CULTURA
Urban Sketcher: Dibujar el Mundo con Mirada Atenta
Una comunidad abierta que convierte el arte en encuentro y ciudad en lienzo
“¡A ver, yo me llamo Merce. Simplemente!”, dice con entusiasmo Merce, una de las impulsoras del grupo de Urban Sketchers en Zamora. Aunque no se considera coordinadora, ha sido el motor detrás de una iniciativa que ha transformado la forma en la que muchas personas en su ciudad se relacionan con el arte, el entorno y entre ellas. “Somos un grupo de gente que quedamos para dibujar como una vez al mes. Siempre es el primer domingo de cada mes”, explica.
La idea surgió de manera espontánea, durante un concurso de pintura en el que coincidieron varias personas aficionadas al dibujo. “Se lo comenté: ¿Qué os parecería si hiciéramos este grupo? ¿Os juntaríais? Y todos: ¡Ay, sí, qué chulo!”. Así nació Urban Sketchers Zamora, un colectivo que hoy reúne a más de 100 personas. “Yo pensé que íbamos a estar diez, cuatro gatos, y ya… A día de hoy estamos en el grupo 107 personas”, cuenta Merce con una sonrisa.
¿Qué es un Urban Sketcher?
Un Urban Sketcher es alguien que practica el dibujo urbano: una disciplina artística que consiste en dibujar escenas reales directamente del entorno, especialmente en espacios urbanos. No se dibuja desde fotografías ni se prepara el boceto en casa: se dibuja in situ, con los sentidos abiertos, capturando lo que ocurre en ese instante.
El movimiento Urban Sketchers nació en 2007, cuando el ilustrador Gabriel Campanario creó una comunidad en Flickr para compartir este tipo de dibujos. Al año siguiente, fundó la organización sin ánimo de lucro Urban Sketchers (USk), con la misión de mostrar el mundo, dibujo a dibujo. Desde entonces, el movimiento se ha extendido a más de 60 países y ha inspirado a miles de personas a dibujar sus ciudades.
Filosofía: Libertad, Autenticidad y Comunidad
El manifiesto de Urban Sketchers establece ocho principios que guían a sus miembros. Entre ellos, destacan el compromiso con el dibujo hecho en el lugar, la fidelidad a las escenas observadas, el respeto entre dibujantes y el deseo de compartir. No se busca la perfección técnica, sino la autenticidad: capturar lo real tal como se presenta, con sus detalles, su vida y sus imperfecciones.
Esta filosofía también se refleja en el grupo de Zamora. “Es un grupo libre, totalmente. Es gratuito, es libre. Y quien quiera puede venir con sus materiales a pintar. No se juzga a nadie. Todos los estilos son buenos, todos los estilos son válidos”, afirma Merce. La diversidad del grupo lo demuestra: hay niños, jubilados, arquitectos, estudiantes de arte y muchos aficionados. “Venimos a disfrutar y a pasar un rato juntos.”
Dibujar para Mirar, Dibujar para Compartir
Un Urban Sketcher puede dibujar casi cualquier cosa que vea: desde una plaza hasta una farola, desde un tranvía hasta un café lleno de gente. Cada trazo es un acto de observación y una forma de documentar la vida urbana. Algunos sketchers acompañan sus dibujos con anotaciones: la hora, el clima, una conversación escuchada al pasar… Todo esto convierte cada página del cuaderno en una crónica visual y personal.
Además de dibujar, estos grupos crean comunidad. “Se ha visto que esto crea afición”, dice Merce. “Mucha gente se para, te pregunta, les cuentas y dicen: ‘Ah, mira, qué bien, pues a lo mejor algún día me uno’”. Y así es como el grupo sigue creciendo.
Una Red Global de Cuadernos Abiertos
Urban Sketchers no es solo un fenómeno local. Gracias a redes como Instagram, el grupo de Zamora se conecta con otros en todo el mundo. “Tenemos relación con grupos de Singapur, del Reino Unido, de Estados Unidos…”, cuenta Merce. También hay encuentros con grupos españoles: Córdoba, Málaga, Galicia… Incluso han recibido visitas de sketchers de Asturias y del País Vasco que viajan solo para dibujar con ellos.
Este espíritu de comunidad abierta permite que cualquier persona pueda unirse en cualquier momento, sin compromiso ni exigencias. “Es muy abierto todo y muy libre, es un poco la idea”, resume Merce.
Dibujar para Estar Presentes
Ser Urban Sketcher es más que hacer dibujos bonitos. Es una forma de parar, observar y conectar. Es una manera de vivir el presente con lápiz en mano, de ver belleza donde otros pasan de largo, y de contar historias sin palabras.
En Zamora, como en cientos de ciudades del mundo, los cuadernos siguen llenándose de líneas, colores y momentos. Gracias a personas como Merce, el arte sale a la calle, se sienta en un banco y dibuja la vida.
