Españoles más iguales que otros

Siempre me ha sorprendido que sólo se pida la prisión provisional para lo que podríamos llamar los “desgraciados”. Las personas realmente importantes, siempre asistidos por abogados criminales y criminales abogados que son los que cobran más caro, suelen ser tratados con guantes de seda, y resulta inimaginable que alguien piense en enviarles a prisión provisional, y por no hablar de las presiones, “recomendaciones”, e incluso órdenes que se reciben para actuar en un sentido o en otro, siempre verbales, para no dejar rastro, y ya sabemos que la fiscalía es un cuerpo jerárquico. ¡Claro!..., y es que acostumbrados a hoteles de cinco estrellas, ¿cómo van a vivir, los “pobrecillos”, en una miserable cárcel rodeados de lo peor de cada casa? Esa diferencia entre españoles, dependiendo de la clase social, repugna a la Constitución, cuyo artículo 14 dice claramente que “todos los españoles somos iguales ante la ley”. Pero la realidad es que parece que hay españoles que son “más iguales” que otros. No ignoro que hay una “corriente doctrinal” en el mundo del Derecho contraria a la prisión provisional, porque estigmatiza y supone una condena anticipada por unos hechos en los que posteriormente puede haber una sentencia absolutoria, pero esta situación crea malestar entre la ciudadanía, y creo que no nos falta razón a los que pensamos que debe existir la igualdad entre todos los delincuentes. El Tribunal Constitucional no es un verdadero Tribunal, ni una buena parte de sus miembros son realmente jueces, sino comisarios políticos de los partidos con mando, porque últimamente viene diciendo que “sólo debe pedirse y acordarse la prisión provisional si existe riesgo de fuga del investigado, y si hay riesgo de destrucción u ocultación de pruebas”... ¿Ustedes, apreciados lectores, creen que es normal dejar en libertad a peligrosos delincuentes de guante blanco, políticos y altos funcionarios con fortunas en el extranjero? Yo, no.