Gobernantes que nos convierten en vagos o ladrones

Tengo la sensación de que cada día que pasa se va convirtiendo en seguridad absoluta eso de que “nuestros gobernantes locales, autonómicos y nacionales sólo quieren hacer cosas que consigan tenernos controlados en todo momento”, y no dejan que los ciudadanos se puedan realizar o puedan desarrollar proyectos propios. Eso sí, es difícil saber qué gobernante posee el más alto grado de ineptitud. Ellos quieren mantener el control de todo, que todos dependamos de sus decisiones para sobrevivir, que cualquier iniciativa privada sea casi imposible por los largos y costosos trámites burocráticos. Vamos a ver : si todo el mundo es funcionario, trabaja para el Estado, está subvencionado, está cobrando el paro, cobra el ingreso mínimo vital, cobra el subsidio agrario, es pensionista, etc..., entonces “muchos de esos estómagos agradecidos les votarán siempre” y conseguirán su verdadero objetivo, que es seguir en el poder y poder seguir viviendo como viven ahora, que en la mayoría de los casos es infinitamente mejor de cómo vivían antes. Para mantener esta situación tan favorable para sus intereses (no para los de la mayoría de los españoles), podrían aplicar lo que dijo el filósofo chino Lao-Tse (570 a.C. – 490 a.C.) : “Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida”. Pero no, éstos prefieren “darnos migajas” (que antes nos quitaron a mansalva, vía impuestos), fomentar todo lo público y que las pocas empresas que vayan quedando paguen todo. Dice un proverbio turco : “El que no da un oficio a su hijo, le enseña a ser ladrón”... En este caso “padre Administración” no nos quiere enseñar un “oficio” (no quiere que, con su ayuda o sin ella, seamos independientes de sus decisiones), “nos quiere convertir en vagos o ladrones”, y eso es una vergüenza más que nos hace pasar nuestro incompetente gobierno. Y luego está Marruecos, que “nos chulea” cómo y cuándo quiere y nos toma como lo que estamos empezando a ser : “un país intrascendente” y sin ninguna influencia.