Y llegamos al Portal

Luis Felipe Delgado de Castro

En la misma puerta del adviento aparecen ya todas las ciudades vestidas de luces, con árboles, farolas, arcos, figuritas, adornos, tenderetes, con mayor o menor gusto, para hacer luminosa, a veces falsamente, una fiesta sobre la que gira la vida al terminar cada año y la llena, desgraciadamente casi siempre, de gozo fácil y de música apelotonada y gritona, tan lejana de aquella música sencilla y limpia de nuestros villancicos infantiles. Aquí en Salamanca, en la plaza de Anaya en el atrio de la catedral Nueva se ha colocado este año este belén que sitúa a la Navidad en su sitio aunque al lado se haya instalado un mercado navideño de buena traza en sus casetas, muy al estilo nórdico. Porque en tantas ocasiones se nos olvida el origen de la Navidad. El verdadero origen. Se crea o no.

Las figuras de José, María y el Niño han sido realizadas por Rufino González de Córdoba, nuestro querido y admirado paisano de Toro, más conocido como “RURRO”, que inventa, fabrica y da vida la mayoría de las carrozas infantiles que en estas fiestas recorren las calles y plazas de muchas ciudades de nuestra región, las “cabalgazas”, las cabalgatas de Papá Noel, las de Reyes. Y en otros días señalados del año las de otros muchos lugares en sus fiestas patronales. “RURRO” lleva ya muchos años como carrocista y su última obra luce hoy, espléndida, en la plaza de Anaya junto a la Catedral nueva de Salamanca.

Son las tres figuras esenciales del Nacimiento, que ha diseñado, elaborado y modelado como un verdadero maestro. Y a las que se les ha querido dar el protagonismo que tantas veces tapamos con campanas, o arbolitos. Ahí las tenéis en las fotografías.
Hoy al pasar por las cercanías de la catedral salmantina, he recordado también a otro zamorano, maestro en estas lides, el añorado MANUEL MARTÍNEZ MOLINERO. Manolo era abogado, publicista, cartelista, decorador, literato, poeta y hasta fundador de la primera escuela taurina del mundo, en Zamora.

Molinero fue además un semanasantero dejemplar, creador de la procesión de las Papas Pardas que creó con sus dibujos, hoy lamentablemente “extraviados”, revitalizador con algunas ideas originales de la cofradía del Santo Entierro. Y lo he recordado al ver las imágenes de Rurro, porque durante unos cuantos años, en la década de los sesenta, Molinero realizó estas figuras centrales del belén, también de buen tamaño, que se podían admirar en los soportales del ayuntamiento viejo, hoy cuartel de la Policía local y eran admirados por la belleza y originalidad con que los diseñaba y modelaba. Era un nacimiento gigante hecho con el primor y calidad que ponía en todas sus obras MANUEL MARTÍNEZ MOLINERO.

Enhorabuena, “RURRO”. Estas figuras son una nueva demostración de tu maestría. Estás hecho un fenómeno. Y algún día de éstos volveré a tu belén, que ya es un poco también el mío y el de todos, para cantar, o mejor, musitar, uno de aquellos villancicos que se fueron relegando con el tiempo, a la misma velocidad con que se fue apagando nuestra infancia.