UGT
UGT reprocha a la derecha el veto a la reducción de la jornada laboral
El sindicato exige un sistema de control horario que evite el abuso de las horas extras
La alianza de la derecha, la extrema derecha y Junts ha impedido que prospere la tramitación parlamentaria de la Ley que permitiría reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales y, con ello, el debate de un proyecto que responde a una demanda social masiva ya que dos terceras partes de la ciudadanía se ha manifestado a favor de reducir la jornada laboral en diferentes encuestas.
Para UGT Castilla y León, estos grupos políticos que tumbaron la medida deberían “explicar a las 550.000 personas trabajadoras que sostienen a Castilla y León con su esfuerzo diario, a quienes afectaría la medida, por qué no quieren mejorar sus condiciones de trabajo”.
Y es que, precisamente, son las mujeres, los jóvenes y los trabajadores de los sectores más precarizados como la hostelería, el comercio o el transporte, entre otros, los que saldrían más beneficiados con la medida.
Por eso, en opinión del sindicato, “la parte empresarial que se opone a esta medida lo que verdaderamente temen es el control del tiempo de trabajo real y, por tanto, de las horas extra no declaradas”. Cabe recordar que, solo en Castilla y León, se registran más de 190.000 horas extraordinarias semanales no remuneradas, lo que equivaldría a crear casi 5.000 puestos de trabajo a jornada completa.
Así, en palabras del Vicesecretario de Acción Sindical Alberto Miguel Lorenzo, “intensificar el control horario implica que a algunos se les acaba el chollo del trabajo gratis. Parece que quieren que trabajemos 12 horas, cobremos 8 y coticemos 4. Y ninguna persona trabajadora hace eso voluntariamente”.
Al respecto, UGTCyL insta al Gobierno a que saque adelante la reforma del control horario como respuesta al abuso de las horas extraordinarias no pagadas, que “obliga a que miles de trabajadores en Castilla y León prolonguen su jornada más allá de lo establecido sin recibir compensación. Esta realidad convierte las 40 horas semanales en una ficción que oculta sobrecarga, precariedad y explotación laboral”. Y, en el mismo sentido, exige que se apruebe de forma urgente un Real Decreto que regule “un sistema de registro horario moderno, digital y transparente, accesible en remoto por la inspección de trabajo y con acceso por parte de la representación de las personas trabajadoras”.
Fotografía: imagen trabajador

La alianza de la derecha, la extrema derecha y Junts ha impedido que prospere la tramitación parlamentaria de la Ley que permitiría reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales y, con ello, el debate de un proyecto que responde a una demanda social masiva ya que dos terceras partes de la ciudadanía se ha manifestado a favor de reducir la jornada laboral en diferentes encuestas.
Para UGT Castilla y León, estos grupos políticos que tumbaron la medida deberían “explicar a las 550.000 personas trabajadoras que sostienen a Castilla y León con su esfuerzo diario, a quienes afectaría la medida, por qué no quieren mejorar sus condiciones de trabajo”.
Y es que, precisamente, son las mujeres, los jóvenes y los trabajadores de los sectores más precarizados como la hostelería, el comercio o el transporte, entre otros, los que saldrían más beneficiados con la medida.
Por eso, en opinión del sindicato, “la parte empresarial que se opone a esta medida lo que verdaderamente temen es el control del tiempo de trabajo real y, por tanto, de las horas extra no declaradas”. Cabe recordar que, solo en Castilla y León, se registran más de 190.000 horas extraordinarias semanales no remuneradas, lo que equivaldría a crear casi 5.000 puestos de trabajo a jornada completa.
Así, en palabras del Vicesecretario de Acción Sindical Alberto Miguel Lorenzo, “intensificar el control horario implica que a algunos se les acaba el chollo del trabajo gratis. Parece que quieren que trabajemos 12 horas, cobremos 8 y coticemos 4. Y ninguna persona trabajadora hace eso voluntariamente”.
Al respecto, UGTCyL insta al Gobierno a que saque adelante la reforma del control horario como respuesta al abuso de las horas extraordinarias no pagadas, que “obliga a que miles de trabajadores en Castilla y León prolonguen su jornada más allá de lo establecido sin recibir compensación. Esta realidad convierte las 40 horas semanales en una ficción que oculta sobrecarga, precariedad y explotación laboral”. Y, en el mismo sentido, exige que se apruebe de forma urgente un Real Decreto que regule “un sistema de registro horario moderno, digital y transparente, accesible en remoto por la inspección de trabajo y con acceso por parte de la representación de las personas trabajadoras”.
Fotografía: imagen trabajador
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