Propiedad, Vizcaíno y Sabas han confeccionado una potente plantilla para jugar por el ascenso

La plantilla que han preparado la familia Páez Ruiz de Lopez, David Vizcaíno, director Deportivo, y Juan Sabas, primer entrenador, y su cuerpo técnico, es, a priori, después llegarán los resultados, la más potente conocida por la entidad rojiblanca. Solo faltaba un central diestro y joven, con capacidad para progresar futbolísticamente, como Luismi Luengo, para cerrar un plantel impresionante, en el que jugadores de experiencia y con calidad contrastada se asociarán con gente joven y de enorme potencial. La mano maestra del técnico madrileño, toda su sapiencia y experiencia deberán atender a la conjunción de un equipo que tiene de todo. Cierto que Sabas no va a cambiar su forma de entender el fútbol por tener mejores jugadores que la temporada anterior, presión, velocidad, esfuerzo, trabajo y dominio del juego, más proyección en ataque desde las bandas; pero ahora cuenta con futbolistas de gran talento para ejecutar sus planes. Resta un mes para presentarse de largo en un remozado césped del Ruta de la Plata, tiempo suficiente para ir modelando a una escuadra rojiblanca diseñada, al menos, para jugar la fase de ascenso.

Hasta ese debut, el Zamora jugará varios partidos de pretemporada, como con el Palencia, viejo rival, mañana, sábado, 2 de agosto, en La Balastera; después llegarán dos triangulares, el prestigioso Colombino y el que se disputará en San Sebastián de los Reyes; otro en Asturias, en Langreo, con la Unión Popular, más los que disponga la clasificación en la Copa Federación, minutos suficientes para que Sabas tenga preparada a su plantilla para demostrar su potencial.

Nunca, como en esta pretemporada, la afición rojiblanca habrá comprobado cómo juega su equipo, debido a la renovación del nuevo césped del estadio, hecho más que necesario desde ha tiempo. Los 4.000 seguidores que hayan adquirido el carné de socio hasta la fecha de inicio de la Liga se sentarán en sus asientos del Ruta de la Plata sin conocer tan si quiera a sus jugadores, a los que distinguirán por los colores de sus camisetas. Solo quedan de anteriores batallas futbolísticas Fermín, Rufo, Carlos Ramos, Clavería, Quique Márquez y Álvaro Romero. El resto de sus compañeros resultan desconocidos para todos, excepción de las fotografías que nos han ido llegando.

Leyendo y escuchando las declaraciones de Vizcaíno y Sabas, máximos responsables de la construcción de esta plantilla, se percibe que ambos evidencian un estado de ánimo extraordinario por los logros conseguidos durante esta campaña futbolística fructífera. Y me temo que también la propia masa rojiblanca se ha contagiado de ese estado de ánimo de los dos profesionales citados con anterioridad. Por lo tanto, en el último fin de semana de agosto, mes que comienza hoy, se inaugurará la temporada de la esperanza, de un sueño posible: jugar la fase de ascenso y, si es posible, ascender de categoría.

E. Navascués de Zubiría