1ª RFEF
El Zamora CF realiza un primera entrega sublime, pero se complicó tras el gol local (1-3)
El gol osasunista, en el minuto 66, tras un despiste defensivo, y la expulsión de Athuman por doble cartulina amarilla ocasionaron problemas a los rojiblancos en el último tramo del partido
E. Navascués de Zubiría
Pudo haber sido una victoria inmaculada, pero el partido se desvirgó tras el gol del Osasuna en el minuto 66, obra de Dani, que aprovechó una falta de atención de la zaga. Porque, hasta ese momento, el Zamora había realizado un encuentro extraordinario, más en la primera mitad, en la que los merecimientos de los rojiblancos merecieron irse al descanso con un 0-4. Y no soy hiperbólico. Carbonell tuvo tres tantos en sus botas y Álvaro Romero otra, en un cabezazo, y el portero griego de los navarros realizó intervenciones fantásticas que evitaron el cierre del choque en la primera entrega.
La principal novedad que Óscar Cano introdujo en su once titular radicó en la titularidad de Carbonell, tras su partido de sanción, en detrimento de Eslava, que saldría en la segunda mitad. El resto, el mismo equipo que ganó al Talavera en el Ruta de la Plata.
La primera gran oportunidad rojiblanca -hoy camiseta verde y pantalón y medias blancas- en la cabeza de Romero, que obligó al meta navarro a una enorme parada. El Zamora parecía que jugaba en casa. Osasuna no salía de su área y Márquez alimentaba a Sancho que percutía por la banda derecha con enorme peligro. La primera llegada al área zamorana llegó en el minuto 7, pero sin nada de particular.
El primer gol rojiblanco aconteció en el minuto 18, en una jugada de laboratorio. Saque de esquina, ejecutada desde la derecha, con pelota rasa que remataría Márquez para que el rechace del cancerbero lo concretase Uthaman.
La ventaja en el marcado enfatizó el excelente juego del Zamora. En el minuto 21, Carbonell se fue en carrera, pero, en vez de acercarse al marco navarro, eligió disparar desde fuera del área. De nuevo, desvió el meta griego.
Pero un instante después, centro precioso de Márquez, tras un saque de esquina, que Carbonell no remata, pero choca con un defensa que empuja el balón al fondo de la portería local.
Jugaba como quería la escuadra rojiblanca, sin que Osasuna supiese cómo evitar la excelencia de su rival. Solo una falta directa, al borde del área, ejecutada de Yoldi comprometió a Fermín, obligado a intervenir con acierto.
Antes del descanso, de nuevo, Carbonell pudo marcar, pero no acertó a concretar su disparo, a escasos metros de la portería, si bien presionado por un defensa.
Sorpresa al iniciarse el segundo tiempo, porque Romero se quedaba en el banquillo, no sé si por lesión o decisión de Cano, para que Monerris saltase al césped y se colocase en la banda izquierda.
Por cierto, un centro del levantino, perfectamente controlado y rematado por Márquez, daba el tercer gol a los rojiblancos. En principio, partido cerrado.
Tras el calvario rojillo, cambios en Osasuna (minuto 53). Entraron Garín y Dani por Echegoyen y Arroyo.
Carbonell pudo aumentar la ventaja rojiblanca, en una oportunidad clarísima tras pase de Monerris, solo ante la portería. Quizá el pase del extremo saldría demasiado fuerte.
Y en el 66, un despiste rojiblanco, en el sector derecho de la defensa, supondría el gol osasunista, obra de Dani González. Los jóvenes navarro recibieron un chute de ambición, de tal manera, que iniciaron una presión por doquier, mientras el Zamora había perdido el control del centro del campo y apenas se pisaba el área local. Tras un disparo de Monerris, sustituciones en el cuadro rojiblanco. Cano quiso parar así la reacción local. Saltaron al campo Eslava y Sergi López; se marcharon del campo de batalla futbolístico Carbonell y Sancho. También Osasuna metió a Kall, un extremo, buscando descomponer la banda diestra zamorana.
Y la acción tonta del Zamora la protagonizó Athuman que, con una tarjeta amarilla, realiza una entrada a un delantero navarro, por la que vería la segunda de ese color y, por lo tanto, la roja. Expulsión. Quedaban cuatro minutos para el tiempo reglamentario más los cinco de prolongación. Erik Ruiz entró por Márquez para enrocar la portería zamorana.
Insistió Osasuna que pudo marcar el segundo en una ocasión clarísima de Dani ya en el añadido. Tres minutos antes del finiquito, Clavería entró por Carlos Ramos. Y, se cerró el choque con una parada, abajo, de Fermín.
Una pena que el cuadro de Óscar Cano cometiera el despiste defensivo que ocasionó el tanto local, porque, hasta ese minuto 66, su fútbol me pareció excelente, el mejor de esta temporada. Ahora toca imponerse al Castilla para presentar su candidatura a la elite del grupo.
