Martes, 09 de Diciembre de 2025

Francisco Iglesias Carreño
Martes, 09 de Diciembre de 2025
IEZ FLORIÁN D'OCAMPO

“Voto de Villalpando y su tierra” y la raigambre

[Img #103936]Francisco Iglesias Carreño Del Instituto de Estudios Zamoranos Florián D´Ocampo

 

Cuando en el inicio de la transición integral tras el 19-11-1975, que después se tornó, así es si así  parece ser, en solo y casi exclusivamente política, sistematizamos la comarcalización de la regionalidad leonesa ( con aquello tan genérico que ha quedado del “todo SaZaLe´41”), que entonces sí que figuraba como una parte alícuota de la Nación Española, claro que sí  queríamos hacer incidencia en la situaciones particularistas de todas y cada una de las comarcas naturales [nuestras] que la completaban.

 

Al hacer el estudio, nos iban saliendo referencias, comarca tras comarca,  en cada una de las poblaciones que compartían una misma dimensionalidad comarcalizada, dando para cada una de ellas, unas características que las arracimábamos en su raigambre.

 

 Se trataba de una serie de  cuestiones sumatorias que se venían sedimentando unas sobre otras, hasta darle una significación cuasi cualificadora que asumíamos de entrada y a la espera de más trabajos sobre la misma temática, que suponíamos que, y a posteriori, efectuarían otras personas.

 

A veces nos han parecido que el "Voto de Villalpando", que  es un evento de gran  efecto histórico y de excelencia mayestática, en su impacto  religioso de gran calado, a la vez que una gran aportación cultural, por ser considerado el primer voto explícito en defensa del dogma de la Inmaculada Concepción en todo el mundo, realizado en 1466 en la amplitud territorial de la localidad zamorana de Villalpando y su Tierra, es un coadyuvante a la hora y el  momento de poner énfasis en los valores de nuestra gente ( sean  o no coetáneos) y a la vez de posibilitar una adelanto, a primera fila del protagonismo directo, de nuestra tierra.

 

Lo indicado precedentemente presupone , ya de entrada, el que “este voto” representa, además de ser un gran acontecer religioso y una mostración civil, ¡ que sí lo es, es también todo un símbolo, y permítasenos indicar,  que es un símbolo que atañe a ‘la identidad’ y a ‘la entidad’  de una zona concreta de la península Ibérica ( la Hispania que fue),  enmarcado perimetralmente en la Corona Leonesa y para sus cuatro fraternales regionalidades históricas: extremeña, leonesa, gallega y asturiana.

 

 Lo indicado precedentemente, nos enlaza con las situaciones antropológicas, por ende ligado a las situaciones  identitarias surgidas de la Corona Leonesa ( tras los últimos coletazos del “Ancien Régimen”) y en el lazo con toda la singularidad propia  que acompaña a la historia de la misma, y como esta última, además de estar conformada por grandes eventos , muchos de los cuales son sumamente conocidos, también lo son otra serie de ellos que están en la base de los individuos que poblaron, a lo largo del proceso histórico, todos y cada uno de sus lugares y ámbitos interactivos.

 

Hemos destacado repetidamente la relevancia del “Voto de Villalpando y su Tierra”, como parte sumamente importante  de tanto de la ‘memoria histórica leonesa amplia’ y como, e igualmente, también de la regionalizada y lo hacemos cual si fuera un elemento clave, uno más entre ellos, pero de muy alta relevancia, en la reivindicación de la identidad territorial y del hacer cultural de la Regionalidad Leonesa (formada por las tres provincias de Salamanca, Zamora y León). 

 

Lo estamos manejando como: 

 

[1°] Símbolo de Identidad: El Voto es utilizado como prueba de una historia compartida y diferenciada, anterior a la formación de la actual situación de la propia Regionalidad Leonesa (y que en algún modo la vértebra). 

 

[2°] Patrimonio Histórico: al tomarlo en la consideración de ser un patrimonio propio,  que constitucionalmente debe ser: [2°-1] Valorado y [2°-2] Reconocido dentro del contexto de la Corona Leonesa y, por ende, de la propia Regjonalidad Leonesa.

 

[3°] Vínculo Territorial: Enfatizando que el compromiso fue suscrito por trece poblaciones de las diócesis de León y Zamora, reforzando sobremanera la idea de “una unidad territorial leonesa” [-.- umbralizada en sus 38.491 km(2) -.-] en torno a este hecho, que se traduce en esta tal y tan concreta tradición religiosa y agranda su bagaje cultural. 

 

En resumen, el Voto de Villalpando, a través de lo predicho, es un pilar que sustenta la narrativa de una identidad leonesa única y  de una entidad leonesa preestablecida, con trayectoria milenaria, que legítimamente puede aspirar, por estar en su derecho categorizado constitucionalmente, a merecer  con plena analogía de otros casos y en homologación a ellos, y a todas luces, su propio reconocimiento político ( con su propio/singular/específico Estatuto de Autonomía) y, desde aquí, la plena constatación de su envergadura cultural en el Estado Español y la Unión Europea. 

 

VALORIO 8-12-2025

 

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