DESDE LA IZQUIERDA
El mazo de Mazón: morir matando
Paco Molina
![[Img #103286]](https://eldiadezamora.es/upload/images/11_2025/2608_5627_9650_8870_7972_1019_molina.jpg)
El PP ha decidido convertir a Mazón (el expresidente de la Comunidad Valenciana) en un “hombre bala”.
Tras pedirle que resistiera porque la dimisión al día siguiente de la catástrofe hubiera sido una confesión de negligencia (por no parar la actividad social en Valencia cuando desde las 7 de la mañana existía un aviso de alerta roja o sea de peligro para las personas), llegó un año después el Funeral de Estado donde el entorno de Mazón creen que ante un acto tan solemne (con los Reyes y todo) nada iba a pasar.
Pero el dolor de las victimas vivas es tan insoportable (por las muertes de sus seres queridos al no ser alertados a tiempo de que corrían peligro), su dolor es tan profundo ante la negligencia cometida, que retratan a Mazón de manera firme y contundente.
Entonces, el funeral de estado, que en la fantasía de la derecha iba a ser el punto final del vía crucis de Mazón y luego ya resucitaría con la reconstrucción, le da un vuelco a todo (hasta su madre le dice “Carlos, hasta aquí”).
Hay pues que cambiar la defensa, y se decide que Mazón se convierta en un “hombre bala”, en un kamikace, tiene que morir matando. De ahí su rueda de prensa y su: “No es lo mismo un hombre que comete un error (él) que una mala persona (se supone que Pedro Sánchez)”. Sin reparar en que un error que causa muertes puede ser considerado “homicidio involuntario”.
Pero de todo esto es importante que no queden en el aire, como válidos, 2 mensajes falsos sobre el tema: “Que es machismo creer que la comida duró tanto por ser la comensal una mujer de buen ver”, y que “no se debe politizar el dolor de las víctimas”.
Contrarrestemos: Mozón desapareció porque no quería cerrar la actividad económica de Valencia por si luego no pasaba nada y ciertos empresarios se lo echaban en cara y adiós carrera política. Además no cree en el cambio climático como confirmó al decir que ya había habido otras alertas rojas y no había pasado nada, pero que ahora lo ocurrido era de una magnitud distinta.
Entonces movido por esta “indiferencia intelectual” mantiene el plan que tenía concertado desde días antes y se va a comer con una periodista de un cierto atractivo (según el “CIS” social) para ofrecerle 2 ofertas de trabajo. Ella le dice que no a ambas cosas, y él entonces, en vez de pagar e irse, le pide que le explique cómo habría que dirigir una tele regional. Entre pitos y flautas, la comida y la despedida, pasan ¡¡¡4 horas!!!
Esa ausencia del timón de mando no le permite cambiar su opinión y persiste en su indiferencia ante el peligro. Son las 8.
Pues bien ¿cree alguno o alguna de ustedes que si con quien tuviera concertada la comida fuera un machote con bigote también la habría mantenido? ¿O creen que después de rechazar el bigotudo 2 buenos trabajos le habría pedido al interfecto que le contara cómo funciona la tele para prolongar el encuentro?
Moraleja, no es machismo creer que estaba especialmente a gusto. Es algo de sentido común.
Y vamos con el otro mensaje que hay que rechazar. Es ese que cada vez se oye más de que “no se debe usar la tragedia de las victimas para hacer política”.
El disparate es mayúsculo porque si ha sido la aplicación de una mala política la que origina victimas y dolor, eso es precisamente un mal acto político por excelencia y por tanto censurable por naturaleza en el ámbito político. Porque si no ¿dónde?
Dicho de otra forma, los políticos deben ser criticados y cambiados cuando en vez del bienestar que prometieron crean malestar, pero si encima sus errores o intereses de clase (por ejemplo declarando una guerra) causan muertes y destrucción, la acción política de las víctimas y de todos contra ellos es un deber.
Paco Molina
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El PP ha decidido convertir a Mazón (el expresidente de la Comunidad Valenciana) en un “hombre bala”.
Tras pedirle que resistiera porque la dimisión al día siguiente de la catástrofe hubiera sido una confesión de negligencia (por no parar la actividad social en Valencia cuando desde las 7 de la mañana existía un aviso de alerta roja o sea de peligro para las personas), llegó un año después el Funeral de Estado donde el entorno de Mazón creen que ante un acto tan solemne (con los Reyes y todo) nada iba a pasar.
Pero el dolor de las victimas vivas es tan insoportable (por las muertes de sus seres queridos al no ser alertados a tiempo de que corrían peligro), su dolor es tan profundo ante la negligencia cometida, que retratan a Mazón de manera firme y contundente.
Entonces, el funeral de estado, que en la fantasía de la derecha iba a ser el punto final del vía crucis de Mazón y luego ya resucitaría con la reconstrucción, le da un vuelco a todo (hasta su madre le dice “Carlos, hasta aquí”).
Hay pues que cambiar la defensa, y se decide que Mazón se convierta en un “hombre bala”, en un kamikace, tiene que morir matando. De ahí su rueda de prensa y su: “No es lo mismo un hombre que comete un error (él) que una mala persona (se supone que Pedro Sánchez)”. Sin reparar en que un error que causa muertes puede ser considerado “homicidio involuntario”.
Pero de todo esto es importante que no queden en el aire, como válidos, 2 mensajes falsos sobre el tema: “Que es machismo creer que la comida duró tanto por ser la comensal una mujer de buen ver”, y que “no se debe politizar el dolor de las víctimas”.
Contrarrestemos: Mozón desapareció porque no quería cerrar la actividad económica de Valencia por si luego no pasaba nada y ciertos empresarios se lo echaban en cara y adiós carrera política. Además no cree en el cambio climático como confirmó al decir que ya había habido otras alertas rojas y no había pasado nada, pero que ahora lo ocurrido era de una magnitud distinta.
Entonces movido por esta “indiferencia intelectual” mantiene el plan que tenía concertado desde días antes y se va a comer con una periodista de un cierto atractivo (según el “CIS” social) para ofrecerle 2 ofertas de trabajo. Ella le dice que no a ambas cosas, y él entonces, en vez de pagar e irse, le pide que le explique cómo habría que dirigir una tele regional. Entre pitos y flautas, la comida y la despedida, pasan ¡¡¡4 horas!!!
Esa ausencia del timón de mando no le permite cambiar su opinión y persiste en su indiferencia ante el peligro. Son las 8.
Pues bien ¿cree alguno o alguna de ustedes que si con quien tuviera concertada la comida fuera un machote con bigote también la habría mantenido? ¿O creen que después de rechazar el bigotudo 2 buenos trabajos le habría pedido al interfecto que le contara cómo funciona la tele para prolongar el encuentro?
Moraleja, no es machismo creer que estaba especialmente a gusto. Es algo de sentido común.
Y vamos con el otro mensaje que hay que rechazar. Es ese que cada vez se oye más de que “no se debe usar la tragedia de las victimas para hacer política”.
El disparate es mayúsculo porque si ha sido la aplicación de una mala política la que origina victimas y dolor, eso es precisamente un mal acto político por excelencia y por tanto censurable por naturaleza en el ámbito político. Porque si no ¿dónde?
Dicho de otra forma, los políticos deben ser criticados y cambiados cuando en vez del bienestar que prometieron crean malestar, pero si encima sus errores o intereses de clase (por ejemplo declarando una guerra) causan muertes y destrucción, la acción política de las víctimas y de todos contra ellos es un deber.
Paco Molina



















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