
ANÁLISIS
Sabas va esculpiendo, con inteligencia y sabiduría, el Zamora CF que desea
El entrenador madrileño sigue dando forma a su plantilla, como escultor de una plantilla de excelentes materiales
E. Navascués de Zubiría
Juan Sabas me parece un excelente entrenador y una persona directa, sin aristas, franco, un madrileño fetén, que siempre dice la verdad, aunque, a veces, porque es inteligente, no lo cuenta todo. El Zamora CF jugó un excelente fútbol en la temporada 2024-2025. Un pésimo comienzo en resultados, que no en conceptos, malogró jugar la fase de ascenso. Quizá, ante la Gimnástica Segoviana se tiró la Copa del Rey en el último partido de la Liga. Su mayor error. Pero no olvidemos cómo se fue construyendo la plantilla a la llegada de la nueva propiedad: deprisa y corriendo, porque así lo exigieron las circunstancias del traspaso del poder de Víctor de Aldama a los Páez Ruiz de Lopera.
El inicio de la competición 2025-2026 devolvió al Zamora CF a la injusticia futbolística, propia en este deporte tanto como en la política. Los rojiblancos fueron mejores que el Celta Fortuna pero se dejaron dos puntos en ese reparto. En Baracaldo también se pudo cerrar el partido tras marcar, pero después, como suele suceder, no se acertó a refrendar la victoria y se fueron otros dos puntos al final del choque. Hecho que ya sucedía en la temporada anterior.
Después, a medida que se recuperaron hombres esenciales y los futbolistas se fueron conociendo, el Zamora ha ido mostrando su calidad, exhibiendo su verdadero potencial, que llegó a su apogeo ayer, ante el AD Mérida, que no es un equipo más, sino que, a no tardar, lucirá como uno de los mejores del grupo. No obstante, creo que todavía no conocemos el nivel al que puede llegar la tropa de Juan Sabas. Ojalá en Tenerife se evidencie cuanto espero. Todo es posible.
En el fútbol moderno aquel equipo que sabe sacar partido de los errores ajenos, ya en la zaga, también en la medular propia, se lleva los puntos. Recordemos por lo que respecta al Zamora CF. El gol de la victoria ante el Lugo nació en la presión de Márquez que provocó el fallo defensivo para que la inteligencia y la intuición de Eslava, su ejecutor, el hombre que recoge el fruto de la siembra de sus compañeros. Y ayer, el tanto que inaugura el marcador nació en que Márquez interceptó un pase de un defensa en zona peligrosa para que, de nuevo, el ariete, con su calidad, anotase.
Desde que regresó a la titularidad Markel Lozano, para algún seguidor de la Ponferradina, el mejor jugador del equipo berciano, Ramos luce en toda su extensión. Desde hace muchas temporadas, desde que Juanan mandaba en esa parcela, la plantilla rojiblanca careció de un especialista en ese espacio vital. El vasco ha venido a suturar aquella herida, por donde se ha perdido el Zamora CF durante varias temporadas.
Insisto en el capitán: el zamorano juega con inteligencia, con sabiduría, con madurez. Quizá no llegue tanto a líneas más avanzadas para ensayar su tremendo disparo. En la medular rojiblanca también lucen hombres como Clavería, tontamente expulsado en Carballiño, y Mario García, otra fuerza de la naturaleza y con calidad.
Y si los centrocampistas laboran como corresponde a su talento, Kike Márquez toma la batuta de director, como aconteció ayer ante el Mérida: manda, exhibe su inmensa técnica, golea y da centros o pases mortales para el equipo rival. Además, ayer corrió como un chaval, como si estuviera empezando su carrera futbolística.
Y, en la vanguardia, este Zamora vincula velocidad, calidad, inteligencia, remate y…fiereza. Además, los delanteros forman la primera línea defensiva del equipo, de tal manera que a sus compañeros del centro del campo se les facilita el trabajo.
Y tampoco me olvido de Fermín Sobrón, uno de los hombres más queridos por la afición rojiblanca, que sigue demostrando su enorme agilidad bajo palos y otra cualidad que suele pasar desapercibida, una segunda e importantísima labor, porque, además de cancerbero, también es, cuando así lo demanda el desarrollo del encuentro, un libero a la italiana.
Y si escribo sobre el meta riojano, paisano de mi abuela paterna, ponderaré la excelencia de los dos laterales que más han jugado, Rufo, en un gran momento de forma, y Miki Codina, otro descubrimiento, fortaleza, calidad y envergadura. Y también me gustan Sergi López y Merchán, porque, cuando jugaron el equipo mantuvo su peso específico. Y tenemos tres centrales fuera de serie Athuman, Eric Ruiz y Luismi Luengo, que perdió la titularidad en Lasesarre, por culpa de una lesión.
El Zamora CF irá a Tenerife a confirmar su potencial futbolístico. Si regresa de la bella isla canaria con algún obsequio en forma de punto, se cerrarán los pueriles debates sobre el fútbol y sus circunstancias.
