El Zamora CF sigue necesitando la victoria para alcanzar sus objetivos

Ni la plantilla, ni el cuerpo técnico del Zamora CF, ni, por supuesto, la propiedad está ya de vacaciones. Ni mucho menos. Quedan cosas importantes que resolver desde este domingo, 11 de mayo, a partir de las 12.00 horas, en el Ruta de la Plata. ¿Cuáles?  Sencillo: seguir intentando la proeza de jugar la fase de ascenso. Si se suman tres puntos, todavía existiría alguna posibilidad. Segunda cuestión: jugar la Copa del Rey. Por lo tanto, no se jugarán 90 minutos baladí.

Me importa poco la suerte del Real Unión de Irún. Les deseo lo mejor. Pero que no se lleve nada bueno del feudo rojiblanco. A los vascos les quedan dos partidos para seguir amarrando la permanencia. Pero habrá que advertir al aficionado común rojiblanco que el conjunto guipuzcoano se juega en el Ruta de la Plata un tercio de sus posibilidades de salvación este domingo. Saldrá, pues, el cuadro blanquinegro a pelear por cada pelota, a pelear cada espacio del terreno de juego como si fuera un campo de batalla, tomando espacios y no retrocediendo. A su vez, creará un estado de ansiedad que, si no se sabe administrar, causa un enorme daño, más si el Zamora se adelante en el marcador, porque ya no lo quedará otra salida que arriesgar al máximo, con lo que implica para su trabajo defensivo.

Sabas volverá a repetir, quizá, el mismo equipo titular. Solo una duda: si Pito Camacho mantendrá su puesto o, desde el inicio, Roni será el ariete. Sus diez restantes compañeros, los de casi siempre, con los cambios oportunos en la segunda mitad, dependiendo del resultado.

Le toca a la afición echar el resto en este penúltimo partido de una gran temporada, que recibirá un notable como nota o, si se juega la fase de ascenso, sobresaliente. No se puede faltar a esta cita. Queda muy poco para decir adiós a un cuerpo técnico y plantilla que hicieron vibrar a Zamora esta campaña. Con una miaja de suerte al inicio de la Liga, los rojiblancos ya estarían clasificados para la fase de ascenso.