. Una obra de arte.
Con ventaja en el marcador, Sabas introdujo fuerza nueva en el campo. Joel Priego y Romero dejaron sus puestos a Campabadal y Macho.
La Real no era capaz de superar al Zamora CF, que continuó planteando nuevas dificultades a los vascos que solo encontraron soluciones en fútbol estático y balones al área, donde los rojiblancos libraron una batalla aérea portentosa, mientras Fermín blocaba o despejaba todo objeto con forma esférica. Para defender más la victoria, saltaron al césped Gorjón y Dani Hernández por Rufo y Tresaco, para enfrentarse durante 12 minutos a las acometidas blanquiazules. Y, en esta ocasión, no hubo gafe, ni mal fario, que evitase este gran triunfo rojiblanco, un equipo que ha aprendido más de los errores que de los éxitos.
La permanencia se ha rubricado en este ocaso cantábrico sobre el césped de Zubieta. Ahora, si se quiere soñar, el Zamora se halla a tres puntos del quinto clasificado, Baracaldo. Por cierto, el presidente rojiblanco, Javier Páez, padre del presidente ejecutivo del club rojiblanco, presenció el partido.
E. Navascués de Zubiría
Fotos: Zamora CF



















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.183