
COPA FEDERACIÓN
El Zamora CF gana la Copa Federación a Unionistas, que jugó 45 minutos con diez hombres
Imposible hacer buen fútbol sobre el césped seco e irregular del Luciano Rubio benaventano, más con 31º C cuando empezó el partido final de la Copa Federación, con el sol ejerciendo su autoridad despótica sobre todo intento de realizar esfuerzos futbolísticos. Ganó el Zamora, no porque fuera mejor que un aguerrido y duro Unionistas, que, durante la primera mitad, tras una buena salida verdiblanca, colores que hoy vistió al equipo de Sabas, supo frenar el favoritismo local con juego excesivo, con codazos y patadas antirreglamentarias, una de ellas provocó la expulsión, minuto 41 de Farru, que dejó sus tacos en un costado de Loren Burón, que ya antes pareció un Ecce Homo, al recibir codazos, empujones y otras lindezas impropias de profesionales.
El técnico madrileño jugó con un equipo inicial lógico: Fermín, bajo palos; con Rufo, Luismi Luengo, Erik Ruiz y Merchán en defensa; Ramos y Clavería en la medular, con Márquez por delante de ellos; en las bandas, Loren y Monerris, y Farrel, como ariete.
Ya comenté en el primer párrafo de la introducción que el Zamora salió mandando, con un centro de Monerris que acabó en córner y un disparo de Clavería, que detuvo Marco. A los cinco minutos, nivelo el capítulo de oportunidades Farru, al rematar una falta ensayada, que rozó el palo derecho de la portería de Fermín.
Y, en el minuto 17, un enorme disparo de Monerris se estrelló en la escuadra. Después, lo único interesante habrá que dedicárselo a la expulsión de Farru. Unionistas debería jugar toda la segunda mitad con diez hombres.
El Zamora mandó en el campo desde el inicio de la segunda entrega y hasta que marcó Farrel, un gran tanto, a centro, magnífico, de Ramos (minuto 57). Antes anoté buenas jugadas de Merchán por su banda hasta profundizar por la línea de fondo. Otro cabezazo del lateral izquierdo que detuvo Marco y nada más.
Oriol introdujo dos cambios en su equipo en el minuto 54, al dar entrada a Pachón y Prada y sacar del campo a De la Nava y Marco.
Fue marcar el Zamora, y cambiar el choque. Unionistas pasó a mandar y el cuadro rojiblanco a jugar balones largos buscando a sus puntas, sin sacar demasiado partido a ese tipo de juego. Fermín tuvo que hacer una gran parada en el minuto 59, a disparo cruzado y desde muy cerca a Pachón.
Quiso Sabas reforzar su tela de araña defensiva, dando entrada a Mario García, que sustituyó a Clavería, cuando corría el minuto 61. Hubo centros peligrosos de Unionistas que resolvió bien la zaga rojiblanca y poco más en los últimos 20 minutos. Después, para inyectar nueva sangre a su equipo, salieron Athuman y Sancho, sustitutos de los dos exteriores titulares Monerris y Burón. Rufo subió al extremo, mientas que Luismo hacía de lateral derecho.
La situación más complicada para los rojiblancos surgió en un centro extraño desde la derecha, obra de Olmedo que cayó sobre el larguero, después de una rara maniobra de Fermín.
Los últimos cambios de Sabas los protagonizaron Eslava y Álvaro Romero, que saltaron al césped por Rufo y Márquez.
Pudo rubricar la victoria rojiblanca Álvaro Romero, pero se entretuvo en un balón franco dentro del área charra.
El Zamora CF se impuso, pues, en la Copa Federación de Castilla y León, ahora, el próximo sábado toca ganar para sumar al Celta Fortuna. Sabas espera recuperar a hombres importantes lesionados para empezar a soñar con todo, en una temporada que nace cargada de ilusión y esperanza.
Fotografía: Farrel, autor del gol rojiblanco (ZCF)
Imposible hacer buen fútbol sobre el césped seco e irregular del Luciano Rubio benaventano, más con 31º C cuando empezó el partido final de la Copa Federación, con el sol ejerciendo su autoridad despótica sobre todo intento de realizar esfuerzos futbolísticos. Ganó el Zamora, no porque fuera mejor que un aguerrido y duro Unionistas, que, durante la primera mitad, tras una buena salida verdiblanca, colores que hoy vistió al equipo de Sabas, supo frenar el favoritismo local con juego excesivo, con codazos y patadas antirreglamentarias, una de ellas provocó la expulsión, minuto 41 de Farru, que dejó sus tacos en un costado de Loren Burón, que ya antes pareció un Ecce Homo, al recibir codazos, empujones y otras lindezas impropias de profesionales.
El técnico madrileño jugó con un equipo inicial lógico: Fermín, bajo palos; con Rufo, Luismi Luengo, Erik Ruiz y Merchán en defensa; Ramos y Clavería en la medular, con Márquez por delante de ellos; en las bandas, Loren y Monerris, y Farrel, como ariete.
Ya comenté en el primer párrafo de la introducción que el Zamora salió mandando, con un centro de Monerris que acabó en córner y un disparo de Clavería, que detuvo Marco. A los cinco minutos, nivelo el capítulo de oportunidades Farru, al rematar una falta ensayada, que rozó el palo derecho de la portería de Fermín.
Y, en el minuto 17, un enorme disparo de Monerris se estrelló en la escuadra. Después, lo único interesante habrá que dedicárselo a la expulsión de Farru. Unionistas debería jugar toda la segunda mitad con diez hombres.
El Zamora mandó en el campo desde el inicio de la segunda entrega y hasta que marcó Farrel, un gran tanto, a centro, magnífico, de Ramos (minuto 57). Antes anoté buenas jugadas de Merchán por su banda hasta profundizar por la línea de fondo. Otro cabezazo del lateral izquierdo que detuvo Marco y nada más.
Oriol introdujo dos cambios en su equipo en el minuto 54, al dar entrada a Pachón y Prada y sacar del campo a De la Nava y Marco.
Fue marcar el Zamora, y cambiar el choque. Unionistas pasó a mandar y el cuadro rojiblanco a jugar balones largos buscando a sus puntas, sin sacar demasiado partido a ese tipo de juego. Fermín tuvo que hacer una gran parada en el minuto 59, a disparo cruzado y desde muy cerca a Pachón.
Quiso Sabas reforzar su tela de araña defensiva, dando entrada a Mario García, que sustituyó a Clavería, cuando corría el minuto 61. Hubo centros peligrosos de Unionistas que resolvió bien la zaga rojiblanca y poco más en los últimos 20 minutos. Después, para inyectar nueva sangre a su equipo, salieron Athuman y Sancho, sustitutos de los dos exteriores titulares Monerris y Burón. Rufo subió al extremo, mientas que Luismo hacía de lateral derecho.
La situación más complicada para los rojiblancos surgió en un centro extraño desde la derecha, obra de Olmedo que cayó sobre el larguero, después de una rara maniobra de Fermín.
Los últimos cambios de Sabas los protagonizaron Eslava y Álvaro Romero, que saltaron al césped por Rufo y Márquez.
Pudo rubricar la victoria rojiblanca Álvaro Romero, pero se entretuvo en un balón franco dentro del área charra.
El Zamora CF se impuso, pues, en la Copa Federación de Castilla y León, ahora, el próximo sábado toca ganar para sumar al Celta Fortuna. Sabas espera recuperar a hombres importantes lesionados para empezar a soñar con todo, en una temporada que nace cargada de ilusión y esperanza.
Fotografía: Farrel, autor del gol rojiblanco (ZCF)
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