
IDEAS
El Campo de la Verdad, ahora un secarral, clama por una transformación
Habría que adquirir los terrenos y crear un espacio ajardinado, con árboles y fuentes y potenciar la historia de nuestra ciudad
Eugenio-Jesús de Ávila
Mientras España vive una absoluta y vomitiva quiebra moral, ética y política, que prefiero apartar de mi mente, hoy propondré al equipo de Gobierno del Ayuntamiento ideas para embellecer nuestra ciudad, que es mi patria también, donde vivo y donde, si el destino no me quiere llevar la contraria, moriré.
Como me gusta pasear por Zamora, observo espacios, calles, rúas, jardines, monumentos que podrían potenciarse, en su caso; restaurarse, si es menester, y, en definitiva, mejorarse. En diversos artículos, exigí, ha tiempo, que el entorno de la fuente de la plaza de Alemania se cambiase. Pues hete aquí que el gobierno de IU decidió embellecerlo. Un jardín florido que ha quedado muy bonito, no como el anterior, cantos y piedras amontonadas a la buena de Dios.
Me gusta cruzar el puente de los Poetas. En el camino que me conduce hasta el viaducto, desde el que se contemplan las mejores vistas de Catedral, murallas y Castillo, cuando entro en el barrio de Olivares, en concreto en la acera desde la que se divisa, a unos cien metros, la iglesia de Santiago de los Caballeros, me enfado porque aquello es un secarral, lleno de cardos borriqueros y matorrales. Supongo que todos esos terrenos, donde se instalan los “caballitos” en los días que anteceden a la Semana Santa, tendrán un propietario. No se cultivan, no sirven para nada útil. Por lo tanto, pido a la autoridad municipal que negocie con la propiedad para hacerse con esas tierras para, de forma inmediata, ajardinarlo, con árboles, con una bonita fuente que rinda honores a los zamoranos, hijos de Arias Gonzalo, que salvaron la dignidad de la Bien Cercada.
Ese espacio ahora abandonado, que da muy mala imagen a los turistas que lo conocen a través del tren turístico o a los que optan por acercarse al pequeño templo románico, merece un cambio drástico del que todos los vecinos de Olivares, San Isidro, Espíritu Santo, chalés de la Vega y zamoranos general lo disfruten y que, además, el turismo cultural lo valore.
Insisto que nos hallamos ante un lugar que marcó la historia de nuestra ciudad, que ningún equipo de gobierno ha considerado como merece. Espero la querencia por embellecer la ciudad de los inquilinos de la Casa de las Panaderas lo tengan en cuenta.
Eugenio-Jesús de Ávila
Mientras España vive una absoluta y vomitiva quiebra moral, ética y política, que prefiero apartar de mi mente, hoy propondré al equipo de Gobierno del Ayuntamiento ideas para embellecer nuestra ciudad, que es mi patria también, donde vivo y donde, si el destino no me quiere llevar la contraria, moriré.
Como me gusta pasear por Zamora, observo espacios, calles, rúas, jardines, monumentos que podrían potenciarse, en su caso; restaurarse, si es menester, y, en definitiva, mejorarse. En diversos artículos, exigí, ha tiempo, que el entorno de la fuente de la plaza de Alemania se cambiase. Pues hete aquí que el gobierno de IU decidió embellecerlo. Un jardín florido que ha quedado muy bonito, no como el anterior, cantos y piedras amontonadas a la buena de Dios.
Me gusta cruzar el puente de los Poetas. En el camino que me conduce hasta el viaducto, desde el que se contemplan las mejores vistas de Catedral, murallas y Castillo, cuando entro en el barrio de Olivares, en concreto en la acera desde la que se divisa, a unos cien metros, la iglesia de Santiago de los Caballeros, me enfado porque aquello es un secarral, lleno de cardos borriqueros y matorrales. Supongo que todos esos terrenos, donde se instalan los “caballitos” en los días que anteceden a la Semana Santa, tendrán un propietario. No se cultivan, no sirven para nada útil. Por lo tanto, pido a la autoridad municipal que negocie con la propiedad para hacerse con esas tierras para, de forma inmediata, ajardinarlo, con árboles, con una bonita fuente que rinda honores a los zamoranos, hijos de Arias Gonzalo, que salvaron la dignidad de la Bien Cercada.
Ese espacio ahora abandonado, que da muy mala imagen a los turistas que lo conocen a través del tren turístico o a los que optan por acercarse al pequeño templo románico, merece un cambio drástico del que todos los vecinos de Olivares, San Isidro, Espíritu Santo, chalés de la Vega y zamoranos general lo disfruten y que, además, el turismo cultural lo valore.
Insisto que nos hallamos ante un lugar que marcó la historia de nuestra ciudad, que ningún equipo de gobierno ha considerado como merece. Espero la querencia por embellecer la ciudad de los inquilinos de la Casa de las Panaderas lo tengan en cuenta.
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