
SOCIEDAD
Marzo, mes de la endometriosis
Los riesgos de padecer esta dolorosa enfermedad femenina, con los expertos de Clínicas Eva
La endometriosis ha dejado de ser una enfermedad silenciosa. Con este adjetivo la venían calificando los profesionales de la ginecología, que alertaban de su infradiagnóstico. Esto es, de que el dolor, muchas veces incapacitante, que produce era un síntoma más de la llegada de la menstruación.
Hoy, sin embargo, se detecta, se trata y se estudia como un problema relevante de salud, que, según datos de la OMS, afecta a ciento noventa millones de mujeres y niñas en edad reproductiva. Su incidencia también es importante en España, donde se calcula que son dos los millones de afectadas, cerca del 15% de la población femenina.
El dolor es la característica más relevante de la enfermedad. Coincide con la regla y consiste en la expansión de tejido endometrial desde el útero a otros órganos, desde el colon a la vejiga, el bazo, riñones, uréteres y otros hasta llegar, en los casos más extremos, al cerebro.
Se desconocen las causas y la cura de la endometriosis
A pesar de su incidencia y de sus devastadores efectos para algunas afectadas, la endometriosis continúa siendo un enigma en cuanto a su origen y también a su tratamiento. Entre los diversos estudios que indagan hoy en el mismo destaca el publicado en 2024 por la revista Nature genetics. Llevado a cabo por un equipo internacional de científicos, y basado en el machine learning y en técnicas de biología molecular, consiste en un análisis detallado que refleja cómo se comportan las células durante los días del ciclo.
Se rastrea así el engrosamiento mediante el que el útero se prepara para un posible embarazo. Cuando éste no se logra, el tejido nuevo sale del órgano y se libera en el sangrado menstrual. En el proceso, las células van modificándose en identidad y función según las hormonas con las que interactúen, por lo que se dificulta su estudio.
Cuando existe endometriosis, explican desde Clínicas Eva, ese tejido endometrial se observa en otras localizaciones de la pelvis, como el ovario, las trompas, el intestino y los ligamentos.
No sólo infertilidad, los otros riesgos de la endometriosis
La infertilidad es su consecuencia más conocida, ya que entre el 30% y el 50% de las mujeres diagnosticadas tienen problemas para tener hijos. Los motivos pueden ser varios, aclara la directora médica de estas clínicas, Isabel Vielsa. De un lado, la enfermedad produce una inflamación crónica que afecta a los órganos implicados en la reproducción, creando un entorno hostil para el material genético, tanto óvulos como espermatozoides. Del otro, el tejido endometrial puede producir lesiones, adherencias y fibrosis, que afecten, por ejemplo, a las trompas de Falopio, donde tiene lugar la fecundación.
No obstante, y a pesar de su importancia para la vida de la mujer, la infertilidad no es la única consecuencia de la endometriosis, sino que su presencia supone otros riesgos.
- En los ovarios, puede dar lugar a quistes y a cáncer de ovario, siendo muy baja esta última posibilidad.
- La endometriosis se ha relacionado con enfermedades autoinmunes, como lupus, artritis reumatoide y síndrome de fatiga crónica.
- También afecta al sistema digestivo. Cuando el tejido del útero llega hasta el intestino, además del dolor y las dificultades para evacuar, tanto diarrea como estreñimiento, puede llegar obstrucción intestinal. En la vesícula, produce sangre en la orina (hematuria) e infecciones de orina recurrentes.
- Y, por supuesto, la endometriosis tiene un impacto relevante en la salud mental, incrementando las posibilidades de las afectadas de padecer estrés, ansiedad y depresión debido al dolor crónico.
Desde Clínicas Eva recuerdan la importancia de un diagnóstico prematuro de la enfermedad, por lo que aconsejan a las mujeres con dolores fuertes durante la menstruación que acudan al especialista. Estos síntomas de la regla no son normales, como siempre se había pensado, y, aunque la endometriosis no tiene cura, existen tratamientos para paliar sus efectos, desde los analgésicos para el dolor hasta la cirugía para los casos más severos, pasando por la fisioterapia pélvica y las terapias anticonceptiva y hormonal.
