DENUNCIA
Pelambres, abandono total a orillas del Duero
Sin baños, sin duchas, sin bar… y sin vergüenza institucional
Lo que durante años fue conocido como el “Benidorm zamorano”,un pequeño oasis urbano donde familias y vecinos se refrescaban durante el verano, se ha convertido hoy en el más claro símbolo de abandono institucional. La playa de Los Pelambres, la única gratuita y popular de Zamora, está cerrada a cal y canto, sin baños, sin duchas, sin vestuarios, sin merendero y, para colmo, sin autorización para el baño por la mala calidad del agua del rio.
Los servicios básicos están inutilizados desde octubre, cuando se jubiló el anterior concesionario del merendero. Desde entonces, ni nueva licitación, ni soluciones provisionales, ni siquiera excusas creíbles. El edificio sigue cerrado, vallado “por obras” que, al parecer, ya han terminado. Pero nada se ha reabierto. Las duchas no funcionan, los baños siguen cerrados con llave y quienes aún se acercan al Duero deben cambiarse detrás de un árbol o hacer sus necesidades entre la maleza. Tan indignante como real.
Mientras tanto, desde el Ayuntamiento se anunciaron a bombo y platillo grandes mejoras con fondos europeos, baños autolimpiables, duchas nuevas, casetas estilo retro para cambiarse... Pero en pleno julio, ni rastro de todo aquello. Nada de lo prometido existe, y lo que ya había continúa cerrado. Ni un grifo abierto. Todo clausurado.La excusa municipal es tan repetida como inaceptable, porque "Sin concesionario del bar, no se pueden abrir los servicios". Se argumenta que era el propio adjudicatario quien se encargaba de abrir, limpiar y mantener el antiguo caseto, pero como ya hemos indicado, no hay nadie que se haya hecho cargo del bar, al no haberse efectuado la licitación, y por tanto de este menester y. Pero lo cierto es que, en otros contextos, como durante eventos deportivos en la zona, los baños sí se abren. Entonces, ¿qué cambia? ¿Por qué sí para los atletas y no para los vecinos?
Lo que está ocurriendo en Los Pelambres no es una simple anécdota veraniega: es una estrategia de abandono que Zamora ya ha sufrido en otros espacios públicos. Primero se deja morir el servicio, luego se retrasa su reapertura y, finalmente, se convierte en “inviable”. Una hoja de ruta que encaja con el desmantelamiento progresivo de lo público. Zamora no puede permitirse perder su playa urbana. No solo por su valor simbólico, sino por su función social. No todo el mundo puede pagar una piscina o escapar de la ciudad en verano. Los Pelambres era, aún debería ser, un lugar de encuentro, de convivencia, de memoria compartida. Hoy solo queda un merendero vallado, unos baños cerrados y unas duchas seca.Y todo por una combinación letal de promesas vacías, desinterés institucional y una preocupante falta de respeto a los ciudadanos. Porque lo que falta en Los Pelambres no es solo un bar.
Falta voluntad. Falta gestión. Y, sobre todo, falta vergüenza.

Lo que durante años fue conocido como el “Benidorm zamorano”,un pequeño oasis urbano donde familias y vecinos se refrescaban durante el verano, se ha convertido hoy en el más claro símbolo de abandono institucional. La playa de Los Pelambres, la única gratuita y popular de Zamora, está cerrada a cal y canto, sin baños, sin duchas, sin vestuarios, sin merendero y, para colmo, sin autorización para el baño por la mala calidad del agua del rio.
Los servicios básicos están inutilizados desde octubre, cuando se jubiló el anterior concesionario del merendero. Desde entonces, ni nueva licitación, ni soluciones provisionales, ni siquiera excusas creíbles. El edificio sigue cerrado, vallado “por obras” que, al parecer, ya han terminado. Pero nada se ha reabierto. Las duchas no funcionan, los baños siguen cerrados con llave y quienes aún se acercan al Duero deben cambiarse detrás de un árbol o hacer sus necesidades entre la maleza. Tan indignante como real.
Mientras tanto, desde el Ayuntamiento se anunciaron a bombo y platillo grandes mejoras con fondos europeos, baños autolimpiables, duchas nuevas, casetas estilo retro para cambiarse... Pero en pleno julio, ni rastro de todo aquello. Nada de lo prometido existe, y lo que ya había continúa cerrado. Ni un grifo abierto. Todo clausurado.La excusa municipal es tan repetida como inaceptable, porque "Sin concesionario del bar, no se pueden abrir los servicios". Se argumenta que era el propio adjudicatario quien se encargaba de abrir, limpiar y mantener el antiguo caseto, pero como ya hemos indicado, no hay nadie que se haya hecho cargo del bar, al no haberse efectuado la licitación, y por tanto de este menester y. Pero lo cierto es que, en otros contextos, como durante eventos deportivos en la zona, los baños sí se abren. Entonces, ¿qué cambia? ¿Por qué sí para los atletas y no para los vecinos?
Lo que está ocurriendo en Los Pelambres no es una simple anécdota veraniega: es una estrategia de abandono que Zamora ya ha sufrido en otros espacios públicos. Primero se deja morir el servicio, luego se retrasa su reapertura y, finalmente, se convierte en “inviable”. Una hoja de ruta que encaja con el desmantelamiento progresivo de lo público. Zamora no puede permitirse perder su playa urbana. No solo por su valor simbólico, sino por su función social. No todo el mundo puede pagar una piscina o escapar de la ciudad en verano. Los Pelambres era, aún debería ser, un lugar de encuentro, de convivencia, de memoria compartida. Hoy solo queda un merendero vallado, unos baños cerrados y unas duchas seca.Y todo por una combinación letal de promesas vacías, desinterés institucional y una preocupante falta de respeto a los ciudadanos. Porque lo que falta en Los Pelambres no es solo un bar.
Falta voluntad. Falta gestión. Y, sobre todo, falta vergüenza.




















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