“¡A ver, yo me llamo Merce. Simplemente!”, dice con entusiasmo Merce, una de las impulsoras del grupo de Urban Sketchers en Zamora. Aunque no se considera coordinadora, ha sido el motor detrás de una iniciativa que ha transformado la forma en la que muchas personas en su ciudad se relacionan con el arte, el entorno y entre ellas. “Somos un grupo de gente que quedamos para dibujar como una vez al mes. Siempre es el primer domingo de cada mes”, explica.
La idea surgió de manera espontánea, durante un concurso de pintura en el que coincidieron varias personas aficionadas al dibujo. “Se lo comenté: ¿Qué os parecería si hiciéramos este grupo? ¿Os juntaríais? Y todos: ¡Ay, sí, qué chulo!”. Así nació Urban Sketchers Zamora, un colectivo que hoy reúne a más de 100 personas. “Yo pensé que íbamos a estar diez, cuatro gatos, y ya… A día de hoy estamos en el grupo 107 personas”, cuenta Merce con una sonrisa.
¿Qué es un Urban Sketcher?
Un Urban Sketcher es alguien que practica el dibujo urbano: una disciplina artística que consiste en dibujar escenas reales directamente del entorno, especialmente en espacios urbanos. No se dibuja desde fotografías ni se prepara el boceto en casa: se dibuja in situ, con los sentidos abiertos, capturando lo que ocurre en ese instante.
El movimiento Urban Sketchers nació en 2007, cuando el ilustrador Gabriel Campanario creó una comunidad en Flickr para compartir este tipo de dibujos. Al año siguiente, fundó la organización sin ánimo de lucro Urban Sketchers (USk), con la misión de mostrar el mundo, dibujo a dibujo. Desde entonces, el movimiento se ha extendido a más de 60 países y ha inspirado a miles de personas a dibujar sus ciudades.
Filosofía: Libertad, Autenticidad y Comunidad
El manifiesto de Urban Sketchers establece ocho principios que guían a sus miembros. Entre ellos, destacan el compromiso con el dibujo hecho en el lugar, la fidelidad a las escenas observadas, el respeto entre dibujantes y el deseo de compartir. No se busca la perfección técnica, sino la autenticidad: capturar lo real tal como se presenta, con sus detalles, su vida y sus imperfecciones.
Esta filosofía también se refleja en el grupo de Zamora. “Es un grupo libre, totalmente. Es gratuito, es libre. Y quien quiera puede venir con sus materiales a pintar. No se juzga a nadie. Todos los estilos son buenos, todos los estilos son válidos”, afirma Merce. La diversidad del grupo lo demuestra: hay niños, jubilados, arquitectos, estudiantes de arte y muchos aficionados. “Venimos a disfrutar y a pasar un rato juntos.”
Dibujar para Mirar, Dibujar para Compartir
Un Urban Sketcher puede dibujar casi cualquier cosa que vea: desde una plaza hasta una farola, desde un tranvía hasta un café lleno de gente. Cada trazo es un acto de observación y una forma de documentar la vida urbana. Algunos sketchers acompañan sus dibujos con anotaciones: la hora, el clima, una conversación escuchada al pasar… Todo esto convierte cada página del cuaderno en una crónica visual y personal.
Además de dibujar, estos grupos crean comunidad. “Se ha visto que esto crea afición”, dice Merce. “Mucha gente se para, te pregunta, les cuentas y dicen: ‘Ah, mira, qué bien, pues a lo mejor algún día me uno’”. Y así es como el grupo sigue creciendo.
Una Red Global de Cuadernos Abiertos
Urban Sketchers no es solo un fenómeno local. Gracias a redes como Instagram, el grupo de Zamora se conecta con otros en todo el mundo. “Tenemos relación con grupos de Singapur, del Reino Unido, de Estados Unidos…”, cuenta Merce. También hay encuentros con grupos españoles: Córdoba, Málaga, Galicia… Incluso han recibido visitas de sketchers de Asturias y del País Vasco que viajan solo para dibujar con ellos.
Este espíritu de comunidad abierta permite que cualquier persona pueda unirse en cualquier momento, sin compromiso ni exigencias. “Es muy abierto todo y muy libre, es un poco la idea”, resume Merce.
Dibujar para Estar Presentes
Ser Urban Sketcher es más que hacer dibujos bonitos. Es una forma de parar, observar y conectar. Es una manera de vivir el presente con lápiz en mano, de ver belleza donde otros pasan de largo, y de contar historias sin palabras.
En Zamora, como en cientos de ciudades del mundo, los cuadernos siguen llenándose de líneas, colores y momentos. Gracias a personas como Merce, el arte sale a la calle, se sienta en un banco y dibuja la vida.






















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