NUESTRA HISTORIA
El "Claudio Moyano"
Casi diariamente, paso delante de la fachada del Instituto "Claudio Moyano". En muchas ocasiones, son horas lectivas y por ello las aceras están repletas de estudiantes que entran, salen o están, en los momentos de recreo, charlando en animados corrillos.
Mi imaginación echa a volar y me remonta a más de ochenta y cinco años al pasado. En ese mismo lugar comenzaba yo mis estudios en la Escuela Preparatoria que dirigía doña Manuela Moyano, y allí inicié el Bachillerato. Todavía recuerdo hoy a algunos de los Profesores que había: D. Ramón Luelmo, de Lengua y Literatura; D. Eliseo Negro, de Geografía e Historia; D. Manuel Bellido, de Matemáticas; D. Manuel Gil, de Religión; D. Alejandro Colomina, de Ciencias Cosmológicas; D. José Torrens, de Latín; D. Francisco Pérez Lozao, de Dibujo. También recuerdo a muchos de los compañeros que aparecen en la fotografía, aunque no tengo en la memoria sus nombres.
En la foto solamente se ven chicos, puesto que eran tiempos en los que aún existía discriminación de sexos para la Enseñanza. Pero en los patios y jardines del Instituto sí que compartíamos nuestros ratos de ocio. Existen todavía unos bancos de piedra en los que nos sentábamos chicos y chicas para conversar sobre temas diversos. Recuerdo con especial agrado una chica con la que simpaticé y ambos frecuentábamos esos asientos del jardín. Creo que yo también le caía bien a ella porque un día me regaló un pin (era una miniatura de avión, hecho de pasta, con su correspondiente imperdible).
Aunque el aspecto exterior del edificio del Instituto, de sus jardines y la cerca del recinto siguen siendo casi lo mismo, no son así sus alrededores, sobre todo en lo que se refiere a la parte frontal de la Avenida Requejo. Allí había una gran laguna que `permanecía casi todo el año, y en Invierno se congelaba, sirviendo, en ocasiones, para divertimento de los estudiantes que la usaban como pista de patinaje, produciendo más de un gélido chapuzón cuando se rompía el hielo.
Al final de esta laguna estaba el Barrio Peña, una docena de casitas muy humildes, que terminaron desapareciendo junto con la laguna, para construir en su lugar los grandes edificios de viviendas y establecimientos que hay hoy.
Completaré esta evocación del pasado dedicándole un cariñoso recuerdo a mis tíos Gildo y Felisa, él jardinero, en una primera época y después Bedel, y ella también empleada en el mismo Centro Docente, con vivienda dentro del Instituto.
Me gustaría que, con la publicación de estas fotografías, se identificaran muchos de los compañeros de alumnado, que ya serán nonagenarios o habrán fallecido, puesto que yo creo reconocer solo a unos pocos: Aurelio Antón, Fernando Cid, Miguel Arés, Amable Garrote, Antonio Fontanillo, Modesto Nieto, José Isart...
Fotografías y texto: Balbino Lozano.
Casi diariamente, paso delante de la fachada del Instituto "Claudio Moyano". En muchas ocasiones, son horas lectivas y por ello las aceras están repletas de estudiantes que entran, salen o están, en los momentos de recreo, charlando en animados corrillos.
Mi imaginación echa a volar y me remonta a más de ochenta y cinco años al pasado. En ese mismo lugar comenzaba yo mis estudios en la Escuela Preparatoria que dirigía doña Manuela Moyano, y allí inicié el Bachillerato. Todavía recuerdo hoy a algunos de los Profesores que había: D. Ramón Luelmo, de Lengua y Literatura; D. Eliseo Negro, de Geografía e Historia; D. Manuel Bellido, de Matemáticas; D. Manuel Gil, de Religión; D. Alejandro Colomina, de Ciencias Cosmológicas; D. José Torrens, de Latín; D. Francisco Pérez Lozao, de Dibujo. También recuerdo a muchos de los compañeros que aparecen en la fotografía, aunque no tengo en la memoria sus nombres.
En la foto solamente se ven chicos, puesto que eran tiempos en los que aún existía discriminación de sexos para la Enseñanza. Pero en los patios y jardines del Instituto sí que compartíamos nuestros ratos de ocio. Existen todavía unos bancos de piedra en los que nos sentábamos chicos y chicas para conversar sobre temas diversos. Recuerdo con especial agrado una chica con la que simpaticé y ambos frecuentábamos esos asientos del jardín. Creo que yo también le caía bien a ella porque un día me regaló un pin (era una miniatura de avión, hecho de pasta, con su correspondiente imperdible).
Aunque el aspecto exterior del edificio del Instituto, de sus jardines y la cerca del recinto siguen siendo casi lo mismo, no son así sus alrededores, sobre todo en lo que se refiere a la parte frontal de la Avenida Requejo. Allí había una gran laguna que `permanecía casi todo el año, y en Invierno se congelaba, sirviendo, en ocasiones, para divertimento de los estudiantes que la usaban como pista de patinaje, produciendo más de un gélido chapuzón cuando se rompía el hielo.
Al final de esta laguna estaba el Barrio Peña, una docena de casitas muy humildes, que terminaron desapareciendo junto con la laguna, para construir en su lugar los grandes edificios de viviendas y establecimientos que hay hoy.
Completaré esta evocación del pasado dedicándole un cariñoso recuerdo a mis tíos Gildo y Felisa, él jardinero, en una primera época y después Bedel, y ella también empleada en el mismo Centro Docente, con vivienda dentro del Instituto.
Me gustaría que, con la publicación de estas fotografías, se identificaran muchos de los compañeros de alumnado, que ya serán nonagenarios o habrán fallecido, puesto que yo creo reconocer solo a unos pocos: Aurelio Antón, Fernando Cid, Miguel Arés, Amable Garrote, Antonio Fontanillo, Modesto Nieto, José Isart...
Fotografías y texto: Balbino Lozano.



















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