Fotografías: Zamora CF
E. Navascués de Zubiría
Pudo haber sido una victoria inmaculada, pero el partido se desvirgó tras el gol del Osasuna en el minuto 66, obra de Dani, que aprovechó una falta de atención de la zaga. Porque, hasta ese momento, el Zamora había realizado un encuentro extraordinario, más en la primera mitad, en la que los merecimientos de los rojiblancos merecieron irse al descanso con un 0-4. Y no soy hiperbólico. Carbonell tuvo tres tantos en sus botas y Álvaro Romero otra, en un cabezazo, y el portero griego de los navarros realizó intervenciones fantásticas que evitaron el cierre del choque en la primera entrega.
La principal novedad que Óscar Cano introdujo en su once titular radicó en la titularidad de Carbonell, tras su partido de sanción, en detrimento de Eslava, que saldría en la segunda mitad. El resto, el mismo equipo que ganó al Talavera en el Ruta de la Plata.
La primera gran oportunidad rojiblanca -hoy camiseta verde y pantalón y medias blancas- en la cabeza de Romero, que obligó al meta navarro a una enorme parada. El Zamora parecía que jugaba en casa. Osasuna no salía de su área y Márquez alimentaba a Sancho que percutía por la banda derecha con enorme peligro. La primera llegada al área zamorana llegó en el minuto 7, pero sin nada de particular.
El primer gol rojiblanco aconteció en el minuto 18, en una jugada de laboratorio. Saque de esquina, ejecutada desde la derecha, con pelota rasa que remataría Márquez para que el rechace del cancerbero lo concretase Uthaman.
La ventaja en el marcado enfatizó el excelente juego del Zamora. En el minuto 21, Carbonell se fue en carrera, pero, en vez de acercarse al marco navarro, eligió disparar desde fuera del área. De nuevo, desvió el meta griego.
Pero un instante después, centro precioso de Márquez, tras un saque de esquina, que Carbonell no remata, pero choca con un defensa que empuja el balón al fondo de la portería local.
Jugaba como quería la escuadra rojiblanca, sin que Osasuna supiese cómo evitar la excelencia de su rival. Solo una falta directa, al borde del área, ejecutada de Yoldi comprometió a Fermín, obligado a intervenir con acierto.
Antes del descanso, de nuevo, Carbonell pudo marcar, pero no acertó a concretar su disparo, a escasos metros de la portería, si bien presionado por un defensa.
Sorpresa al iniciarse el segundo tiempo, porque Romero se quedaba en el banquillo, no sé si por lesión o decisión de Cano, para que Monerris saltase al césped y se colocase en la banda izquierda.
Por cierto, un centro del levantino, perfectamente controlado y rematado por Márquez, daba el tercer gol a los rojiblancos. En principio, partido cerrado.
Tras el calvario rojillo, cambios en Osasuna (minuto 53). Entraron Garín y Dani por Echegoyen y Arroyo.
Carbonell pudo aumentar la ventaja rojiblanca, en una oportunidad clarísima tras pase de Monerris, solo ante la portería. Quizá el pase del extremo saldría demasiado fuerte.
Y en el 66, un despiste rojiblanco, en el sector derecho de la defensa, supondría el gol osasunista, obra de Dani González. Los jóvenes navarro recibieron un chute de ambición, de tal manera, que iniciaron una presión por doquier, mientras el Zamora había perdido el control del centro del campo y apenas se pisaba el área local. Tras un disparo de Monerris, sustituciones en el cuadro rojiblanco. Cano quiso parar así la reacción local. Saltaron al campo Eslava y Sergi López; se marcharon del campo de batalla futbolístico Carbonell y Sancho. También Osasuna metió a Kall, un extremo, buscando descomponer la banda diestra zamorana.
Y la acción tonta del Zamora la protagonizó Athuman que, con una tarjeta amarilla, realiza una entrada a un delantero navarro, por la que vería la segunda de ese color y, por lo tanto, la roja. Expulsión. Quedaban cuatro minutos para el tiempo reglamentario más los cinco de prolongación. Erik Ruiz entró por Márquez para enrocar la portería zamorana.
Insistió Osasuna que pudo marcar el segundo en una ocasión clarísima de Dani ya en el añadido. Tres minutos antes del finiquito, Clavería entró por Carlos Ramos. Y, se cerró el choque con una parada, abajo, de Fermín.
Una pena que el cuadro de Óscar Cano cometiera el despiste defensivo que ocasionó el tanto local, porque, hasta ese minuto 66, su fútbol me pareció excelente, el mejor de esta temporada. Ahora toca imponerse al Castilla para presentar su candidatura a la elite del grupo.
Fotografías: Zamora CF




















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