1ª RFEF
El Zamora CF se encuentra consigo mismo
Dos victorias consecutivas colocan a la escuadra de Óscar Cano a tres puntos del quinto clasificado
E. Navascués de Zubiría
Hace poco más de tres horas que el Zamora CF sumó una victoria, más que necesaria para que el objetivo de partida se haga realidad, se crea en este proyecto y todos los que quieren y piensan en rojiblanco adquieran fe futbolística en esta plantilla y cuerpo técnico. Como conté en la crónica del partido, la primera entrega del encuentro me pareció excepcional. El equipo, casi el mismo que ganó al Talavera, mostró que lo quería todo, cargado de ambición, de esperanza, desde el pitido inicial, se fue a por su rival. No había llegado al minuto 2, cuando Sancho dejó un centro perfecto para que Álvaro Romero rematase de cabeza el primer tanto. No me parece que el jugador andaluz brille en este tipo de cualidades. Además, el portero de Osasuna, griego de Atenas, también realizó una buena intervención.
Márquez, una vez que Ramos y Lozano cerraron las vías de entrada a la zaga rojiblanca, empezó a enviar pases precisos, preferentemente a Sancho que, con su velocidad, desarboló a Osasuna por su flanco izquierdo. Y llegó el primer tanto, producto del gran juego del Zamora, y las ocasiones clarísimas que se perdieron por candidez de Carbonell y las intervenciones del cancerbero local. Pero los rojiblancos demostraron que no se les había olvidado jugar al fútbol. Y Óscar Cano también evidencia qué tipo de fútbol quiere que elaboren sus chicos.
De haber tenido más acierto ante el marco navarro, el Zamora habría liquidado el choque en la primera mitad, y, además, goleando.
En la segunda se empezó como terminó la primera, y con el tercer tanto. Romero no compareció, porque, como informó su técnico, su musculatura mostró alguna queja. Pero Monerris, en una posición distinta, ocasionó enorme peligro con sus correrías por la izquierda.
Ahora bien, de nuevo, el equipo se “acongoja” ante la primera contrariedad. El tanto osasunista no sentó nada bien al Zamora, que dejó de controlar el juego y permitió que los jóvenes navarros se lo creyeran. Para colmo de males, otra expulsión: Athuman, que ya tenía una amarilla, a los 20 minutos de recibirla, entra por detrás a un rival. La falta no creo que mereciera la segunda amarilla, pero el colegiado, al ser una entrada por detrás, consideró oportuno sacar la roja al excelente central rojiblanco.
Después, a sufrir en el tramo final, como venía sucediendo hasta esta decimocuarta jornada. Superado ya el primer tercio de competición, urge sumar otros tres puntos ante el Castilla, el próximo domingo, a partir de las 16.00 horas. No será fácil, porque los filiales siempre dan sorpresas. Lo importante es que el Zamora se ha encontrado consigo mismo, después de perderse en el otoño futbolístico.
Fotografías: Zamora CF
E. Navascués de Zubiría
Hace poco más de tres horas que el Zamora CF sumó una victoria, más que necesaria para que el objetivo de partida se haga realidad, se crea en este proyecto y todos los que quieren y piensan en rojiblanco adquieran fe futbolística en esta plantilla y cuerpo técnico. Como conté en la crónica del partido, la primera entrega del encuentro me pareció excepcional. El equipo, casi el mismo que ganó al Talavera, mostró que lo quería todo, cargado de ambición, de esperanza, desde el pitido inicial, se fue a por su rival. No había llegado al minuto 2, cuando Sancho dejó un centro perfecto para que Álvaro Romero rematase de cabeza el primer tanto. No me parece que el jugador andaluz brille en este tipo de cualidades. Además, el portero de Osasuna, griego de Atenas, también realizó una buena intervención.
Márquez, una vez que Ramos y Lozano cerraron las vías de entrada a la zaga rojiblanca, empezó a enviar pases precisos, preferentemente a Sancho que, con su velocidad, desarboló a Osasuna por su flanco izquierdo. Y llegó el primer tanto, producto del gran juego del Zamora, y las ocasiones clarísimas que se perdieron por candidez de Carbonell y las intervenciones del cancerbero local. Pero los rojiblancos demostraron que no se les había olvidado jugar al fútbol. Y Óscar Cano también evidencia qué tipo de fútbol quiere que elaboren sus chicos.
De haber tenido más acierto ante el marco navarro, el Zamora habría liquidado el choque en la primera mitad, y, además, goleando.
En la segunda se empezó como terminó la primera, y con el tercer tanto. Romero no compareció, porque, como informó su técnico, su musculatura mostró alguna queja. Pero Monerris, en una posición distinta, ocasionó enorme peligro con sus correrías por la izquierda.
Ahora bien, de nuevo, el equipo se “acongoja” ante la primera contrariedad. El tanto osasunista no sentó nada bien al Zamora, que dejó de controlar el juego y permitió que los jóvenes navarros se lo creyeran. Para colmo de males, otra expulsión: Athuman, que ya tenía una amarilla, a los 20 minutos de recibirla, entra por detrás a un rival. La falta no creo que mereciera la segunda amarilla, pero el colegiado, al ser una entrada por detrás, consideró oportuno sacar la roja al excelente central rojiblanco.
Después, a sufrir en el tramo final, como venía sucediendo hasta esta decimocuarta jornada. Superado ya el primer tercio de competición, urge sumar otros tres puntos ante el Castilla, el próximo domingo, a partir de las 16.00 horas. No será fácil, porque los filiales siempre dan sorpresas. Lo importante es que el Zamora se ha encontrado consigo mismo, después de perderse en el otoño futbolístico.
Fotografías: Zamora CF




















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