Fotografías: ZCF
E. Navascués de Zubiría
Juan Sabas me parece un excelente entrenador y una persona directa, sin aristas, franco, un madrileño fetén, que siempre dice la verdad, aunque, a veces, porque es inteligente, no lo cuenta todo. El Zamora CF jugó un excelente fútbol en la temporada 2024-2025. Un pésimo comienzo en resultados, que no en conceptos, malogró jugar la fase de ascenso. Quizá, ante la Gimnástica Segoviana se tiró la Copa del Rey en el último partido de la Liga. Su mayor error. Pero no olvidemos cómo se fue construyendo la plantilla a la llegada de la nueva propiedad: deprisa y corriendo, porque así lo exigieron las circunstancias del traspaso del poder de Víctor de Aldama a los Páez Ruiz de Lopera.
El inicio de la competición 2025-2026 devolvió al Zamora CF a la injusticia futbolística, propia en este deporte tanto como en la política. Los rojiblancos fueron mejores que el Celta Fortuna pero se dejaron dos puntos en ese reparto. En Baracaldo también se pudo cerrar el partido tras marcar, pero después, como suele suceder, no se acertó a refrendar la victoria y se fueron otros dos puntos al final del choque. Hecho que ya sucedía en la temporada anterior.
Después, a medida que se recuperaron hombres esenciales y los futbolistas se fueron conociendo, el Zamora ha ido mostrando su calidad, exhibiendo su verdadero potencial, que llegó a su apogeo ayer, ante el AD Mérida, que no es un equipo más, sino que, a no tardar, lucirá como uno de los mejores del grupo. No obstante, creo que todavía no conocemos el nivel al que puede llegar la tropa de Juan Sabas. Ojalá en Tenerife se evidencie cuanto espero. Todo es posible.
En el fútbol moderno aquel equipo que sabe sacar partido de los errores ajenos, ya en la zaga, también en la medular propia, se lleva los puntos. Recordemos por lo que respecta al Zamora CF. El gol de la victoria ante el Lugo nació en la presión de Márquez que provocó el fallo defensivo para que la inteligencia y la intuición de Eslava, su ejecutor, el hombre que recoge el fruto de la siembra de sus compañeros. Y ayer, el tanto que inaugura el marcador nació en que Márquez interceptó un pase de un defensa en zona peligrosa para que, de nuevo, el ariete, con su calidad, anotase.
Desde que regresó a la titularidad Markel Lozano, para algún seguidor de la Ponferradina, el mejor jugador del equipo berciano, Ramos luce en toda su extensión. Desde hace muchas temporadas, desde que Juanan mandaba en esa parcela, la plantilla rojiblanca careció de un especialista en ese espacio vital. El vasco ha venido a suturar aquella herida, por donde se ha perdido el Zamora CF durante varias temporadas.
Insisto en el capitán: el zamorano juega con inteligencia, con sabiduría, con madurez. Quizá no llegue tanto a líneas más avanzadas para ensayar su tremendo disparo. En la medular rojiblanca también lucen hombres como Clavería, tontamente expulsado en Carballiño, y Mario García, otra fuerza de la naturaleza y con calidad.
Y si los centrocampistas laboran como corresponde a su talento, Kike Márquez toma la batuta de director, como aconteció ayer ante el Mérida: manda, exhibe su inmensa técnica, golea y da centros o pases mortales para el equipo rival. Además, ayer corrió como un chaval, como si estuviera empezando su carrera futbolística.
Y, en la vanguardia, este Zamora vincula velocidad, calidad, inteligencia, remate y…fiereza. Además, los delanteros forman la primera línea defensiva del equipo, de tal manera que a sus compañeros del centro del campo se les facilita el trabajo.
Y tampoco me olvido de Fermín Sobrón, uno de los hombres más queridos por la afición rojiblanca, que sigue demostrando su enorme agilidad bajo palos y otra cualidad que suele pasar desapercibida, una segunda e importantísima labor, porque, además de cancerbero, también es, cuando así lo demanda el desarrollo del encuentro, un libero a la italiana.
Y si escribo sobre el meta riojano, paisano de mi abuela paterna, ponderaré la excelencia de los dos laterales que más han jugado, Rufo, en un gran momento de forma, y Miki Codina, otro descubrimiento, fortaleza, calidad y envergadura. Y también me gustan Sergi López y Merchán, porque, cuando jugaron el equipo mantuvo su peso específico. Y tenemos tres centrales fuera de serie Athuman, Eric Ruiz y Luismi Luengo, que perdió la titularidad en Lasesarre, por culpa de una lesión.
El Zamora CF irá a Tenerife a confirmar su potencial futbolístico. Si regresa de la bella isla canaria con algún obsequio en forma de punto, se cerrarán los pueriles debates sobre el fútbol y sus circunstancias.
Fotografías: ZCF
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