1ª RFEF
Cano admite que el Zamora tiene que jugar bien desde atrás
El domingo, a partir de las 16.00 horas, partido importantísimo ante el Talavera
Domingo, 4 de la tarde, partido importantísimo para el Zamora CF que necesita sumar tres puntos ante el Talavera, también muy necesitado. Óscar Cano respondía esta mañana a las preguntas de la prensa local.
“Son situaciones que se mezclan emociones y sentimientos que tienen que ver con lo que se ha perdido y lo que nadie desea. Se ha perdido de manera injusta, el equipo ha hecho las cosas bien, pero ha habido dos desgracias”. Así iniciaba su rueda de prensa Óscar Cano la rueda de prensa.
Como siempre, las primeras palabras hablaron del pasado: “Los niveles de incertidumbre son tantos, innumerables. No es fácil ver goles como el que se encajó el otro día y la última acción de la primera parte cuando nos quedamos con diez cuando mejor estaba el equipo. Y, desde el banquillo, teníamos la sensación de controlar muy bien lo que se hacía. Después, con diez jugadores, el equipo acabó de pie, no goleado, porque todo indicaba que ellos, en su casa, serían superiores. La obligación de un entrenador es reforzar lo que se hizo bien y que no ocurran desgracias. Hay una enorme diferencia entre el equipo que se enfrentó al Orense al del Ferrol. Que seamos mas punzantes respecto a la portería contraria, es mi deseo”.
Reconoció Cano que “el equipo hizo cosas muy bien desde que empezó la temporada, antes de mi llegada. También ha hecho cosas menos bien. No siempre un resultado negativo es sinónimo de haber hecho mal las cosas, como ocurrió en Ferrol. Ni un resultado a favor es sinónimo de que todo se ha hecho muy bien. La regularidad en esta Liga tiene que ver con ser irregulares, porque hay tanta igualdad que cualquier detalle sirva para ganar o perder. El otro día es muy difícil que pase por allí Athuman cuando va a blocar la pelota Fermín. En el área contraria, cuando un jugador va a rematar, es muy difícil que acabe en tarjeta y expulsión de Carbonell. ¿Qué si noto mejoría? Evidentemente, sí, respecto a lo que yo quiero. Todos los entrenadores quedemos ganar y lo que nunca responderé es sobre lo que desconozco, porque no sé cómo se ha trabajado de aquí hacia atrás. El equipo hizo muchas cosas muy mal ante el Orense y muchas bien ante el Ferrol. Pero esto no significa que mañana se vayan a hacer las cosas bien. Incluso el día del Orense, si hay alguien que mereció ganar fue el Zamora, porque las pocas ocasiones fueron nuestras, con dos balones al palo, tiros que rozan el palo como los de Farrell y Carlos; un remate de Codina, de cabeza, por encima del larguero. Vamos a tratar que todos esos detalles nos favorezcan, porque el proyecto y la gente que está detrás del proyecto lo merecen, porque los jugadores lo merecen, porque la ciudad lo merece y porque en los últimos meses solo ha habido una victoria”.
Y, por fin, tocó hablar del Talavera: “Hay un rival enfrente que te quiere ganar y, por lo tanto, hay que saber con quién voy a pelear. Hay que saber dónde pegar al rival y que el rival no te pegue. Hay que minimizar lo que ellos hacen bien y aprovecharte de lo que no dominan. Ahora mismo, soy muy caprichoso y que mi equipo haga cosas de las que a mí me gustan y sean productivas. Sé que mi equipo puede tener la pelota y manifestarse de cualquier manera. El otro día jugamos con tres centrales. Tenemos que ser un equipo dominador, defender más alto. Aquí tenemos que construir y competir. Cómo conseguir que el equipo haga bien todas las cosas y seguir compitiendo para no alejarnos de los puestos de arriba, que son los que deseamos todos”.
El parte de bajas lo ocupa Loren: “Vamos a ver cómo se encuentra, pero tiene unas molestias en el tobillo que le impiden jugar con normalidad. No hay nadie más lesionado, exceptuando los problemas típicos como molestias por sobrecargas”.
Comentó también que “todos tenemos una visión, de pensar de manera interesada, no es azar. Todo lo domina el dato: para definir a un jugador todo es número de goles y de asistencias. Estamos ante una gran mentira. Lo digo porque aquí nos centramos en los atacantes. Aquí tenemos dos jugadores que vienen de números extraordinarios del año pasado y ahora no están en esos números, como son Eslava y Carbonell. Y ponemos el foco en ellos. El juego del fútbol es colectivo: si no generas ventajas desde atrás, sino no le llega a la gente que tiene que asistir para que los que delanteros hagan goles, evidentemente no los habrá. Es un proceso colectivo. El equipo tiene que jugar bien desde atrás, llegar por dentro y por fuera. Cuando tengan muchas ocasiones y las conviertan o las fallen, podremos hablar de ellos. Cuando se habla del debe, no lo podemos focalizar en el área, porque antes de llegar el balón no lo lleva la cigüeña sino el juego del equipo que hace que puedas finalizar mejor o peor las acciones de ataque. Si es cierto que no se está produciendo lo suficiente. Tenemos tantos atacantes que no atacamos. Si yo pongo mucha gente allí y poca en el resto del campo, la pelota no llega…en Ferrol, su portero intervino más que el nuestro. En otro escenario, ante un equipo inferior, quizá me la habría jugado. Como estamos en construcción, yo quería generar seguridades y que ellos sepan y perciban que defienden bien No quería que el partido acabara con cinco a cero. Igual, con 30 años, me hubiera hecho el valiente. Es más coherente y consecuente tener mucho más respeto por los jugadores”.
