1ª RFEF
La goleada encajada por el Zamora CF en Pontevedra (4-1) podría ocasionar la destitución de Sabas
Los rojiblancos reciben cuatro goles en Pasaron, merced a errores individuales groseros y a fallos lamentables del sistema en zaga y medular
E. Navascués de Zubiría
Este Zamora CF no está para jugar la fase de ascenso, más bien para evitar el descenso. Se hizo el ridículo en El Toralín y hoy en Pasarón, mezcla de errores individuales, como el grosero de Luismi que ocasionó su expulsión cuando terminaba la primera mitad; o el segundo gol local, calcado del encajado en Ponferrada, con el delantero centro libre de marca en el área rojiblanca, o el córner tonto cedido por Erik Ruiz en el primer tramo de la segunda entrega, que ocasionó el tercer tanto granate; y qué decir del cuarto encajado por Fermin…lamentable, y de colectivos, porque este equipo no juega a nada. Me temo que este partido ha sido el último que haya dirigido Sabas al Zamora CF. Ya no hay salidas.
El Zamora empezó mal y terminó peor. Aguantó el cero a cero, sin proyectarse en ataque jamás hasta el minuto 42, obra de Pino, al que se le concedió todo tipo de facilidades para que marcase. Tres minutos después, Luismi realizaba una acción propia de un aficionado, al entretenerse con la pelota en la línea de medios y arrebatársela un jugador gallego. El central zamorano, por ser el último defensor de su equipo, vio la roja. El Zamora con diez hombres para lo que quedaba de la primera mitad y toda la segunda.
No obstante, en el minuto 50, una falta por Ramos desde la medular, daba lugar a que Farrell rematase a gol, tras un primer toque en el área gallega. Erik sustituyó a Monerris antes de concluir la primera parte. Con ese empate finalizaba la primera entrega, en la que el Zamora mostró todas sus carencias ante un equipo que tampoco maravilló.
Márquez, tras el descanso entró por Sancho. Al andaluz le dio poco tiempo para mostrar su calidad, porque Selma marcaba a los seis minutos de la reanudación, un calco de tanto encajado en Ponferrada. De nuevo, el delantero centro remata sin oposición para batir a Fermín, que ni vio por dónde le entraba la pelota.
Como el centro del campo no funcionó en la primera mitad, desaparecidos Clavería y Ramos, Sabas decidió que entraran por los titulares Markel Lozano y Mario García (minuto 56). Tampoco les dio mucho tiempo a entrar en calor, porque el Pontevedra cerraba el choque en el 64, tras botarse un córner, concedido gratuitamente por Erik Ruiz, y rematarlo, en el segundo palo, sin oposición, Ribeiro, que había entrado en el campo en el 63.
Rubén Domínguez, técnico gallego fue realizando cambios en su equipo con cierto ritmo, porque dio por hecho que los tres puntos ya se quedaban en el cuadro granate.
Sabas dio entrada a Carbonell por Farrell, que tuvo la oportunidad del segundo gol rojiblanco, en un buen tiro que rechazo Marqueta (minuto 73).
Y el cuarto gol del Pontevedra, con una escuadra rojiblanca rota, quebrada, con un enorme espacio en su terreno, llegó en el 85, obra de Brais Abele.
El Zamora CF, si la propiedad es consecuente con sus criterios, tendrá nuevo entrenador a no tardar. Sabas tomó oxígeno ante el Bilbao Athletic, pero los errores individuales y las ausencias en el sistema, medular y zaga, le ahogaron, colapsaron sus bronquios.
En el día de Todos los Santos, el Zamora es un funeral futbolístico. Requiescat in pace.
Fotografías: Zamora CF
E. Navascués de Zubiría
Este Zamora CF no está para jugar la fase de ascenso, más bien para evitar el descenso. Se hizo el ridículo en El Toralín y hoy en Pasarón, mezcla de errores individuales, como el grosero de Luismi que ocasionó su expulsión cuando terminaba la primera mitad; o el segundo gol local, calcado del encajado en Ponferrada, con el delantero centro libre de marca en el área rojiblanca, o el córner tonto cedido por Erik Ruiz en el primer tramo de la segunda entrega, que ocasionó el tercer tanto granate; y qué decir del cuarto encajado por Fermin…lamentable, y de colectivos, porque este equipo no juega a nada. Me temo que este partido ha sido el último que haya dirigido Sabas al Zamora CF. Ya no hay salidas.
El Zamora empezó mal y terminó peor. Aguantó el cero a cero, sin proyectarse en ataque jamás hasta el minuto 42, obra de Pino, al que se le concedió todo tipo de facilidades para que marcase. Tres minutos después, Luismi realizaba una acción propia de un aficionado, al entretenerse con la pelota en la línea de medios y arrebatársela un jugador gallego. El central zamorano, por ser el último defensor de su equipo, vio la roja. El Zamora con diez hombres para lo que quedaba de la primera mitad y toda la segunda.
No obstante, en el minuto 50, una falta por Ramos desde la medular, daba lugar a que Farrell rematase a gol, tras un primer toque en el área gallega. Erik sustituyó a Monerris antes de concluir la primera parte. Con ese empate finalizaba la primera entrega, en la que el Zamora mostró todas sus carencias ante un equipo que tampoco maravilló.
Márquez, tras el descanso entró por Sancho. Al andaluz le dio poco tiempo para mostrar su calidad, porque Selma marcaba a los seis minutos de la reanudación, un calco de tanto encajado en Ponferrada. De nuevo, el delantero centro remata sin oposición para batir a Fermín, que ni vio por dónde le entraba la pelota.
Como el centro del campo no funcionó en la primera mitad, desaparecidos Clavería y Ramos, Sabas decidió que entraran por los titulares Markel Lozano y Mario García (minuto 56). Tampoco les dio mucho tiempo a entrar en calor, porque el Pontevedra cerraba el choque en el 64, tras botarse un córner, concedido gratuitamente por Erik Ruiz, y rematarlo, en el segundo palo, sin oposición, Ribeiro, que había entrado en el campo en el 63.
Rubén Domínguez, técnico gallego fue realizando cambios en su equipo con cierto ritmo, porque dio por hecho que los tres puntos ya se quedaban en el cuadro granate.
Sabas dio entrada a Carbonell por Farrell, que tuvo la oportunidad del segundo gol rojiblanco, en un buen tiro que rechazo Marqueta (minuto 73).
Y el cuarto gol del Pontevedra, con una escuadra rojiblanca rota, quebrada, con un enorme espacio en su terreno, llegó en el 85, obra de Brais Abele.
El Zamora CF, si la propiedad es consecuente con sus criterios, tendrá nuevo entrenador a no tardar. Sabas tomó oxígeno ante el Bilbao Athletic, pero los errores individuales y las ausencias en el sistema, medular y zaga, le ahogaron, colapsaron sus bronquios.
En el día de Todos los Santos, el Zamora es un funeral futbolístico. Requiescat in pace.
Fotografías: Zamora CF


















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