COSAS DE DE LA BIEN CERCADA
Una afrenta más a Zamora
Eugenio-Jesús de Ávila
Lo confieso: en este ocaso de este junio moribundo, en plenas fiestas, o lo que sea, de Zamora, no tenía ganas de escribir. Y la gente que me conoce sabe que amo como escribo y escribo como amo. Y necesito fundir palabras para sentirme vivo. Pero la deriva de España hacia su quiebra -de aquí a no tardar los separatistas vascos y catalanes podrán independizarse cuando gusten, cuando dejen de mamar de la ubre del Estado-, más la nueva, enésima, afrenta a nuestra provincia, ahora con un el capricho del socialista de Vigo, el hombre de la Navidad en agosto, mimado por el tipo de Pucela que ejerce de ministro de Transporte, para dejar a Sanabria sin parada del AVE, me tiene muy dañado psíquicamente. Ya estoy convencido que el mal siempre triunfa sobre el bien, que la mentira se ha impuesto, definitivamente, a la verdad y que los imbéciles dominan a una sociedad aletargada, estabulada, zombi. Recomiendo la lectura de “Nuevo elogio del imbécil”, de Pino Aprile.
Este baldón que sufre el alma de Zamora sobre el rostro de su futuro nos enseña que somos pocos los zamoranos que todavía nos rebelamos y que una gran mayoría de gente se cruza de brazos, porque sufren lo que yo he definido como apatía antropológica, pasotismo en términos vulgares.
Si nuestra tierra tuviese políticos que representaran al pueblo, no a los partidos, el diputado del PSOE, Antidio Fagúndez, y la diputada del PP, Elvira Velasco, y el diputado de esa misma formación, Óscar Ramajo, ya habrían presentado una PNL -como ha hecho IU a través de Sumar- en el Congreso para que, al menos, el resto de sus compañeros supieran lo que un gobierno del PSOE está haciendo con una de las comarcas más olvidadas de la España Vacilada. E igualmente, los senadores del PP y el de PSOE, sanabrés, deberían haber mostrado su enojo con una decisión profundamente injusta, venal, inmoral de un miembro del gobierno al que ellos gustan definir como progresista. ¡Cómo progresista! ¿Es progreso condenar a Sanabria a vivir como en una reserva, porque a un tipo de socialista, de Vigo, le moleste que el AVE retrase su llegada a la capital gallega un cuarto de hora? ¡Si la vida es eterna en cinco minutos, como cantase Víctor Jara, mentecatos de la política!
Eugenio-Jesús de Ávila
Lo confieso: en este ocaso de este junio moribundo, en plenas fiestas, o lo que sea, de Zamora, no tenía ganas de escribir. Y la gente que me conoce sabe que amo como escribo y escribo como amo. Y necesito fundir palabras para sentirme vivo. Pero la deriva de España hacia su quiebra -de aquí a no tardar los separatistas vascos y catalanes podrán independizarse cuando gusten, cuando dejen de mamar de la ubre del Estado-, más la nueva, enésima, afrenta a nuestra provincia, ahora con un el capricho del socialista de Vigo, el hombre de la Navidad en agosto, mimado por el tipo de Pucela que ejerce de ministro de Transporte, para dejar a Sanabria sin parada del AVE, me tiene muy dañado psíquicamente. Ya estoy convencido que el mal siempre triunfa sobre el bien, que la mentira se ha impuesto, definitivamente, a la verdad y que los imbéciles dominan a una sociedad aletargada, estabulada, zombi. Recomiendo la lectura de “Nuevo elogio del imbécil”, de Pino Aprile.
Este baldón que sufre el alma de Zamora sobre el rostro de su futuro nos enseña que somos pocos los zamoranos que todavía nos rebelamos y que una gran mayoría de gente se cruza de brazos, porque sufren lo que yo he definido como apatía antropológica, pasotismo en términos vulgares.
Si nuestra tierra tuviese políticos que representaran al pueblo, no a los partidos, el diputado del PSOE, Antidio Fagúndez, y la diputada del PP, Elvira Velasco, y el diputado de esa misma formación, Óscar Ramajo, ya habrían presentado una PNL -como ha hecho IU a través de Sumar- en el Congreso para que, al menos, el resto de sus compañeros supieran lo que un gobierno del PSOE está haciendo con una de las comarcas más olvidadas de la España Vacilada. E igualmente, los senadores del PP y el de PSOE, sanabrés, deberían haber mostrado su enojo con una decisión profundamente injusta, venal, inmoral de un miembro del gobierno al que ellos gustan definir como progresista. ¡Cómo progresista! ¿Es progreso condenar a Sanabria a vivir como en una reserva, porque a un tipo de socialista, de Vigo, le moleste que el AVE retrase su llegada a la capital gallega un cuarto de hora? ¡Si la vida es eterna en cinco minutos, como cantase Víctor Jara, mentecatos de la política!




















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