El Caja Rural CB Zamora ante un exigente duelo en la pista de Hestia Menorca

El conjunto zamorano llega al choque situado en la sexta posición de la tabla, con un balance de cinco victorias y cuatro derrotas, mientras que el bloque balear ocupa actualmente la duodécima plaza con tres triunfos y cinco partidos perdidos, en una clasificación comprimida y no del todo real por los descansos de una competición impar.

La previa del choque se presentó en las instalaciones de Toyota Vía de la Plata, nuevo colaborador del club. Saulo Hernández quiso agradecer públicamente la implicación de la empresa y de su responsable, subrayando que acuerdos de este tipo simbolizan “un paso más en el crecimiento del proyecto”, al facilitar mejores condiciones de trabajo para la plantilla y reforzar el vínculo entre el Caja Rural CB Zamora y el tejido empresarial de la ciudad.

En el análisis del rival, el técnico zamorano insistió en que la posición actual de Hestia Menorca no refleja el verdadero potencial de un equipo llamado a pelear por puestos de play-off. Recordó que el conjunto balear ha afrontado un calendario muy exigente y que, por plantilla, se encuentra en el escalón inmediatamente posterior a los grandes favoritos al ascenso. Además, destacó que Menorca es un bloque que tradicionalmente eleva mucho su rendimiento en casa, apoyado por un pabellón que empuja y convierte cada partido en un reto de máxima dificultad.

El “Cara a Cara Fitecu” refleja un duelo entre dos estilos diferenciados. El Caja Rural CB Zamora se mantiene entre los ataques más productivos de la liga, con 89,1 puntos anotados por encuentro y una valoración media cercana a los 93 créditos, mientras que Hestia Menorca firma 80,4 puntos y una valoración próxima a los 77. En el rebote, sin embargo, los menorquines marcan diferencias, con más de 31 rebotes defensivos y más de 12 capturas ofensivas por partido, por delante de los registros del cuadro zamorano. El control del rebote y de las segundas opciones se perfila así como una de las claves del encuentro.

En el capítulo individual, el equipo entrenado por Javi Zamora presenta un roster profundo y con jugadores de mucho caché en la categoría. El madrileño Adams Sola aporta equilibrio desde el perímetro y completa unos números muy sólidos en anotación, rebote y valoración; el estadounidense Spencer Littleson se ha consolidado como una de las grandes amenazas exteriores de la liga, con más de 18 puntos por partido y excelentes porcentajes desde el triple; el combo Christopher Cone máximo anotador de la temporada pasada en la categoría, suma en anotación y provoca numerosas faltas; y en la pintura continúa siendo determinante la presencia de Víctor Arteaga, cuya envergadura y experiencia ya hicieron daño al conjunto zamorano la pasada temporada. A este bloque se han sumado refuerzos de primer nivel comoel internacional georgiano Thad McFadden, ex ACB, que en sus primeros partidos como menorquín está aportando puntos y generación de juego desde el perímetro.

Por parte zamorana, el desplazamiento a Menorca llega marcado por la progresiva recuperación de efectivos tras varias semanas condicionadas por las lesiones. 

Joey van Zegeren estará disponible para Saulo Hernández y reforzará la rotación interior tras sus recientes molestias, pero el cuerpo técnico sigue pendiente de la evolución de Jacob Round y Ty Roberts. Los dos jugadores viajarán a Menorca y el cuerpo médico decidirá en último momento qué hacer.

Saulo Hernández reconoció que el equipo no atraviesa su mejor momento de continuidad en el trabajo, después de varias semanas con bajas, ajustes en la rotación y la interrupción del ritmo de entrenamientos por las citaciones internacionales de algunos jugadores durante las Ventanas FIBA. Pese a ello, el técnico recordó que la plantilla ya ha demostrado ser capaz de competir y ganar en la categoría, y que el objetivo inmediato pasa por recuperar el nivel de solidez mostrado en los primeros meses de competición, sosteniendo el esfuerzo colectivo los cuarenta minutos.

En un contexto de liga muy igualada, el duelo en el Pavelló Menorca se presenta como una prueba de alto nivel para medir la respuesta del Caja Rural CB Zamora tras el parón. Los blanquiazules buscarán minimizar el poderío local en el rebote, controlar el ritmo de juego y mantener su capacidad ofensiva habitual, con la ambición de sumar una victoria que consolide su posición en la zona noble de la clasificación antes de encarar el exigente tramo de partidos que aguarda en el calendario.