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La corrupción: maridaje entre el poder y el dinero
Francisco José Alonso Rodríguez
![[Img #100390]](https://eldiadezamora.es/upload/images/07_2025/5374_francisco.jpg)
Sor Juana Inés de la Cruz, una religiosa mexicana del siglo XVII, ilustró magistralmente esta relación en su poema Hombres Necios. En este poema señala que la responsabilidad está en ambos lados de esta ecuación. En el caso del poema, se trata de ver al seductor tan culpable como la mujer que cae en el juego del amor a cambio de dinero. Dice Sor Juana Inés: …quien peca más?, sí la que peca por la paga o el que paga por pecar …
En este poema hay una mujer que se corrompe y un hombre que la compra con dinero. La prostitución es una forma común de corrupción, pero hay muchas más formas en nuestra cultura.
La forma más palpable de corrupción social se ve en los ambientes donde imperan las mafias, hacen que voluntades se dobleguen y se cometan injusticias e inmoralidades por ganar prestigio social en determinados ambientes poderosos. Cuantas veces, por quedar bien con determinados grupos sociales, se alinean con corruptos e incompetentes, son consecuentes con sus injusticias e inmoralidades, se dejan comprar por dinero o por prestigio, sin importar el costo moral.
La corrupción política causa grandes efectos negativos porque los ciudadanos sienten que sus interese han sido vulnerados, su dinero lo han robado los responsables nombrados para administrarlos. El político tiene el poder y hay un corruptor que paga para recibir beneficios, lo grave del político es su traición a todos los ideales de la praxis política; por codicia: roba, engaña, vende favores, hace un mal uso del dinero público y las consecuencias de sus actos son incalculables: pierde todo su honor y prestigio, acaba con su carrera política, hace zozobrar su grupo político y a veces, arrastra al gobierno en pleno al fracaso.
Nuestro país vive actualmente esa conmoción por varios políticos corruptos, con serias consecuencias para el gobierno y un gran enojo en la ciudadanía. Pero no olvidemos a los corruptores, empresas que ganan contratos, monopolios y preventas de manera fraudulenta, son tan culpables por tramposas, desleales y ventajosos. Se ganan los contratos y las licitaciones sin mérito para ello, amañan los procesos de selección para alcanzar contratos y beneficios con sus cómplices en el gobierno de turno, quienes a su vez ganan comisiones o mordidas. Todos ganan, menos los ciudadanos que ven robados los dineros públicos.
Hay una gran tarea por delante al querer limpiar de corrupción los ambientes políticos y sociales, empecemos por nuestro propio entorno, paguemos lo justo a los trabajadores a nuestro cargo, respetemos a todos los que nos rodean, seamos transparentes con nuestros impuestos, trabajemos el tiempo pactado; la honestidad es un gran valor, hay que educar a los más jóvenes en la pulcritud y la honradez en todas las esferas de la vida.
Una vida digna y honrada es la mejor herencia, el mayor testimonio que podemos dejar a nuestros hijos. Todos manejamos alguna cuota de poder, de autoridad, cuidémonos bien nuestros valores para no dejarnos seducir por halagos sociales, dinero fácil, prestigio conseguido con fraudes, complicidades inmorales. Huyamos de todo trato con el mal, que no suele traer nada bueno. Por otro lado, exijamos transparencia en nuestros gobernantes, vidas dignas y ejemplares, escojamos personas honestas capaces de vencer el insidioso poder del dinero y los corruptores que aparecerán en su camino.
Recuerdo que ya en los años 80 del Siglo pasado. En la selva colombiana un guerrillero me digo “aquí lo único que corrompe en la LECHUGA” (era el dólar por su color verde)
Politólogo. - Sociólogo. - Presidente Liga Española Pro Derechos Humanos. - Centro de Estudios Ateneos. - Centro de Estudios Manuel Azaña.
Sor Juana Inés de la Cruz, una religiosa mexicana del siglo XVII, ilustró magistralmente esta relación en su poema Hombres Necios. En este poema señala que la responsabilidad está en ambos lados de esta ecuación. En el caso del poema, se trata de ver al seductor tan culpable como la mujer que cae en el juego del amor a cambio de dinero. Dice Sor Juana Inés: …quien peca más?, sí la que peca por la paga o el que paga por pecar …
En este poema hay una mujer que se corrompe y un hombre que la compra con dinero. La prostitución es una forma común de corrupción, pero hay muchas más formas en nuestra cultura.
La forma más palpable de corrupción social se ve en los ambientes donde imperan las mafias, hacen que voluntades se dobleguen y se cometan injusticias e inmoralidades por ganar prestigio social en determinados ambientes poderosos. Cuantas veces, por quedar bien con determinados grupos sociales, se alinean con corruptos e incompetentes, son consecuentes con sus injusticias e inmoralidades, se dejan comprar por dinero o por prestigio, sin importar el costo moral.
La corrupción política causa grandes efectos negativos porque los ciudadanos sienten que sus interese han sido vulnerados, su dinero lo han robado los responsables nombrados para administrarlos. El político tiene el poder y hay un corruptor que paga para recibir beneficios, lo grave del político es su traición a todos los ideales de la praxis política; por codicia: roba, engaña, vende favores, hace un mal uso del dinero público y las consecuencias de sus actos son incalculables: pierde todo su honor y prestigio, acaba con su carrera política, hace zozobrar su grupo político y a veces, arrastra al gobierno en pleno al fracaso.
Nuestro país vive actualmente esa conmoción por varios políticos corruptos, con serias consecuencias para el gobierno y un gran enojo en la ciudadanía. Pero no olvidemos a los corruptores, empresas que ganan contratos, monopolios y preventas de manera fraudulenta, son tan culpables por tramposas, desleales y ventajosos. Se ganan los contratos y las licitaciones sin mérito para ello, amañan los procesos de selección para alcanzar contratos y beneficios con sus cómplices en el gobierno de turno, quienes a su vez ganan comisiones o mordidas. Todos ganan, menos los ciudadanos que ven robados los dineros públicos.
Hay una gran tarea por delante al querer limpiar de corrupción los ambientes políticos y sociales, empecemos por nuestro propio entorno, paguemos lo justo a los trabajadores a nuestro cargo, respetemos a todos los que nos rodean, seamos transparentes con nuestros impuestos, trabajemos el tiempo pactado; la honestidad es un gran valor, hay que educar a los más jóvenes en la pulcritud y la honradez en todas las esferas de la vida.
Una vida digna y honrada es la mejor herencia, el mayor testimonio que podemos dejar a nuestros hijos. Todos manejamos alguna cuota de poder, de autoridad, cuidémonos bien nuestros valores para no dejarnos seducir por halagos sociales, dinero fácil, prestigio conseguido con fraudes, complicidades inmorales. Huyamos de todo trato con el mal, que no suele traer nada bueno. Por otro lado, exijamos transparencia en nuestros gobernantes, vidas dignas y ejemplares, escojamos personas honestas capaces de vencer el insidioso poder del dinero y los corruptores que aparecerán en su camino.
Recuerdo que ya en los años 80 del Siglo pasado. En la selva colombiana un guerrillero me digo “aquí lo único que corrompe en la LECHUGA” (era el dólar por su color verde)
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