SAN PEDRO
La Plaza mayor se rinde a los Mojinos
Si el calor del verano zamorano ya prometía una noche intensa, la llegada de Mojinos Escozíos a la PLaza Mayor de la ciudad convirtió la jornada en un auténtico terremoto de carcajadas, guitarras afiladas y mucha, muchísima irreverencia. El concierto, enmarcado dentro de las fiestas de San Pedro 2025, reunió a más de 3.000 personas con ganas de pasarlo bien y dejarse llevar por la locura desatada de una de las bandas más singulares del panorama nacional.
Desde los primeros acordes, El Sevilla, líder carismático del grupo, dejó claro que la noche iba a ser cualquier cosa menos convencional.
La banda arrancó con fuerza con “Ueoh!”, uno de sus himnos más reconocibles, seguido de “Que Güeno Que Estoy”, desatando los primeros pogos entre el público. El sonido fue atronador, con una calidad sorprendente para un espacio al aire libre, y el grupo se mostró más compacto que nunca: Zippy al bajo con su sempiterna cara de pocos amigos, Vidalito derramando riffs precisos desde su guitarra, y Chicho marcando el ritmo con una batería contundente.
Entre canción y canción, El Sevilla no desaprovechó ninguna oportunidad para desplegar su arsenal de monólogos. Desde bromas sobre las temperaturas infernales de Castilla, hasta referencias escatológicas y sexuales que solo él puede convertir en arte sobre las tablas. La risa fue tan constante como los solos de guitarra, y muchas veces se entremezclaban en una atmósfera de absoluto cachondeo colectivo.
El público acabó con la sonrisa tatuada en la cara, con las camisetas empapadas y con la garganta rota de tanto gritar. Y es que una noche con Mojinos Escozíos no es solo un concierto: es una catarsis colectiva de humor, rock y libertad. Y en Zamora, el 27 de junio de 2025, esa experiencia fue inolvidable.
Si el calor del verano zamorano ya prometía una noche intensa, la llegada de Mojinos Escozíos a la PLaza Mayor de la ciudad convirtió la jornada en un auténtico terremoto de carcajadas, guitarras afiladas y mucha, muchísima irreverencia. El concierto, enmarcado dentro de las fiestas de San Pedro 2025, reunió a más de 3.000 personas con ganas de pasarlo bien y dejarse llevar por la locura desatada de una de las bandas más singulares del panorama nacional.
Desde los primeros acordes, El Sevilla, líder carismático del grupo, dejó claro que la noche iba a ser cualquier cosa menos convencional.
La banda arrancó con fuerza con “Ueoh!”, uno de sus himnos más reconocibles, seguido de “Que Güeno Que Estoy”, desatando los primeros pogos entre el público. El sonido fue atronador, con una calidad sorprendente para un espacio al aire libre, y el grupo se mostró más compacto que nunca: Zippy al bajo con su sempiterna cara de pocos amigos, Vidalito derramando riffs precisos desde su guitarra, y Chicho marcando el ritmo con una batería contundente.
Entre canción y canción, El Sevilla no desaprovechó ninguna oportunidad para desplegar su arsenal de monólogos. Desde bromas sobre las temperaturas infernales de Castilla, hasta referencias escatológicas y sexuales que solo él puede convertir en arte sobre las tablas. La risa fue tan constante como los solos de guitarra, y muchas veces se entremezclaban en una atmósfera de absoluto cachondeo colectivo.
El público acabó con la sonrisa tatuada en la cara, con las camisetas empapadas y con la garganta rota de tanto gritar. Y es que una noche con Mojinos Escozíos no es solo un concierto: es una catarsis colectiva de humor, rock y libertad. Y en Zamora, el 27 de junio de 2025, esa experiencia fue inolvidable.




















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