
1ª RFEF
El Zamora CF jugó para sumar tres puntos, pero firmó un empate (0-0) ante el Celta
Intuyo que el equipo de Sabas, cuando encuentren su mejor estado físico los lesionados y se conozcan los miembros de la plantilla, dará miedo a sus rivales, siempre que acierte a meter la pelotita en la portería contraria, hecho que no aconteció en esta primera jornada
Se cuenta que los Camborios no quieren a sus hijos con buenos principios. Yo no soy familia de Antonio Torres Heredia, moreno de verde luna, que según Lorca, andaba despacio y garboso. Confieso que a un servidor, que es payo de muchas generaciones, le habría gustado que el mejor juego del Zamora CF hubiera sido premiado con goles en el partido que en este ocaso del penúltimo día de agosto de 2025 se jugó, en el Ruta de la Plata, ante el filial del Celta de Vigo, que apenas puso en apuros a Fermín durante los 95 minutos de juego. Nada. Florituras, buenas maneras y poco más del filial gallego. El Zamora lo puso todo: buen juego, mando, saques de esquina, una docena; disparos, dos bajo palos y diez fuera, con dos ocasiones clarísimas que o bien erraron los delanteros rojiblancos o evitó, con sus intervenciones, el cancerbero Coke.
Insisto en que el equipo de Sabas realizó un excelente partido, en la misma línea que la temporada anterior, pero con jugadores quizá de mayor calidad. El partido pudo haber cambiado radicalmente en el minuto 16, cuando el meta vigués hacia falta, fuera del área, a Farrel, que se quedaba solo ante el marco visitante. En principio, expulsión y falta. Pero el árbitro consideró que el delantero irlandés partió en fuera de juego.
El ariete rojiblanco cabeceó, con dirección, un centro de Monerris, pero la pelota rozóla base del poste por fuera. Y, cuando acababa la primera entrega, doble oportunidad consecutiva de Farrel y Monerris, tras centro raso de Rufo desde la línea de fondo.
Del Celta pocas noticias, salvo alguna falta lateral sobre el área de Fermín y su juego brusco, marrullero, de empujones, que el árbitro, un alavés de Llodio, pasó de sancionar. Su juego lo iniciaba siempre su mejor jugador, Joel López, que, como se hallaba siempre sin marca, solía presentarse en la medular para allí tocar la pelota al compañero más libre. En la segunda mitad, pasó a jugar en banda y el Celta perdió posesión y poderío.
La mejor oportunidad rojiblanca, después de una excelente acción por la derecha, en las botas de Farrel, que remató, un centro a media altura, que se estrelló en el cuerpo de Coke. (Minuto 57).
Sabas decidió, en el minuto 65, entrar en el césped, magnífica, por cierto, la siembra, meter a sus dos arietes, Carbonell, que buscó más la banda izquierda, y Eslava, de ariete clásico. Sustituyeron a Monerris y Farrel. Poco después, Sancho hacía lo propio con Loren Burón, un extremo al que los defensas agreden de forma gratuita.
El Zamora se convirtió en dominador absoluto en los minutos finales, pero no se provocaba, pese a su buen juego, el gol, porque los centros no fueron precisos, tanto los que se ejecutaron a nivel de césped como los que buscaron los remates de cabeza.
Sabas buscó más velocidad por la derecha, en el minuto 72: Sancho entró por el futbolista ecce homo, Loren, y Clavería por Ramos y Markel Lozano por Mario García, que soltó un tremendo partido como medio centro. El Zamora ganó en envergadura, pero no supo sacar provecho en los saques de esquina.
Corolario: Este Zamora posee un enorme potencial, pero todavía es demasiado pronto para exigir demostraciones de fútbol extraordinario. Cuando la gente que no ha hecho pretemporada, debido a las lesiones, halle su mejor estado físico y se conozcan mejor, la escuadra que dirige Sabas dará miedo.
Fotografías: Esteban Pedrosa
Se cuenta que los Camborios no quieren a sus hijos con buenos principios. Yo no soy familia de Antonio Torres Heredia, moreno de verde luna, que según Lorca, andaba despacio y garboso. Confieso que a un servidor, que es payo de muchas generaciones, le habría gustado que el mejor juego del Zamora CF hubiera sido premiado con goles en el partido que en este ocaso del penúltimo día de agosto de 2025 se jugó, en el Ruta de la Plata, ante el filial del Celta de Vigo, que apenas puso en apuros a Fermín durante los 95 minutos de juego. Nada. Florituras, buenas maneras y poco más del filial gallego. El Zamora lo puso todo: buen juego, mando, saques de esquina, una docena; disparos, dos bajo palos y diez fuera, con dos ocasiones clarísimas que o bien erraron los delanteros rojiblancos o evitó, con sus intervenciones, el cancerbero Coke.
Insisto en que el equipo de Sabas realizó un excelente partido, en la misma línea que la temporada anterior, pero con jugadores quizá de mayor calidad. El partido pudo haber cambiado radicalmente en el minuto 16, cuando el meta vigués hacia falta, fuera del área, a Farrel, que se quedaba solo ante el marco visitante. En principio, expulsión y falta. Pero el árbitro consideró que el delantero irlandés partió en fuera de juego.
El ariete rojiblanco cabeceó, con dirección, un centro de Monerris, pero la pelota rozóla base del poste por fuera. Y, cuando acababa la primera entrega, doble oportunidad consecutiva de Farrel y Monerris, tras centro raso de Rufo desde la línea de fondo.
Del Celta pocas noticias, salvo alguna falta lateral sobre el área de Fermín y su juego brusco, marrullero, de empujones, que el árbitro, un alavés de Llodio, pasó de sancionar. Su juego lo iniciaba siempre su mejor jugador, Joel López, que, como se hallaba siempre sin marca, solía presentarse en la medular para allí tocar la pelota al compañero más libre. En la segunda mitad, pasó a jugar en banda y el Celta perdió posesión y poderío.
La mejor oportunidad rojiblanca, después de una excelente acción por la derecha, en las botas de Farrel, que remató, un centro a media altura, que se estrelló en el cuerpo de Coke. (Minuto 57).
Sabas decidió, en el minuto 65, entrar en el césped, magnífica, por cierto, la siembra, meter a sus dos arietes, Carbonell, que buscó más la banda izquierda, y Eslava, de ariete clásico. Sustituyeron a Monerris y Farrel. Poco después, Sancho hacía lo propio con Loren Burón, un extremo al que los defensas agreden de forma gratuita.
El Zamora se convirtió en dominador absoluto en los minutos finales, pero no se provocaba, pese a su buen juego, el gol, porque los centros no fueron precisos, tanto los que se ejecutaron a nivel de césped como los que buscaron los remates de cabeza.
Sabas buscó más velocidad por la derecha, en el minuto 72: Sancho entró por el futbolista ecce homo, Loren, y Clavería por Ramos y Markel Lozano por Mario García, que soltó un tremendo partido como medio centro. El Zamora ganó en envergadura, pero no supo sacar provecho en los saques de esquina.
Corolario: Este Zamora posee un enorme potencial, pero todavía es demasiado pronto para exigir demostraciones de fútbol extraordinario. Cuando la gente que no ha hecho pretemporada, debido a las lesiones, halle su mejor estado físico y se conozcan mejor, la escuadra que dirige Sabas dará miedo.
Fotografías: Esteban Pedrosa
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