Abyectos, corruptos y sin escrúpulos

Me había propuesto no escribir ni una línea de lo que está ocurriendo en España en estos días, pero es tal mi indignación que no quiero que se cumpla el aserto:” quien calla, otorga”, porque no otorgo, los españoles no otorgamos ni confiamos en una serie de sinvergüenzas con traje que han estado y siguen todavía liderando los puestos más altos de la política nacional.

Me refiero, por supuesto al informe de la UCO que ha tirado por tierra las caras cínicas de aquellos ministros que contestaban a la pregunta de unas supuestas y sospechosas actuaciones por parte de destacados miembros del Partido Socialista, hablando de fango, de bulos, de que todo era una maniobra de la derecha… y lo decían con la seguridad y el desprecio que les caracteriza, confiados en que algún ingenuo o muy creyente de este gobierno, les creería.

Hoy, cuando se han destapado casos vergonzantes de corrupción, solo el presidente Sánchez, cariacontecido y agachado, ha salido para pedir perdón e informarnos de que no sabía nada y que ha sufrido una enorme decepción por el comportamiento y los chanchullos del Sr. Cerdán. ¡No nos vale!, sus palabras lacónicas, su gesto apesadumbrado y las escasas explicaciones que dio, son insuficientes. Los españoles merecemos respuestas claras, menos prepotencia, más asunción de los graves errores cometidos y, por supuesto, una limpieza radical en el partido y en el gobierno que aleje la sospecha de las implicaciones de este grupo criminal, con unas conexiones que amenazan con salpicar a otros miembros del PSOE; y esto es tan grave, que hay que tomar medidas ya.

El Sr. Cerdán se ha tomado cuatro días para entregar el acta de diputado una vez anunció su renuncia, lo que significa que en el tiempo que ha seguido aforado, perfectamente podría haber destruido pruebas que le incriminen más allá de las que ya se han descubierto. Aún no ha habido ninguna dimisión ante un hecho palmario que ha destapado una corrupción que vislumbra ser a gran escala, porque las dimisiones deben ser también políticas, por responsabilidad y coherencia.

Los socios de gobierno de ese puzle frankestein que sigue aun mamando de la teta, no han hecho nada; es preferible aguantar el chaparrón como se pueda, porque mientras tanto cada mes va cayendo un jugoso sueldo al que nadie quiere renunciar, ni siquiera por principios, claro que para eso hay que tenerlos.

A pesar de todo, el presidente tiene claro seguir en el poder y acabar la legislatura y yo pienso en el pobre Partido Socialista, en cómo se van denigrando esas siglas que fueron respetables un día. Pienso en socialistas de prestigio que ha tenido y tiene España, en gente que luchó por su partido y ahora se sentirán lastrados por esas cuatro letras mayúsculas tan mancilladas.

La sociedad está abochornada por estos hechos, por ver a representantes políticos que han estado en primera línea del poder y que, además de corruptos, comercian con mujeres cosificándolas en burdas conversaciones que nos sonrojarían si no fuera porque ya nos tienen acostumbrados.  

Espero que haya una respuesta política a la mayor brevedad, contundente y categórica y que entre en la cabeza del presidente que dimitir puede honrarle antes de que se descubran más casos de amiguetes abyectos, corruptos y sin escrúpulos.