Las fiestas de antaño

Aunque parece que el tiempo va borrando de la memoria los años más alejados del presente, la evocación sigue acudiendo, muchas veces sin demasiado empeño, para recordarnos momentos vividos, que ya teníamos perdidos algunos y otros recurrentes sin que sepamos la causa de su persistencia sobre otros, muchas veces más queridos y deseados.

El que ahora estemos celebrando en Zamora a San Pedro a través de su fiesta, hace recordar algunas de las muchas vividas, con más o menos entusiasmo, partiendo desde la niñez, cuando era una fiesta de un par de días, que se fue agrandando con el tiempo, hasta llegar a las de este año, de más de una semana. Siguiendo con la misma festividad, quien esto escribe la vivió también en la ciudad de Burgos, durante la mili, más extensa que la nuestra y con mejor cartel o carteles, al tratarse de una ciudad más grande y Capitanía General para más enjundia. 

Uno recuerda las galas en los jardines del castillo, entonces sin remodelar, con sus escuelas dentro de la fortaleza y su fuente con peces de colores, así como el escenario perpetuo, lugar donde vi actuar a Serrat por primera vez en directo, que me ganó ya para siempre y al que no volví a ver en persona, salvo dos o tres veces en el Parque de Atracciones de Madrid.

La Feria de la Cerámica o de los “cacharros” que se decía entonces, sería otro de los momentos que han quedado después de tantas fiestas vividas, idea del profesor Herminio Martín Ramos y que ha ido ganando con el tiempo por la elaboración de esa cerámica, que se fue convirtiendo en ornamental, cada año con más competencia y con mayor número de artesanos zamoranos implicados. De Martín Ramos también recuerda uno sus enseñanzas en el Claudio Moyano como profesor Geografía e Historia y me sentí más cercano a él, cuando me contó -no hace tanto- que conoció a mi abuelo, Tomás Pachón, el herrero de Villanueva de Campeán.

Las de este año -y desde hace ya unos cuantos- me suenan a fiestas para otros, en las que no participo si es que alguna vez lo hice y, tal vez por ello, se me van haciendo largas, muy largas…