Miércoles, 24 de Diciembre de 2025

Ilia Galán Díez
Miércoles, 24 de Diciembre de 2025
NAVIDAD

¿Espíritu de paz?

[Img #104388]Sobrevivir al campo de concentración nazi no fue fácil. Tampoco vivir, después de palpar, tragar el horror satánico encarnado en la humanidad. Ni siquiera partiendo a las antípodas fue sencillo llevar una existencia normal. Pero ya se acabó, no tanto por la edad, sino porque el asesino le arrancó la vida mientras celebraba con sus nietos hermosa fiesta religiosa. Originario de Ucrania, de donde ahora muchos también escapan de otra guerra horrenda -suelen serlo todas- sufrió el odio, el antisemitismo en su última expresión. ¿Qué culpa tenía él de la política que el gobierno de Israel ejerce en Palestina, lejos, a más de catorce mil kilómetros de distancia? Tampoco la tenían los casi veinte exterminados, balaceados, ni la decena de heridos... En nombre de Allah se hacen atrocidades que pertenecen más bien a Satán. Lo que preparaban como una noche de paz y alegría con amigos y familias, la Janucá o fiesta de las luces, conmemoración de la consagración del Templo de Jerusalén después de la opresión seleúcida, mutó en terror. Occidente padece décadas de azotes continuos:  989 asesinados; 6682 heridos, aplastados bajo el nombre de Mahoma.

 

            Acaban de detener a cinco yihadistas en Alemania porque iban a atentar en un mercado navideño. Tres marroquíes, otro egipcio, uno sirio. En Francia han extremado la seguridad en los mercadillos navideños. En todas partes de Europa estamos en peligro mortal, gastando cantidades ingentes de nuestro exiguo presupuesto en vigilancia, juicios, prisiones... Mientras, la caterva política que gobierna sigue dejando las puertas abiertas a la entrada masiva de nuevos enemigos.

 

            Pero tenemos delante la Navidad, la familiar fiesta de la esperanza, donde los cristianos celebran el nacimiento de Cristo, ser de Luz y de Amor que se despliega en esta noche de Paz, iluminando nuestra oscuridad. Muchos incrédulos o tibios olvidan esto entre pitanzas. El Niño inerme del pesebre no anima a la venganza, sino hacia el perdón, la comprensión y el amor incluso del enemigo. Si otros nos hacen mal, nosotros sigamos haciendo bien. Admirable.

 

            Podemos poner nuestra mejilla, pero no ser tontos ni injustos, poniendo en vez de la propia la de los otros. Es urgente, por motivos de seguridad, filtrar la entrada de musulmanes en Occidente y devolver a quienes nos odian a muerte a sus países de origen. Hospitalidad, sí, pero cuidado con introducir a más enemigos en casa. La izquierda -a la que aborrecen los islamistas- está imbecilizada con la inmigración, como si todos fuesen buenos.

 

    No nos engañemos, hay quienes huyen de la paz y se empeñan con la guerra, para la que esgrimen razones que consideran más o menos justas -o no-, a veces "santas", aunque sean malditas. Es necesario dejarse de catecismos ñoños y falsos, la prudencia es grave obligación para conseguir la paz, pues es una virtud esencial. ¿Inteligencia, dónde estás?

 

Ilia Galán Díez

Catedrático de Estética y Teoría de las Artes
Humanidades: Geografía, Historia y Arte
Universidad Carlos III de Madrid /Full Professor in Aesthetics and Theory of Art
Humanities Department: History, Geography and Art
Universidad Carlos III de Madrid

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