Carril bici en León Felipe, aplausos, críticas y dudas a partes iguales

Dicen que de fútbol y medicina todo el mundo opina; seguramente las obras quedaron fuera del dicho porque no rimaba, pero lo cierto es que también provocan comentarios de todos los colores. Y pocas como la humanización de Cardenal Cisneros , con especial foco en el nuevo carril bici de León Felipe, generan tanta disparidad de opiniones. Para algunos ciclistas, la novedad supone un avance necesario: un espacio propio que les da más seguridad en sus desplazamientos y reduce conflictos con los conductores. Pero no faltan las críticas: accesos mal resueltos, curvas incómodas, tramos peligrosos y una señalización tan poco clara que muchos la consideran improvisada.Entre los peatones, las quejas también abundan. Se encuentran con aceras desproporcionadamente anchas y con un carril bici que en varios puntos invade espacios de convivencia, obligando a compartir recorridos sin una separación real más allá del color del suelo. Hay quienes creen que bastaba con un simple resalte o un desnivel mínimo para marcar la diferencia y evitar sustos.

El parque de León Felipe se ha convertido en otro punto de polémica. Unos vecinos consideran que se ha perdido parte de la zona verde, otros opinan que sobraba césped y que la intervención no ha sido tan agresiva. Mientras, los propios ciclistas señalan defectos de trazado y desniveles que complican la circulación. En resumen: el carril bici ya está ahí, y ha venido para quedarse y para con o sin inconvenientes ser usado, eso se espera. Para unos, es un paso adelante hacia una ciudad más sostenible; para otros, un error de planificación que resta comodidad y no resuelve los problemas de fondo. Como suele ocurrir con las grandes obras urbanas, las opiniones están servidas… y son para todos los gustos.