Cáritas Zamora celebra el Día del Migrante

Hoy, Día Internacional del Migrante, Cáritas Diocesana de Zamora quiere compartir un mensaje de alegría y esperanza. La movilidad humana no solo es parte esencial de nuestra historia, sino que hace parte de nuestro presente. Detrás de cada persona y familia que llega a Zamora hay un camino de esfuerzo, sueños y una valiosa aportación a nuestra sociedad.

Este mediodía hemos celebrado un acto en la Plaza de Viriato para visibilizar a las personas migrantes, ponerles cara y conocer su realidad. Isabel Sampedro, responsable del programa de Inmigrantes de Cáritas Zamora, ha asegurado que la única forma de ver a los inmigrantes es como "personas con dignidad". "Nosotros no distinguimos entre culturas, idiomas o colores", ha añadido, rechazando toda forma de xenofobia: "En nuestra forma de entender la sociedad y de acompañar no tiene mucho sentido".

En el acto, varias personas migrantes han querido compartir su testimonio personal. Arlete Costa, originaria de Angola, se mudó recientemente a Zamora en busca de calidad de vida y buena educación para sus dos hijas: "Hemos recibido mucho apoyo por parte de Cáritas en materia de documentación, trabajo y también indicaciones en español para conseguir una mejor integración social". Linda Córcega, procedente de Venezuela, llegó a España "con ganas de salir adelante, trabajar dignamente y ayudar a la familia que dejamos allí. Cáritas no solo nos ha ayudado ofreciendo formación, sino que también ha sido una cura al corazón al hacernos sentir que no estamos solos", ha expresado.

En lo que va de año, Cáritas ha atendido a unas 260 personas migrantes, habiendo notado un ascenso de la inmigración en los últimos tres años en Zamora. Los principales países de procedencia siguen siendo los de habla hispana, que no encuentran trabas en el idioma, pero sí barreras administrativas que Cáritas Diocesana
de Zamora les ayuda a salvar con la ayuda de sus trabajadores.

Una sociedad enriquecida por la diversidad

En la provincia de Zamora viven 13.549 inmigrantes. Son vecinos que contribuyen al bienestar común trabajando en nuestros campos y empresas, cuidando de nuestros mayores, educando a las nuevas generaciones y emprendiendo. Nuestro país empieza a recoger los frutos de una sociedad mestiza donde la diversidad se vive como riqueza y no como problema. Pese a ciertas voces que intentan sembrar miedo y división, la realidad cotidiana de nuestros barrios y pueblos sigue hablando mayoritariamente de respeto y convivencia. Esa convivencia pacífica es nuestro mayor motivo de orgullo y enciende luces de esperanza.

El compromiso de Cáritas: acompañar y construir puentes
Desde Cáritas Diocesana de Zamora llevamos décadas acompañando y caminando junto a las personas migrantes en sus procesos de inclusión dentro de nuestra sociedad. Lo hacemos desde la cercanía, ofreciendo acogida, orientación, formación y apoyo para que puedan ejercer sus derechos y desarrollar sus proyectos de vida. Pero también trabajamos para sensibilizar a la sociedad, porque la inclusión no es solo responsabilidad de quienes llegan, sino también de la sociedad que acoge.

Creemos que la convivencia se teje día a día con políticas públicas que garanticen derechos y con gestos cotidianos de hospitalidad. Por eso, nuestro deseo es seguir reforzando estas políticas y prácticas que hacen posible una sociedad más cohesionada. Necesitamos la valentía de corregir lo que no funciona y exigir, como
recuerda nuestra campaña de Navidad: “que tener una vida digna deje de ser cuestión de suerte”.

Hoy celebramos la sociedad abierta y fraterna que somos
Esta fecha es una invitación a mirar la realidad con ojos nuevos. A reconocer que la movilidad humana no es una amenaza, sino una oportunidad para crecer como sociedad. A entender que la diversidad nos hace más fuertes, más creativos y más humanos.
Celebremos lo que somos: Una sociedad abierta que, con sus luces y sombras ha sabido hacer de la
pluralidad una oportunidad.