El Zamora CF habría ganado a los puntos al Arenteiro, pero esto es fútbol (0-0)

Ganar en el Espiñedo en invierno es labor extraordinaria, un trabajo de Hércules; ganar en estío, también, porque las dimensiones del campo, la ferocidad del público y un conjunto correoso, guerrillero, con un excelente jugador. Por lo tanto, todo un mérito salir indemne de este terreno de juego. Un punto para los rojiblancos, que pudieron ser tres si Farrell, en el minuto 90, centro magnífico de Monerris desde la banda izquierda. Y, por supuesto, si el árbitro, muy malo también, como el de O Couto, no hubiera rectificado una expulsión, clarísima, de Luca, que realizó una falta clamorosa a Carbonell en el minuto 55. Después de acudir al VAR, cambió de opinión y dejó al mencionado futbolista sobre el césped. Esa acción dio fuerzas a un Arenteiro que se hallaba, en esos momentos a merced de los rojiblancos.

Sabas alineó el mejor equipo titular posible, después del encuentro de la Copa Federación. Dejó a Márquez en el banquillo, reservado para momentos más gratos. Jugó con Fermín, bajo palos, el mismo cuarteto defensivo, si exceptuamos a Rufo, que jugó de exterior diestro, mientras Sergi López realizaba la labor de lateral derecho. Markel Lozano, como medio centro, y Carlos Ramos, en la medular, con dos arietes, Eslava y Carbonell, mientras que las bandas las ocuparon Rufo y Burón.

El Zamora, trascurrido un cuarto de hora, se hizo con el ritmo del partido, pero hubo dos momentos de conflicto, una salida precipitada de Fermín ante un delantero rival fuera del área, que lanzó la pelota rumbo a la portería, pero que salvaría Ruiz sobre la línea de gol (minuto 42), y un penalti pedido por manos del central zurdo vasco que tampoco fue. El Zamora CF lanzó más saques de esquina en la primera mitad y disparó más a puerta que el equipo local.

En la segunda entrega, la mencionada acción del árbitro, que, tras expulsar a Luca, acertadamente, acude al VAR para rectificar. Increíble. Y un mando superior rojiblanco, que jugó mucho más en terreno local que en la primera entrega. Pero ni los saques de esquina, ni los centros, hallaron rematador.

Buscando más velocidad en la banda derecha, Sabas dio entrada a Sancho por Sergi López. Por lo tanto, Rufo pasó al lateral derecho.

Diez minutos tardó el técnico local en hacer sus primeras sustituciones, porque su equipo era sensiblemente inferior a un Zamora que mandaba, que creaba peligro, pero que no traducía su dominio en goles. De tal manera, Ochoa salió por Dani y Romera por Richarte (minuto 64).

La escuadra rojiblanca ejecutó la mejor jugada del encuentro en el minuto 67, con una acción gestada en defensa que terminó con centro desde la izquierda que acabó en córner, cuando Carbonell se preparaba para rubricar la acción de su equipo.

Sabas decidió introducir otros dos primeros cambios en el 72, dando relevos a Carbonell y Loren, que dejaron sus puestos a Márquez y Monerris.

Llegó un momento en el que el acaso del Zamora sobre el portal gallego se hizo poderosísimo, pero, como sucede siempre, nadie acertó a meter un pie o la cabeza para batir al meta local.

El Arenteiro intentaba con balones largos pillar la espalda a la defensa rojiblanca, que cometió demasiadas faltas en las bandas, ocasionando centros que pudieron poner en peligro el marco de Fermín.

Cuando se cumplía el tiempo reglamentario, Mario García y Farrell sustituyeron a Ramos y Eslava. El irlandés tuvo la mejor ocasión del partido, antes comentada. Mientras el Arenteiro buscó en esas faltas laterales marcar su gol, hecho que ejecutó, pero en fuera de juego, cuando ya se cerraba el partido definitivamente.

Que el Zamora podría haber ganado a los puntos en Espiñedo, por supuesto, pero esto no es boxeo, sino fútbol, porque fue mejor durante gran parte del minutaje y dio mayor sensación de equipo grande. Pero también pudo perder, por conceder faltas laterales cerca del área sus rivales. Menos mal que esta vez la zaga se anticipó a los delanteros rivales. Ahora, próxima jornada con otro rival fuerte en el Ruta de  la Plata, Mérida. Ya no habrá encuentro el miércoles, por desgracia. Pero faltará a la cita Clavería, uno de los capitanes que le dijo algo al árbitro, muy malo, casero, y vio la roja. Baja importante.

E. Navascués de Zubiría

Fotografías. Zamora CF