Este Zamora CF, juegue o no la fase de ascenso, merece un sobresaliente

E.Navascués de Zubiría

Lo dejé escrito en mi crónica especial del partido ante el Real Unión de Irún: el Zamora CF de Juan Sabas, desde el primer partido de Liga, es un equipo que se caracteriza por su verticalidad, excelente fútbol y generación de juego. Produce numerosas ocasiones después de grandes acciones por las bandas. Pero ese potencial energético no se traduce en electricidad que provoque goles. En tauromaquia, se diría que realiza extraordinarias faenas, tanto con la capa, verónicas, como con la muleta, naturales, derechazos, ayudados por alto, trincherazos, pero pincha ante la suerte suprema. ¿Por qué? Pues por la carencia secular de un ariete que huela a gol. Tanto Pito como Roni juegan a cierta distancia de la portería, dando muchas ayudas al resto del equipo, que quizá les merme potencial en el momento de la definición, de concretar pases o disparos a portería. No lo sé, pero a la escuadra rojiblanca le faltó esta temporada, además de suerte, poder de transformación de la materia prima que produce desde la zaga, diría que desde la portería.

Ya sabe el lector que no me gustan las ucronías, pero este Zamora CF me obliga a buscar una compensación a mis deseos en aquello que pudo ser y no fue. Verbigracia: pongamos que en las primeras cinco jornadas de competición -solo se sumó un punto-, cuando la plantilla todavía no se hallaba en su mejor momento, con jugadores que se incorporaron tarde, que no formalizaron una pretemporada auténtica -el caso de Roni podría ser el más paradigmático- se hubieran sumado siete puntos, la mitad de los que se jugaron. Pues hete aquí que el cuadro rojiblanco se hallaría ahora mismo luchando por el segundo puesto, con Ponferradina y Andorra.

Y de cara a las dos jornadas que restan para el finiquito de la Liga, el Zamora CF necesita ganar sus dos partidos, el más complicado el próximo sábado en el feudo del Lugo, que se juega demasiado, tanto como la permanencia, y en el Ruta de la Plata ante la Segoviana, que vendrá a por la victoria. El Nastic, el gran rival de los rojiblancos, podría perder en la ciudad del Acueducto en la próxima jornada. Después, en la última recibe al Arenteiro. La Real Sociedad B tendría que perder sus dos partidos, en Carballiño, el próximo, y en casa con el Celta B. Con un punto le valdría para evitar que el Zamora le desplazase de posición de play-off. Así están las cosas para la escuadra rojiblanca. Muy difícil. Casi imposible. Todo pasa por ganar en el Anxo Carro al Lugo, condición sine qua non, y que el Tarragona caiga ante la Gimnástica. Y así llegar a la última jornada con una leve esperanza de jugar la case de ascenso, que consistiría en ganar a los segovianos y que el Arenteiro saque, al menos, un punto, en Tarraco.

Y, con estas cuentas, regreso al lamento, a pensar en que esta plantilla y cuerpo técnico merecieron jugar la fase de ascenso e incluso algo más. Ningún fue superior al Zamora CF en esta temporada 2024-2025, que se inició con un cambio de propiedad, nuevo entrenador y casi un plantel renovado. Enorme mérito. Sobresaliente. Nota final.

Postdata. Supongo que el nuevo secretario técnico del club, todavía en funciones, ya estará trabajando en la confección de la plantilla 2025-2026. Pues ayer, domingo, en el Ruta de la Plata, hubo un jugador más que interesante en la persona de Sergio Benito. Lo tiene todo para entrar en una plantilla campeona.

Fotografías: Esteban Pedrosa