Fotografía: Zamora CF
Domingo, 4 de la tarde, partido importantísimo para el Zamora CF que necesita sumar tres puntos ante el Talavera, también muy necesitado. Óscar Cano respondía esta mañana a las preguntas de la prensa local.
“Son situaciones que se mezclan emociones y sentimientos que tienen que ver con lo que se ha perdido y lo que nadie desea. Se ha perdido de manera injusta, el equipo ha hecho las cosas bien, pero ha habido dos desgracias”. Así iniciaba su rueda de prensa Óscar Cano la rueda de prensa.
Como siempre, las primeras palabras hablaron del pasado: “Los niveles de incertidumbre son tantos, innumerables. No es fácil ver goles como el que se encajó el otro día y la última acción de la primera parte cuando nos quedamos con diez cuando mejor estaba el equipo. Y, desde el banquillo, teníamos la sensación de controlar muy bien lo que se hacía. Después, con diez jugadores, el equipo acabó de pie, no goleado, porque todo indicaba que ellos, en su casa, serían superiores. La obligación de un entrenador es reforzar lo que se hizo bien y que no ocurran desgracias. Hay una enorme diferencia entre el equipo que se enfrentó al Orense al del Ferrol. Que seamos mas punzantes respecto a la portería contraria, es mi deseo”.
Reconoció Cano que “el equipo hizo cosas muy bien desde que empezó la temporada, antes de mi llegada. También ha hecho cosas menos bien. No siempre un resultado negativo es sinónimo de haber hecho mal las cosas, como ocurrió en Ferrol. Ni un resultado a favor es sinónimo de que todo se ha hecho muy bien. La regularidad en esta Liga tiene que ver con ser irregulares, porque hay tanta igualdad que cualquier detalle sirva para ganar o perder. El otro día es muy difícil que pase por allí Athuman cuando va a blocar la pelota Fermín. En el área contraria, cuando un jugador va a rematar, es muy difícil que acabe en tarjeta y expulsión de Carbonell. ¿Qué si noto mejoría? Evidentemente, sí, respecto a lo que yo quiero. Todos los entrenadores quedemos ganar y lo que nunca responderé es sobre lo que desconozco, porque no sé cómo se ha trabajado de aquí hacia atrás. El equipo hizo muchas cosas muy mal ante el Orense y muchas bien ante el Ferrol. Pero esto no significa que mañana se vayan a hacer las cosas bien. Incluso el día del Orense, si hay alguien que mereció ganar fue el Zamora, porque las pocas ocasiones fueron nuestras, con dos balones al palo, tiros que rozan el palo como los de Farrell y Carlos; un remate de Codina, de cabeza, por encima del larguero. Vamos a tratar que todos esos detalles nos favorezcan, porque el proyecto y la gente que está detrás del proyecto lo merecen, porque los jugadores lo merecen, porque la ciudad lo merece y porque en los últimos meses solo ha habido una victoria”.
Y, por fin, tocó hablar del Talavera: “Hay un rival enfrente que te quiere ganar y, por lo tanto, hay que saber con quién voy a pelear. Hay que saber dónde pegar al rival y que el rival no te pegue. Hay que minimizar lo que ellos hacen bien y aprovecharte de lo que no dominan. Ahora mismo, soy muy caprichoso y que mi equipo haga cosas de las que a mí me gustan y sean productivas. Sé que mi equipo puede tener la pelota y manifestarse de cualquier manera. El otro día jugamos con tres centrales. Tenemos que ser un equipo dominador, defender más alto. Aquí tenemos que construir y competir. Cómo conseguir que el equipo haga bien todas las cosas y seguir compitiendo para no alejarnos de los puestos de arriba, que son los que deseamos todos”.
El parte de bajas lo ocupa Loren: “Vamos a ver cómo se encuentra, pero tiene unas molestias en el tobillo que le impiden jugar con normalidad. No hay nadie más lesionado, exceptuando los problemas típicos como molestias por sobrecargas”.
Comentó también que “todos tenemos una visión, de pensar de manera interesada, no es azar. Todo lo domina el dato: para definir a un jugador todo es número de goles y de asistencias. Estamos ante una gran mentira. Lo digo porque aquí nos centramos en los atacantes. Aquí tenemos dos jugadores que vienen de números extraordinarios del año pasado y ahora no están en esos números, como son Eslava y Carbonell. Y ponemos el foco en ellos. El juego del fútbol es colectivo: si no generas ventajas desde atrás, sino no le llega a la gente que tiene que asistir para que los que delanteros hagan goles, evidentemente no los habrá. Es un proceso colectivo. El equipo tiene que jugar bien desde atrás, llegar por dentro y por fuera. Cuando tengan muchas ocasiones y las conviertan o las fallen, podremos hablar de ellos. Cuando se habla del debe, no lo podemos focalizar en el área, porque antes de llegar el balón no lo lleva la cigüeña sino el juego del equipo que hace que puedas finalizar mejor o peor las acciones de ataque. Si es cierto que no se está produciendo lo suficiente. Tenemos tantos atacantes que no atacamos. Si yo pongo mucha gente allí y poca en el resto del campo, la pelota no llega…en Ferrol, su portero intervino más que el nuestro. En otro escenario, ante un equipo inferior, quizá me la habría jugado. Como estamos en construcción, yo quería generar seguridades y que ellos sepan y perciban que defienden bien No quería que el partido acabara con cinco a cero. Igual, con 30 años, me hubiera hecho el valiente. Es más coherente y consecuente tener mucho más respeto por los jugadores”.
Fotografía: Zamora CF



























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