El Zamora CF evidencia su potencial con un once distinto para eliminar al Amorebieta (4-1)

E. Navascués de Zubiría

Corolario de este Zamora CF tras eliminar al Amorebieta en la Copa Federación:  la plantilla rojiblanca, creada por David Vizcaíno, con el beneplácito de la propiedad, la forman más de veinte futbolistas, no solo los que forman en el equipo inicial, los que han jugado más minutos en las dos primeras jornadas. Hay, pues, potencial suficiente para aspirar a todo.

Fue sencillo eliminar al conjunto vizcaíno, muy duro, porque el árbitro, horrible, como casi todos los del colegio gallego que arbitran al Zamora CF, lo consintió. No obstante, para golear a los vascos fue necesario que Fermín se apareciese bajo palos para detener una pena máxima a los dos minutos y medio del encuentro.

Como anunció Sabas, el equipo inicial para esta Copa Federación lo formaron una mayoría de poco habituales, solo Fermín, Carlos Ramos y Erik repitieron respecto al encuentro jugado en Lasesarre. Pero los que sustituyeron a los titulares demostraron calidad superior, como los dos laterales, Sergi López y Miki Codina, extraordinarios, excelentes en tareas defensivas y con gran proyección en ataque. Markel Lozano evidenció su magisterio como medio centro, lo que agradeció Ramos para soltar un juego estelar. A gran nivel también Athuman, infranqueable, y finísimo Álvaro Romero, y muy peligroso y profundo Farrel, y no me olvido de la velocidad de Sancho.

Tras el susto de la pena máxima y el milagro riojano de Fermín, al que adora la afición, el Zamora CF marcaba en una acción que se inició por la derecha, que llevó Sancho y que remató Romero, aprovechando un rebote en el cuerpo de un zaguero vizcaíno. Minuto 7.

El partido, a raíz de ese primer gol, se inclinó hacia la portería que defendió Altamira, que evitó, salvo el cuarto gol, un error propio, una goleada descomunal. Las buenas jugadas rojiblanca se fueron sucediendo. Buena intervención del cancerbero vizcaíno a disparo de Eslava, excelentes acciones de un eléctrico Farrel que no acabaron en gol por verdadera mala fortuna. Pero los rojiblancos cerraron la eliminatoria en los últimos minutos de la primera entrega: el segundo, en una gran jugada de Ramos y Romero que ejecuta Sancho, y el tercero, en la prolongación de este periodo, obra de Codina, excepcional partido el suyo, después de otra bella acción rojiblanca.

Se disfrutó de buen fútbol y detalles de calidad en la segunda entrega. Farrel pudo marcar en el 60, pero lo evitó Altamira. Después, el técnico azul realizó sus dos primeros cambios, y, casi al mismo tiempo, hizo lo propio Sabas, al dar entrada a Moha, que tiene buena pinta como central, sustituto de Erik Ruiz, y Clavería  que entró por Ramos.

Dos minutos después, Farrel porfió y le robó la cartera a un confiado Altamira, para marcar el cuarto a puerta vacía.

Romero, que formalizó su mejor actuación desde que llegó en el invierno del año pasado, se fue a la ducha para que entrar Mani, un joven defensa zurdo que demostró cualidades.

Y la jugada tonta de la defensa rojiblanca ocasionó el gol visitante, en el minuto 75, obra de Elías.

Y la ovación de la noche para Fermín cuando fue sustituido por Álvaro, un joven canterano, en la portería. Carbonell también salió por Athuman en esos últimos minutos.

El Zamora pudo marca el quinto en un gran tiro de Eslava, qué gran ariete, que paró Altamira, y tres minutos después Carbonell también lo intentó, pero allí estaba el omnipresente cancerbero vizcaíno.

Lo dicho: Sabas tiene jugadores importantes para atender lesiones, sanciones y bajos estados de forma dentro de su plantilla.

Salgo del campo cargado de esperanzas, porque hay jugadores para sumar de tres en tres. El domingo, sin ir más lejos, toca sumar la primera victoria la Liga en la tercera jornada. Aguarda el Lugo, un buen equipo.

Fotografías: Zamora CF