CARRETERAS
Aumentan los tramos de alto riesgo en la Red de Carreteras del Estado
El informe iRAP 2024, elaborado por la Fundación RACE, revela un incremento de zonas peligrosas, con La Rioja, Cataluña y Aragón a la cabeza
El último Informe iRAP 2024, presentado por la Fundación RACE, muestra un preocupante incremento en el número de tramos de Riesgo Alto dentro de la Red de Carreteras del Estado (RCE). Entre 2021 y 2023, se analizaron 25.742 kilómetros de vías, detectándose 2.838 kilómetros con niveles de peligrosidad medio-alto y alto, lo que representa más del 9% de la red evaluada.
Según el estudio, las comunidades autónomas de La Rioja, Cataluña y Aragón concentran el mayor porcentaje de tramos peligrosos, con cifras que superan la media nacional del 2,9%. La Rioja lidera con un 6,8% de sus carreteras en alto riesgo, seguida de Cataluña (6,2%) y Aragón (5,9%).
La investigación, desarrollada por la Fundación RACE como miembro de iRAP, indica que las carreteras más inseguras suelen compartir ciertas características: son carreteras convencionales, de calzada única, con intersecciones al mismo nivel y un intensidad media diaria (IMD) por debajo de 10.000 vehículos.
Por el contrario, las vías de gran capacidad —como autovías y autopistas— son más seguras gracias a la eliminación de adelantamientos con invasión del carril contrario y a la presencia de intersecciones a distinto nivel.
Del total de vías evaluadas, se han identificado 82 tramos de Riesgo Elevado. De ellos, 21 son “tramos negros” (Riesgo Alto) y 61 son “tramos rojos” (Riesgo Medio-Alto).
El tramo más peligroso se encuentra en Cataluña, en la N-260, entre los puntos kilométricos 187,7 y 193,84. Otros tramos negros destacados son:
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N-340 (Comunidad Valenciana y Cataluña)
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N-6 (Galicia)
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N-110 (Castilla y León)
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N-345 (Murcia)
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N-4 y N-323 (Andalucía)
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N-211 (Aragón)
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N-111 (Castilla y León)
El periodo 2021-2023 registró 3.510 accidentes en la RCE, lo que supone un aumento del 17,5% respecto al trienio anterior. Entre ellos, 1.133 accidentes fueron mortales, con 1.257 fallecidos y 2.377 heridos graves.
En cuanto a vehículos pesados, estuvieron implicados en el 9% de los accidentes graves y mortales. El informe detecta 259 tramos donde se produjeron este tipo de siniestros, el 68,4% de ellos con Riesgo Elevado.
Aunque en esta edición no fue posible calcular el índice de riesgo para motoristas por falta de datos de aforo, el estudio recoge 968 accidentes con víctimas de este colectivo en el trienio analizado. De las 1.032 víctimas, 231 fueron fallecidos y 801 heridos graves.
La siniestralidad en motocicleta se concentra principalmente en Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana, que suman el 56% de los accidentes. Por tipo de vía, las carreteras convencionales representan el 47,6% de los siniestros y las autovías el 42,9%.
La Fundación RACE considera que el mantenimiento de las infraestructuras debe ser la primera medida para reducir la siniestralidad vial. Asimismo, propone la instalación de radares en puntos de alto riesgo, ya que actualmente solo dos tramos peligrosos cuentan con un radar fijo de control de velocidad.
El informe del Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible también ha contribuido a una mejor clasificación y análisis de los tramos, al ajustarlos según sus condiciones geométricas y tráfico real, lo que permite una evaluación más precisa y homogénea.
En definitiva, el Informe iRAP 2024 pone sobre la mesa la urgente necesidad de intervenir en los tramos identificados con Riesgo Alto, reforzar la seguridad en las carreteras convencionales y seguir monitorizando los accidentes para implementar medidas efectivas que reduzcan las víctimas en las carreteras españolas.
El último Informe iRAP 2024, presentado por la Fundación RACE, muestra un preocupante incremento en el número de tramos de Riesgo Alto dentro de la Red de Carreteras del Estado (RCE). Entre 2021 y 2023, se analizaron 25.742 kilómetros de vías, detectándose 2.838 kilómetros con niveles de peligrosidad medio-alto y alto, lo que representa más del 9% de la red evaluada.
Según el estudio, las comunidades autónomas de La Rioja, Cataluña y Aragón concentran el mayor porcentaje de tramos peligrosos, con cifras que superan la media nacional del 2,9%. La Rioja lidera con un 6,8% de sus carreteras en alto riesgo, seguida de Cataluña (6,2%) y Aragón (5,9%).
La investigación, desarrollada por la Fundación RACE como miembro de iRAP, indica que las carreteras más inseguras suelen compartir ciertas características: son carreteras convencionales, de calzada única, con intersecciones al mismo nivel y un intensidad media diaria (IMD) por debajo de 10.000 vehículos.
Por el contrario, las vías de gran capacidad —como autovías y autopistas— son más seguras gracias a la eliminación de adelantamientos con invasión del carril contrario y a la presencia de intersecciones a distinto nivel.
Del total de vías evaluadas, se han identificado 82 tramos de Riesgo Elevado. De ellos, 21 son “tramos negros” (Riesgo Alto) y 61 son “tramos rojos” (Riesgo Medio-Alto).
El tramo más peligroso se encuentra en Cataluña, en la N-260, entre los puntos kilométricos 187,7 y 193,84. Otros tramos negros destacados son:
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N-340 (Comunidad Valenciana y Cataluña)
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N-6 (Galicia)
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N-110 (Castilla y León)
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N-345 (Murcia)
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N-4 y N-323 (Andalucía)
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N-211 (Aragón)
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N-111 (Castilla y León)
El periodo 2021-2023 registró 3.510 accidentes en la RCE, lo que supone un aumento del 17,5% respecto al trienio anterior. Entre ellos, 1.133 accidentes fueron mortales, con 1.257 fallecidos y 2.377 heridos graves.
En cuanto a vehículos pesados, estuvieron implicados en el 9% de los accidentes graves y mortales. El informe detecta 259 tramos donde se produjeron este tipo de siniestros, el 68,4% de ellos con Riesgo Elevado.
Aunque en esta edición no fue posible calcular el índice de riesgo para motoristas por falta de datos de aforo, el estudio recoge 968 accidentes con víctimas de este colectivo en el trienio analizado. De las 1.032 víctimas, 231 fueron fallecidos y 801 heridos graves.
La siniestralidad en motocicleta se concentra principalmente en Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana, que suman el 56% de los accidentes. Por tipo de vía, las carreteras convencionales representan el 47,6% de los siniestros y las autovías el 42,9%.
La Fundación RACE considera que el mantenimiento de las infraestructuras debe ser la primera medida para reducir la siniestralidad vial. Asimismo, propone la instalación de radares en puntos de alto riesgo, ya que actualmente solo dos tramos peligrosos cuentan con un radar fijo de control de velocidad.
El informe del Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible también ha contribuido a una mejor clasificación y análisis de los tramos, al ajustarlos según sus condiciones geométricas y tráfico real, lo que permite una evaluación más precisa y homogénea.
En definitiva, el Informe iRAP 2024 pone sobre la mesa la urgente necesidad de intervenir en los tramos identificados con Riesgo Alto, reforzar la seguridad en las carreteras convencionales y seguir monitorizando los accidentes para implementar medidas efectivas que reduzcan las víctimas en las carreteras españolas.




















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