La endometriosis ha dejado de ser una enfermedad silenciosa. Con este adjetivo la venían calificando los profesionales de la ginecología, que alertaban de su infradiagnóstico. Esto es, de que el dolor, muchas veces incapacitante, que produce era un síntoma más de la llegada de la menstruación.
Hoy, sin embargo, se detecta, se trata y se estudia como un problema relevante de salud, que, según datos de la OMS, afecta a ciento noventa millones de mujeres y niñas en edad reproductiva. Su incidencia también es importante en España, donde se calcula que son dos los millones de afectadas, cerca del 15% de la población femenina.
El dolor es la característica más relevante de la enfermedad. Coincide con la regla y consiste en la expansión de tejido endometrial desde el útero a otros órganos, desde el colon a la vejiga, el bazo, riñones, uréteres y otros hasta llegar, en los casos más extremos, al cerebro.
Se desconocen las causas y la cura de la endometriosis
A pesar de su incidencia y de sus devastadores efectos para algunas afectadas, la endometriosis continúa siendo un enigma en cuanto a su origen y también a su tratamiento. Entre los diversos estudios que indagan hoy en el mismo destaca el publicado en 2024 por la revista Nature genetics. Llevado a cabo por un equipo internacional de científicos, y basado en el machine learning y en técnicas de biología molecular, consiste en un análisis detallado que refleja cómo se comportan las células durante los días del ciclo.
Se rastrea así el engrosamiento mediante el que el útero se prepara para un posible embarazo. Cuando éste no se logra, el tejido nuevo sale del órgano y se libera en el sangrado menstrual. En el proceso, las células van modificándose en identidad y función según las hormonas con las que interactúen, por lo que se dificulta su estudio.
Cuando existe endometriosis, explican desde Clínicas Eva, ese tejido endometrial se observa en otras localizaciones de la pelvis, como el ovario, las trompas, el intestino y los ligamentos.
No sólo infertilidad, los otros riesgos de la endometriosis
La infertilidad es su consecuencia más conocida, ya que entre el 30% y el 50% de las mujeres diagnosticadas tienen problemas para tener hijos. Los motivos pueden ser varios, aclara la directora médica de estas clínicas, Isabel Vielsa. De un lado, la enfermedad produce una inflamación crónica que afecta a los órganos implicados en la reproducción, creando un entorno hostil para el material genético, tanto óvulos como espermatozoides. Del otro, el tejido endometrial puede producir lesiones, adherencias y fibrosis, que afecten, por ejemplo, a las trompas de Falopio, donde tiene lugar la fecundación.
No obstante, y a pesar de su importancia para la vida de la mujer, la infertilidad no es la única consecuencia de la endometriosis, sino que su presencia supone otros riesgos.
- En los ovarios, puede dar lugar a quistes y a cáncer de ovario, siendo muy baja esta última posibilidad.
- La endometriosis se ha relacionado con enfermedades autoinmunes, como lupus, artritis reumatoide y síndrome de fatiga crónica.
- También afecta al sistema digestivo. Cuando el tejido del útero llega hasta el intestino, además del dolor y las dificultades para evacuar, tanto diarrea como estreñimiento, puede llegar obstrucción intestinal. En la vesícula, produce sangre en la orina (hematuria) e infecciones de orina recurrentes.
- Y, por supuesto, la endometriosis tiene un impacto relevante en la salud mental, incrementando las posibilidades de las afectadas de padecer estrés, ansiedad y depresión debido al dolor crónico.
Desde Clínicas Eva recuerdan la importancia de un diagnóstico prematuro de la enfermedad, por lo que aconsejan a las mujeres con dolores fuertes durante la menstruación que acudan al especialista. Estos síntomas de la regla no son normales, como siempre se había pensado, y, aunque la endometriosis no tiene cura, existen tratamientos para paliar sus efectos, desde los analgésicos para el dolor hasta la cirugía para los casos más severos, pasando por la fisioterapia pélvica y las terapias anticonceptiva y hormonal.
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