Últimas vacaciones de Sánchez para reflexionar sobre la dignidad

Gonzalo Julián

        Y por dignidad me refiero a la suya, por supuesto, y a buena parte de la que le ha hecho perder al País.

        Me explico.  Para la inmensa mayoría de la población gobernada, (y entre ellos incluyo a los que no pueden reconocer y admitir lo que se expone a continuación), el Presidente ha llegado demasiado lejos en sus concesiones a quien las necesitaba y las exigía “para poder él continuar al frente del Gobierno”: Podemos, Sumar, Izquierda Unida... y Junts, Esquerra...  Lo que empezó como “un faltar a su palabra”: “No poder dormir si pacto con Podemos”... “La amnistía es imposible, puesto que es inconstitucional”-; etc.... pasó a ser “un cambio de opinión”, o un “acercamiento a la reconciliación entre Cataluña y el resto del Estado”...

        Pero aquello, con ser inverosímil para todos quienes lo veíamos desde fuera, CONTINUÓ con argumentos y acontecimientos que no hace falta que sean repetidos y recordados aquí, entre otras cosas puesto que sería imposible traerlos todos a una página de un diario digital.

        Y se le unió, tras ser descubierto y documentado por la Guardia Civil, los negocios, amaños, indecencias dentro del Propio Gobierno, donde todos han de ser responsables: unos por conocimiento y encubrimiento, y el resto por manifiesta incapacidad de percibir lo que ocurre en la puerta de al lado, siendo todo tan notorio y manifiesto como hemos visto... lo cual les inhabilita para gobernar un País.

El Presidente, necesariamente ha de estar en uno de estos dos grupos, y con sus mismas consecuencias. A ÉL SE LE UNE, además:

1.- Haber contratado la elaboración de su Tesis Doctoral.

2.- Las  serias dudas de cómo consiguió su mujer dirigir un Master en la universidad.

3.- El que pudiera haber “colaborado”, ella misma,  en el rescate de Air Europa.

4.- El puesto de trabajo, sin que hiciera falta para esa función despacho, “encontrado” por su hermano en Badajoz.

        Pues todo lo anterior, al menos, hubiera hecho ver como más que razonable y justificado que el Presidente hubiese dado un paso a un lado, dejando a alguien que lo intentase de otra manera. También pudo convocar elecciones cuando aún podía, con las encuestas en la mano, haberlas “empatado, si no ganado”. Nada de esto hizo, como sabemos.

        Ahora tiene la última oportunidad antes de que el retorno sea imposible, y su huida adelante se convierta, y lo convierta a él, en un esperpento de si mismo. En estas, merecidas o no, vacaciones en un complejo propiedad del Estado, debe de reflexionar en DESHACER todo lo posible de lo que ha hecho “contra natura”, por indicación de sus socios directos de gobierno, con ministerio y, sobre todo, las concesiones a los independentistas: condonación de la deuda, adjudicación de los impuestos recaudados, retirada hasta donde se pueda de la Ley de Amnistía, etc., etc.

        Para recuperar esa porción de dignidad que le pueda quedar, sobre todo con los suyos, que tendrían -creo- un gesto que les permitiera volver a votar PSOE. Y a España también le devolvería la dignidad y el orgullo que como país teníamos desde la recuperación de la Democracia, y que hasta eso parece que también quieren abolir, desterrar y olvidar.

Gonzalo Julián