El Zamora CF golea (4-1) a un cándido Bilbao Ath y refrenda a Sabas en su puesto

E. Navascués de Zubiría

Si a la necesidad le inyectas un dosis de inteligencia, los deseos se convierten en realidad. Estas mezclas de virtudes y voluntades contribuyeron a que el Zamora CF sumase tres puntos esenciales esta tarde noche en el Ruta de la Plata y a que Juan Sabas permanezca una jornada más como técnico rojiblanco. Además, añadiría que el Bilbao Athletic resultó un rival cándido en defensa y romo en ataque, sin agresividad ni malicia para imponerse a una escuadra profesional. El filial del legendario club de San Mamés nos mostró a dos jugadores, que más pronto que tarde formarán parte de su primera plantilla: Gift, un extremo atlético, con excelente toque de balón y velocidad, y Seldon, un centrocampista excelso. Ninguno de ellos llega a los 20 años. El resto, jóvenes con técnica, pero muy cándidos en defensa, con laterales vulnerables y centrales, con buen toque de balón, pero sin capacidad defensiva.

Juan Sabes, para evitar subir al cadalso, alineó hoy un once titular sorprendente, con la vuelta a la titularidad de Monerris, dos puntas, Eslava y Farrell, y un exterior diestro Sancho. La medular para Ramos y Clavería, mientras la zaga la formaron Rufo y Merchán, en los laterales, y Athuman y Luis, de centrales. Por primera vez, Erik, en el banquillo.

Los diez primeros minutos evidenciaron que ambos conjuntos se jugaban demasiado. Mayor presencia en campo contrario del filial, con arrancadas por la izquierda de Gift, centros y serenidad en la defensa zamorana.

Pero en el minuto 10, Eslava se aprovecha de un error defensivo, infantil, para enviar a Sancho, que marcó en boca de gol. Paradojas futbolísticas: el ariete sirviendo al exterior.

A partir de tanto, diez excelentes minutos de los rojiblancos, pero sin encontrar el marco rival. Un tirito de Merchán, que paró Santos, sin problemas, y poco más. Tampoco Fermín debió lucirse en su portería.

 Y antes del descanso, de nuevo Eslava, cual extremo servía a Farrell para que anotase el segundo tanto. Funcionó, pues, el planteamiento inicial de Sabas: dos hombres en punta.

Tras el descanso, el Zamora jugó sin prisas, con posesión del balón, mientras los cachorros mostraban sus carencias en agresividad y contundencia. El primer cambio de Arambarri debió causarlo una lesión, la del central De Luis, sustituido por Monreal (minuto 56). Un minuto después, lanzamiento del Bilbao Ath por encima del larguero y una intervención de Fermín sin grandes alardes.

Monerris realizó una gran jugada individual por su banda, sin que su centro fructificase. Tres minutos después, Sabas sustituye a Farrell y da entrada a Carbonell. Ramos también abandonó el campo de batalla para dejar su sitio a Markel Lozano. La entrada del ex jugador del Ourense significó la ruina para los jóvenes bilbaínos.

En el minuto 64, grandísima jugada personal de Eslava por la derecha del área visitante, con varios regates y un disparo casi sin ángulo que golpeó en Monreal y se alojó en la portería de Santos. Partido visto para sentencia.

Después, Arambarri introdujo cuatro cambios, con el concurso de Beñar García, Conde, Guibelalde y Asier Hierro, autor del tanto vasco, allá en el minuto 85. Pero mucho antes, en una acción extraordinaria entre Eslava, Carbonell marcaba el cuarto (minuto 72).

Para administrar el último cuarto de hora, protagonismo para Sergi López, que entró por Eslava, pasando a jugar de lateral izquierdo, mientras Merchán hacía labores de extremo zurdo, y Álvaro Romero, que realizó sus mejores acciones desde que es rojiblanco, por Monerris.

Y lo peor del partido, de nuevo, en los últimos minutos y la prolongación, siete minutos, porque el juego del Zamora CF pasó ser: balones de su portero al campo contrario que siempre acaban en poder de los vascos. Los rojiblancos no quisieron el balón que dejaron al Bilbao Athletic para, pudiera ser, adelgazar la goleada.

Ahora, la victoria permite al Zamora ver el quinto puesto a dos puntos, la misma distancia con el que ocupa el primer del descenso. Igualdad absoluta en un grupo en el que solo equipos tan cándidos y faltos de agresividad y malicia permiten ganar sin grandes esfuerzos.

Este triunfo ojalá sea el punto de inflexión de la temporada, que deberá ampliarse en Pasarón en la próxima jornada. De momento, Sabas sigue, de lo cual me alegro, tanto por él como por el club.

Fotografía: Esteban Pedrosa