Pérdida de forma física

En mis cotidianos paseos desde la Avenida de las Tres Cruces hasta la Catedral me mantienen en forma esos seis u ocho kilómetros  de cada día, mañana y tarde; tambien en casa me recorro  una o otra vez los pasillos, me compensa el ejercicio.

También recuerdo a esos muchachos que en el pórtico de la  Iglesia de Santiago del Burgo, en plena calle de Santa Clara,  hacen arriesgadas piruetas saltando por encima de los bancos  donde acostumbran a sentarse personas mayores para tomar el siento escuchar cada atardecer  los trinos de los cientos de pajarillos que se albergan en lo más alto del ciprés que hay junto a la iglesia.  Seguro que ellos allí continúan con su alegre algarabía.  .

 

Todo será así mientras podamos  pasear, ver a los chichos saltar con sus patines, los ancianos  sentados junto a la Iglesia de Santiago del Burgo, y escuchemos cada atardecer  los alegres trinos de los pajaritos que están en lo alto del ciprés.

Balbino Lozano