El Zamora CF firma la permanencia al empatar ante el Arenteiro

El Zamora CF quiso seguir soñando en Arenteiro, buscó la victoria, pero solo se trajo un punto, merecido, sobre un campo imposible, castigado con una tromba de agua, caída nada más iniciarse el choque. El césped no permitió nunca jugar, durante la primera mitad al menos, buen fútbol. Exigir trenzar acciones a los rojiblancos solo pueden pedirlo gentes que nunca tocaron una pelota. Añado que el tanto del conjunto gallego llegó precedido de un fuera de juego. El línier, mal situado, no lo vio o quizá lo miró de reojo. El empate de Bolo, en el minuto 71, no solo hizo justicia, sino que permitió a los rojiblancos irse a por los dos puntos.El árbitro no quiso castigar con pena máxim un agarrón a Tresaco dentro del área.

La primera gran oportunidad del partido en las botas de Sergio Nieto que lanzó un tremendo chut que desvió al larguero el meta local. Después, el Zamora gozó de varias oportunidades que no cuajaron en tiros sobre la meta gallega. A partir del minuto 15, se niveló el choque. No había, fútbol, imposible, sino batalla en cada metro cuadrado del anegado césped. La mejor oportunidad de Arenteiro se gestó en un centro que se fue al larguero de Fermín. Los hombres de Sabas no se encerraron y jugaron casi siempre en largo, porque intentar jugar en corto, al tiki-taka, hubiera resultado un suicidio.

Tan creído se hallaba el Zamora de su superioridad, que el gol de la escuadra verde, pilló a los centrales rojiblancos casi en la medular. Un pase sobre la banda, a Pascu, en fuera de juego, que el línea deja seguir, originó el tanto de Cuellar, que remató el centro raso, desde la derecha, de su compañero.  Quedaban diez minutos para el finiquito de la primera entrega. Duro golpe, porque, con el estado del terreno de juego, el primero que marcase tendría todas las de ganar.

Pero dejó de llover y, al comenzar la segunda mitad, el césped había chupado mucha agua. Así, el Zamora pudo realizar su mejor fútbol. En el minuto 49, Tresaco desbordó a su par y encaró el marco gallego. En el área, fue agarrado por un defensa, pero el colegiado consideró que no era pena máxima, porque, al parecer, no le rompió la zamarra al aragonés.

El Arenteiro realizó su primer cambio en el minuto 50. Y Sabas en el 59. Introdujo a Roni, que transformó el partido, y saco a Campabadal. Dos arietes en el campo. Rufo pasó al lateral derecho.

En el ecuador de la segunda entrega, el Arenteiro lo intentó por las bandas, con centros que Fermín abortó.

En el 61, Roni porfió por un balón hasta meterse en el área, logró disparar, con dificultad, y el meta gallego desvió a córner con la tibia.

Y en el 71, falta en el lateral izquierdo del ataque rojiblanco. Suben los centrales. Ramos la saca no al área, sino a la banda, donde Tresaco lanzaba un excelente centro que remató, de cabeza, en su segundo intento, José Carlos, llegando la pelota a Bolo, que también con la testa, enviaba al fondo de la portería defendida por Diego García.

En el minuto 73, otro acierto de Sabas, al introducir a un hombre de gran potencia física como Frimpong por Pito Camacho. Dos minutos después, Fermín realizó una buena parada en un cabezazo, a la salida de un saque de esquina.

El técnico madrileño inyecto savia nueva en el minuto 85: entraron Joel Pirego, Romero y Macho por Ramos, Márquez y Tresaco, exhaustos.

Y poco después, un excelente pase de Frimpong sobre Romero ocasionaba la expulsión de Jonás, que agarró al rojiblanco, siendo el último defensor.

El Zamora se lanzó a abordaje en ese tramo final, pero no le sonrió ni la suerte, ni tampoco supo sacar alguna falta peligrosa. También Arenteiro, en el descuento, pudo marcar, en un contragolpe.

Los rojiblancos, si había alguna duda, hoy, con este punto, firma la permanencia, un éxito extraordinario, y espera sumar los nueve puntos que restan en las tres jornadas que nos aguardan.

Fotos: ZCF