1ª RFEF
El Zamora CF busca el sosiego de la victoria mañana en el Toralín ante la Ponfe
A las 12.00 horas, partido importante para los rojiblancos, que se encontrarán acompañados por más de 200 aficionados
No es un partido más el que disputarán Ponferradina y Zamora mañana, a partir de las 12.00 horas, en El Toralín, porque ambos equipos, aunque se trate de la octava jornada de Liga, ni tan si quiera un tercio de la competición. Porque ha entrado el nerviosismo en sectores de la prensa local, que podría transmitirse a la propiedad, a la plantilla y al cuerpo técnico que lidera Juan Sabas, que, por cierto, ayer hablaba de que en momentos complicados hay que transmitir sosiego.
La Ponferradina, equipo hermano, no ha ganado nunca en su feudo. Por lo tanto, se encuentra muy exigido ante un Zamora que tiene su mayor hándicap en los minutos finales y prolongaciones de los encuentros. Los rojiblancos deberían jugar con el nerviosismo local, la intranquilidad, el desasosiego. Si las huestes de Sabas se adelantan en el marcador complicarán muchísimo el partido a los blanquiazules.
Supongo, aunque el técnico madrileño suele sorprender con sus equipos iniciales, que, tras el fiasco final ante Real Avilés, que cambiará su sistema. Me inclino por dos medios centros, como Markel Lozano y Mario García, como primera línea defensiva, y por dos arietes, Carbonell y Eslava, más un extremo, que podría ser Loren. Mis dudas radican en qué centrocampista será titular: Ramos, Clavería o Márquez. O prefiera dejar solo dos delanteros centros con otros dos centrocampistas.
Y pese a este comienzo desigual, habrá más de 200 aficionados rojiblancos en El Toralín, convencidos de que el Zamora regresará victorioso de la capital del Bierzo. El quinto puesto, de play-off, se encuentra a tan solo dos puntos. Y la plantilla que dirige Juan Sabas posee calidad técnica y potencial físico para ganar a cualquier rival del grupo.
No es un partido más el que disputarán Ponferradina y Zamora mañana, a partir de las 12.00 horas, en El Toralín, porque ambos equipos, aunque se trate de la octava jornada de Liga, ni tan si quiera un tercio de la competición. Porque ha entrado el nerviosismo en sectores de la prensa local, que podría transmitirse a la propiedad, a la plantilla y al cuerpo técnico que lidera Juan Sabas, que, por cierto, ayer hablaba de que en momentos complicados hay que transmitir sosiego.
La Ponferradina, equipo hermano, no ha ganado nunca en su feudo. Por lo tanto, se encuentra muy exigido ante un Zamora que tiene su mayor hándicap en los minutos finales y prolongaciones de los encuentros. Los rojiblancos deberían jugar con el nerviosismo local, la intranquilidad, el desasosiego. Si las huestes de Sabas se adelantan en el marcador complicarán muchísimo el partido a los blanquiazules.
Supongo, aunque el técnico madrileño suele sorprender con sus equipos iniciales, que, tras el fiasco final ante Real Avilés, que cambiará su sistema. Me inclino por dos medios centros, como Markel Lozano y Mario García, como primera línea defensiva, y por dos arietes, Carbonell y Eslava, más un extremo, que podría ser Loren. Mis dudas radican en qué centrocampista será titular: Ramos, Clavería o Márquez. O prefiera dejar solo dos delanteros centros con otros dos centrocampistas.
Y pese a este comienzo desigual, habrá más de 200 aficionados rojiblancos en El Toralín, convencidos de que el Zamora regresará victorioso de la capital del Bierzo. El quinto puesto, de play-off, se encuentra a tan solo dos puntos. Y la plantilla que dirige Juan Sabas posee calidad técnica y potencial físico para ganar a cualquier rival del grupo.




















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