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Zamora Sí lamenta que en pueblos de Rabanales esté el agua sin tratar
El ayuntamiento de Rabanales no está añadiendo cloro al agua de consumo humano en pueblos como Ufones. Así lo han admitido los responsables municipales a preguntas de los vecinos en el último concejo celebrado en Ufones hace unos días
El argumento del ayuntamiento es que en núcleos con menos de 50 habitantes no es necesario aplicar este tipo de tratamientos. Sin embargo, esta afirmación es incorrecta: si bien las pequeñas poblaciones están sujetas a menos controles analíticos, la desinfección del agua sigue siendo igual de necesaria.
También explicaron los responsables municipales que en los análisis realizados el agua sale potable o "de una calidad aceptable", según se afirmó textualmente a los vecinos. Pero al mismo tiempo se admitía que desde junio no se hacían controles oficiales, una circunstancia preocupante dada la época de altas temperaturas y el incremento de población durante estos meses.
Los expertos consultados aseguran que los análisis periódicos sólo capturan una foto puntual. Un episodio de contaminación puede afectar en horas un manantial que normalmente “da bien”. Las autoridades sanitarias recomiendan mantener siempre la desinfección precisamente por estos picos impredecibles.
La desinfección del agua con cloro es el procedimiento más utilizado para eliminar microorganismos patógenos y garantizar que el agua sea segura para el consumo humano. No tratar preventivamente el agua de consumo y confiar en que los análisis puntuales salgan bien cada cierto tiempo, supone un riesgo innecesario para la salud pública.
Además, la clave es que el cloro no sólo “desinfecta” el agua en el depósito, sino que también protege el agua en las tuberías evitando cualquier contaminación por bacterias en la red.
Cabe recordar que hace bastantes años se adquirieron e instalaron cloradores en todos los pueblos del municipio precisamente para asegurar la potabilidad del agua. Se desconoce el motivo por qué han dejado de utilizarse en algunos pueblos, pero ahorrar en cloro o en desplazamientos a las estaciones de depuración es una medida arriesgada y poco responsable.
En los últimos dos años la gestión del agua en el municipio de Rabanales ha sido muy cuestionada. En 2023 la Junta declaró el agua no apta para el consumo humano en Rabanales y el ayuntamiento no informó a los vecinos ni actuó hasta 15 días después, tras hacerse público en la prensa. En Grisuela, se pagó durante un año a una empresa que no realizaba el mantenimiento necesario, y medio año después de rescindir el contrato, aún no se ha contratado a otra empresa. Y ahora se suma la decisión de no añadir cloro en otros pueblos como Ufones.
Lamentablemente todo esto contribuye a que cada vez más vecinos consuman agua embotellada por la desconfianza que les genera la calidad del agua que les llega a sus hogares.

El argumento del ayuntamiento es que en núcleos con menos de 50 habitantes no es necesario aplicar este tipo de tratamientos. Sin embargo, esta afirmación es incorrecta: si bien las pequeñas poblaciones están sujetas a menos controles analíticos, la desinfección del agua sigue siendo igual de necesaria.
También explicaron los responsables municipales que en los análisis realizados el agua sale potable o "de una calidad aceptable", según se afirmó textualmente a los vecinos. Pero al mismo tiempo se admitía que desde junio no se hacían controles oficiales, una circunstancia preocupante dada la época de altas temperaturas y el incremento de población durante estos meses.
Los expertos consultados aseguran que los análisis periódicos sólo capturan una foto puntual. Un episodio de contaminación puede afectar en horas un manantial que normalmente “da bien”. Las autoridades sanitarias recomiendan mantener siempre la desinfección precisamente por estos picos impredecibles.
La desinfección del agua con cloro es el procedimiento más utilizado para eliminar microorganismos patógenos y garantizar que el agua sea segura para el consumo humano. No tratar preventivamente el agua de consumo y confiar en que los análisis puntuales salgan bien cada cierto tiempo, supone un riesgo innecesario para la salud pública.
Además, la clave es que el cloro no sólo “desinfecta” el agua en el depósito, sino que también protege el agua en las tuberías evitando cualquier contaminación por bacterias en la red.
Cabe recordar que hace bastantes años se adquirieron e instalaron cloradores en todos los pueblos del municipio precisamente para asegurar la potabilidad del agua. Se desconoce el motivo por qué han dejado de utilizarse en algunos pueblos, pero ahorrar en cloro o en desplazamientos a las estaciones de depuración es una medida arriesgada y poco responsable.
En los últimos dos años la gestión del agua en el municipio de Rabanales ha sido muy cuestionada. En 2023 la Junta declaró el agua no apta para el consumo humano en Rabanales y el ayuntamiento no informó a los vecinos ni actuó hasta 15 días después, tras hacerse público en la prensa. En Grisuela, se pagó durante un año a una empresa que no realizaba el mantenimiento necesario, y medio año después de rescindir el contrato, aún no se ha contratado a otra empresa. Y ahora se suma la decisión de no añadir cloro en otros pueblos como Ufones.
Lamentablemente todo esto contribuye a que cada vez más vecinos consuman agua embotellada por la desconfianza que les genera la calidad del agua que les llega a sus hogares.
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