E. Navascués de Zubiría
Domingo, 23 de Noviembre de 2025
1ª RFEF

El Zamora CF mereció, por su excelente juego, mucho más ante el Talavera (2-1)

El árbitro, tras consultar el VAR, anuló el tercer gol, obra de Eslava, y no consideró pena máxima un agarrón sobre Álvaro Romero

E. Navascués de Zubiría

El partido de esta sobremesa entre Zamora CF y Talavera me recordó una película italiana de la década de los 70: El presidente del Borgoroso Club de Fútbol. Alberto Sordi, propietario de una entidad de la Tercera División tuvo que recurrir a una bruja porque pensaba que a su equipo le habían echado un maleficio. La hechicera le aconsejó, para evitar la mala ventura, que antes de iniciar cualquier encuentro técnico y plantilla entonasen aquello de “Mal de ojo no me venga”.

 

Cuento tal sucedido porque llegué a pensar en cuestiones esotéricas, cuando el Zamora recibía, antes de llegar al minuto 2, en el primer saque de esquina del Talavera, un gol en un error doméstico. Se dice que hubo falta de Pedro Capo a un defensa rojiblanco. Pero el tanto subió al marcador. El Zamora sufría en encantamiento. No era normal. Sin embargo, los rojiblancos, una vez encaja el golpe, empezó a enhebrar buen fútbol, merced a la maestría de Álvaro Romero, que hoy me demostró que un futbolista exquisito, y Márquez, además del gran trabajo de Markel Lozano y Carlos Ramos. Los dos jugadores andaluces fabricaron el tanto del empate. Genial pase en profundidad del gaditano al menudo futbolista sevillano, que evitó con un sutil regate al meta toledano para dirigir al balón a las redes. Poema futbolístico rimado por dos estetas del balompié.

 

A partir de ahí y hasta el segundo tanto rojiblanco, el Zamora ejecutó el mejor fútbol de esta temporada, con magníficas acciones de ataque, como la que ocasionó la remontada: toque tras toque, puro hilván, para que el centro de Merchán lo rematase Markel Lozano de cabeza al fondo de la portería que defendía Jaime González.

 

Tras el descanso, el Zamora quiso más. Una gran jugada de Romero, que se creyó un Curro del fútbol, pudo ser el tercer tanto, pero lo evitaron entre un defensa y el portero. Tres minutos después, Lozano finalizaba una excelente acción colectiva con un disparo que buscó la base del poste. Eslava pudo marcar también en el minuto 54, tras un pase de Márquez. El Zamora estaba jugando un fútbol exquisito. El partido pudo cerrarse dos minutos después, también después de una jugada preciosa que finalizó Eslaba. Se concede el tanto, pero, tras pasar por el VAR, el árbitro extremeño, muy malo, lo anuló por una posible falta de Márquez al inicio de la jugada.

 

Quedaba mucho partido. No obstante, el Zamora quería jugar con sosiego el resto de la segunda parte. En el minuto 64, se reclamó un penalti a Romero, que así lo reclamó, en el área chica, por un agarrón de un defensa. Se visionó la acción, pero el colegiado extremeño no contemplo falta alguna. Diez minutos que resultaron vitales para que los hombres de Cano deleitasen a la grada con el partido ganado, pero el tal Broncano Suárez le dio vida a un Talavera inexistente, el peor equipo que jugó esta temporada en el Ruta de la Plata.

 

Los manchegos, con tanto favor, creyeron que todavía podrían encontrarse con el empate. Sin hacer un gran juego, pisaron más el campo rojiblanco, con saques de esquina y faltas que llevaron cierto nerviosismo a los rojiblancos.

 

Dos cambios en el minuto 66, transformaron el juego visitante. Entraron Molina y Gallardo, hombres ofensivos, por Luis Sánchez y Valen Gómez.

 

A falta de 13 minutos para el 90, Óscar Cano introducía su primera sustitución:  Farrell entraba por Eslava, que se pegó una gran paliza y se le anuló un gol.

 

Cinco minutos después, Rufo entraba por un exhausto Romero. Márquez pasaba a la izquierda, y el argentino se situó en la banda diestra.

 

El Zamora, un equipo con memoria, empezó a recordar partidos en los que el rival le empataba en los tramos finales. Por lo tanto, con temor se jugarían los ocho minutos de propia que el árbitro consideró perdidos durante el tiempo reglamentario. Momento para que el técnico granadino inyectase nueva ida a su equipo: Sergi López entró por Márquez, agotado, y Clavería por Sancho, que realizó un tremendo trabajo en la banda derecha.

 

Los rojiblancos apenas trenzaron buen fútbol en ese tiempo de propina, porque Fermín se dedicó a sacar en largo, permitiendo al Talavera que se hiciera con el balón y llevase peligro al área del Zamora. Hubo una oportunidad de empatar, que evitó el meta riojano, y una gran acción individual de Rufo, con centro que no pudo ejecutar como pensaba Farrell.

 

Convencido estoy que el colegiado evitó, con sus decisiones, que el Zamora, con ventaja considerable en el marcador, ofreciese un espectáculo extraordinario a su afición en este domingo gris y húmedo. Ahora toca recoger la cosecha de tres puntos en los campos de Tajonar de Pamplona. Partido matinal. Ahora la escuadra de Cano se halla a cinco puntos del quinto clasificado. Toca seguir ganando. Aguardan horizontes de grandeza.

 

Fotografías: Esteban Pedrosa

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