Ideas para embellecer Zamora

Zamora es como una bombonera: pequeña, coqueta, preciosa por fuera y deliciosa por dentro; sin embargo, acercándonos a hechos señalados que se llevarán a cabo próximamente como son: Las Edades del Hombre el próximo mes de octubre, falta menos de un año para celebrar la feria bianual Fromago, el acuartelamiento de Monte La Reina será pronto una realidad… etc., urge que las zonas más visibles y turísticas de cara a los forasteros que nos visiten, resulten atractivas a la vista; que se terminen los trabajos de rehabilitación de edificios –algunos apuntalados desde hace años para mantener la estructura de la fachada-, y se abran aquellos locales ahora cerrados y a expensas de los vándalos que los llenen de grafitis, dando un aspecto de descuido y abandono que no nos podemos permitir.

La calle San Torcuato es un ejemplo que precisa de un arreglo en este sentido; urge, pues, conceder licencias rápidas y favorecer que, al igual que ocurre en Santa Clara, se establezcan franquicias y se abran comercios que ayuden en esa mejora visual.

El camino hacia la catedral es otro de los lugares que está muy necesitado de un arreglo: una sucesión de solares abandonados ofrecen una pésima imagen a los visitantes que, espero, olviden en cuanto visualicen la catedral, esa joya de la que no hay zamorano que no presuma.

Se rehabilitó el puente de piedra (no exento de polémica por su finalización sin cumplir determinadas normas), se están restaurando tramos de muralla; ahora es preciso dedicar la atención a otro puente: el de hierro, que precisa de un arreglo integral para que desaparezca la capa de óxido que corroe la estructura, los paneles transparentes están opacos, muchos rayados y pintarrajeados; la barandilla pide a gritos una limpieza, los pasos de peatones están desnivelados provocando los consiguientes tropiezos entre los viandantes… en definitiva que el Consistorio debería anotar en su agenda la restauración de este puente emblemático lo antes posible.

En su día llamé la atención sobre la perentoria necesidad de actuar en la estación de autobuses, puerta de entrada para muchos viajeros que utilizan este servicio a diario, ya sean autóctonos o foráneos. Las instalaciones están tan deterioradas que resulta lamentable no poder utilizar los servicios o tomar un café mientras se espera el bus correspondiente.

Sirvan estos ejemplos para que este ayuntamiento, con su alcalde a la cabeza, comprometido siempre en embellecer y cuidar de la ciudad, cosa que agradecemos y mucho los zamoranos, los tenga presentes para dar una solución a la mayor brevedad y realzar Zamora, lo mismo que ya se ha hecho con el programa de humanización adecentando las entradas a la urbe, y rehabilitando calles, plazas, glorietas, vías y aceras. Soy consciente de que son tareas arduas, complicadas y que requieren fondos y tiempo de realización, aspectos de los que no siempre dispone un consistorio por mucha voluntad que tenga.

Con todo, espero que se tomen medidas para que esta elegante bombonera siga contando con atributos dignos de una hermosa ciudad que se abre al futuro cada día, para orgullo de sus habitantes.